“DESCONTENTO PASIVO”, BENEFICIA AL PARTIDO EN EL PODER: BARTRA

Sábado, 20 de Junio de 2015 00:23 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Disminuye la abstención con respecto al 2009; mayoría tricolor
*Se prevé en el Congreso federal suma del PRI, PVEM y Panal
*Partidos o candidatos, reto de recuperar credibilidad para 2018
Víctor M. Sámano Labastida
 
SEGÚN el Instituto Nacional Electoral (INE), la participación ciudadana en las votaciones del 7 de junio fue del 47.72 por ciento. Esto significa una mayor presencia en las urnas que en el 2009 cuando fueron las anteriores elecciones intermedias, las de diputados federales. Hace seis años, el promedio fue de 44.76 por ciento. Por supuesto que hay estados con electores menos motivados y otros con mayos participación. Uno de los factores que favorece es la realización el mismo día de votaciones locales, para gobernador o para alcaldes.
Aunque tenemos en Tabasco zonas de abstencionismo tradicional, como es el caso de Centro y Cárdenas, el estado no figura entre los de mayor resistencia a las urnas. Un análisis realizado por Gustavo Pérez (Vértigo Político, 08 de junio) indica que la mayor abstención se registró en Baja California, donde sólo acudieron a votar 30 de cada cien, y en Chihuahua, con 32 de cada cien; en cambio Tabasco aparece junto a Yucatán, Campeche, Colima y Nuevo León, con las entidades que esta vez contaron con mayor porcentaje de electores en unos comicios intermedios.
Habrá que destacar que Campeche, Colima y Nuevo León también tuvieron votaciones para gobernador, lo que pudo incidir en el “jalón” de los votantes hacia las casillas.
Los votos nulos en todo el país alcanzaron el 4.76 por ciento, una cifra menor a la del 2009 cuando hubo también una campaña de los “anulistas”. Entonces, el voto nulo fue de 5.4 por ciento.
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HEMOS comentado en este espacio sobre los pros y contras del voto nulo y de la abstención, sobre también cómo en nuestra legislación sólo cuentan los votos válidos emitidos. De esta manera, legalmente tiene el mismo efecto que haya cinco, diez o 15 por ciento de nulos. Su impacto político es un asunto que falta por profundizar.
En este sentido, me parece interesante lo expuesto por el sociólogo Armando Bartra en una entrevista con Judith Amador (Proceso, No. 2015), donde se refiere a la “mayoría pasiva” (anulistas y abstencionistas) que terminan siendo “una maldición para el cambio”.
Apunta el estudioso de la política mexicana que “la elección no es el milagro ni la panacea ni el santo remedio ni la medicina, pero sí creo que no habrá un cambio profundo que no transite, entre otras cosas, por un sistema electoral”. Las elecciones son ineludibles.
Bartra advierte que en México hay un “descontento pasivo abstinente”, que se puede ver en las encuestas y opiniones contrarias a las políticas de gobierno, porque este desacuerdo o rechazo no se refleja en una participación activa en la vida política y social.
En el caso de las votaciones recientes, el investigador universitario observa que se dejó ir la oportunidad de construir en la Cámara de Diputados un contrapeso a al poder del Ejecutivo. Hay por lo menos un 40 por ciento de la población descontenta, pero esto no se expresó en las urnas. “La posibilidad de que el Legislativo juegue una posición de contrapeso se pierde con un partido que gobierna y tiene mayoría absoluta en las cámaras”.
Como resultado de las votaciones del domingo 7 de junio, en el Congreso federal tendrá 203 diputados, 156 de mayoría y 47 de representación proporcional; su aliado el PVEM tendrá 47 legisladores, lo que haría una suma de 250. Si Nueva Alianza sigue su tendencia de asociarse con el tricolor, entre estas tres bancadas lograrían un total de 261 espacios, lo que las convertiría en mayoría simple. Una situación más cómoda para el gobierno de Enrique Peña Nieto que la de su primera mitad de sexenio.
La segunda bancada sería la del PAN con 108 diputados; la tercera el PRD con 56, en tanto que Morena sumaría 35 legisladores y con menor presencia el Movimiento Ciudadano, pero en uno de sus mejores resultados, contará con 26. El resto se distribuye entre Nueva Alianza, Partido del Trabajo, Encuentro Social y un independiente. 
El resultado final es que aún cuando el PRI por sí solo obtuvo menos que los 214 diputados con los que cuenta actualmente, su coalición con el PVEM mejora su posición. El PAN también pierde cinco curules, pero el partido que más resintió la modificación de fuerzas es el PRD, que pasa de 99 a sólo 56 sin duda sin duda por la escisión de Morena.
 
MAPA AMARILLO
MIENTRAS en Tabasco, según los resultados oficiales de las elecciones del 7 de junio, el Partido de la Revolución Democrática no sólo gobernará el mayor número de alcaldías del 2016 al 2018, sino también al mayor número de población. Esto sin contar que mantiene el gobierno de todo el estado, pero a nivel municipal tendrá nueve alcaldías que en conjunto cuentan con un millón 458 mil habitantes.
La mayor concentración poblacional es, por supuesto, el municipio de Centro. De ahí que las principales fuerzas partidistas hayan destinado sus mayores recursos y esfuerzos a esta plaza.
El PRI, aunque tendrá cuatro alcaldías, apenas contaría con 360 mil pobladores, según cálculos del periodista Eduardo Hernández.
En este sentido, la tercera fuerza sería Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) porque si bien sólo tendrá una alcaldía -la de Comalcalco-, ahí habitan unas 193 mil personas.
En cuarto lugar se ubica el Partido Acción Nacional que gobernará a 115 mil tabasqueños y el quinto el Partido Verde, que aunque tendrá dos municipios sólo contará con 83 mil gobernados.
El hecho de que sean cinco partidos distintos los que gobiernen los municipios debe permitir a la población comparar y distinguir la forma de administrar de estas fuerzas políticas.
Por lo menos eso debería suceder, aunque también observamos que varios de los futuros alcaldes en realidad no militaban en los partidos que los registraron como candidatos. Pero también existe la experiencia previa de que muchos ediles ya en funciones se desprenden de la tutela y los programas de los partidos que los postulan.
Recordemos que quienes obtuvieron el triunfo este año tendrán posibilidad de reelegirse en el 2018. Ya veremos si esta posibilidad de reelección los obliga a mejorar su rendimiento y hace también que los partidos sean más exigentes. Otra vez se planteará dentro de tres años si lo que importa son los partidos o los candidatos.
AL MARGEN
ASEGURA el secretario de Gobierno Raúl Ojeda que serán 600 las videocámaras de vigilancia que estarán funcionando a más tardar en 45 días; ya están instaladas 300. Este mecanismo ha sido muy útil en el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara, entre otras grandes ciudades.
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