RETIRO ANTICIPADO DE CARLOS NAVARRETE; POSIBILIDAD DEL REAGRUPAMIENTO DE IZQUIERDA

Lunes, 10 de Agosto de 2015 13:44 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Admiten solaztequistas la mayor crisis de su historia; apenas sobreviven
*Buscan una “transformación integral”; oportunidad para los cardenistas
*Una batalla anticipada entre López Obrador y Beltrones, rumbo al 2018
 
Víctor M. Sámano Labastida 
PUEDE afirmarse ahora que era una consecuencia lógica de las elecciones de junio del 2015. Carlos Navarrete consideró insostenible su posición al frente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) aunque había sido elegido apenas el año pasado para mantenerse en el cargo hasta el 2017. Hay quienes ven en esto una jugada estratégica de Nueva Izquierda (Los Chuchos), para mantenerse como corriente hegemónica; pero tampoco se debe descartar la posición autocrítica de Navarrete.
Dijo quien entregará en octubre de manera muy anticipada la dirigencia partidista, que “nunca, en 26 años, habíamos vivido una situación semejante” de crisis de manera que de no transformar al PRD corre el riesgo “de ir debilitando nuestro proyecto político” hasta desaparecerlo.
El PRD con Navarrete soportó una serie de circunstancias que vaticinaban que sería “sólo un cascarón”. No ocurrió la catástrofe anunciada, aunque el golpe fue significativo.  En junio pasado Logró obtener 4 millones 335 mil votos en todo el país, para mantenerse como tercera fuerza electoral con un 10.87 por ciento, pero muy alejado del PRI y PAN, seguido muy de cerca por Morena al que se le reconocieron 3 millones 486 mil sufragios y el 8.39 por ciento del total. 
SACUDIDA DE PRONÓSTICO
COMO lo reconocen los mismos perredistas, fuero una sacudida histórica la renuncia de sus liderazgos históricos como Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, el mismo Alejandro Encinas que aspiró a la dirigencia en el 2008, la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y los presuntos vínculos de militantes suyos con la delincuencia organizada. Por supuesto que la sangría más grande fue la transformación de Morena en partido político.
Precisamente Morena le ocasionó al PRD el mayor hueco electoral. Fue además la intención declarada de Andrés Manuel López Obrador. 
En su primera participación en los comicios para diputados federales de mayoría relativa, Morena ganó en 14 distritos federales. El PRD, en cinco; aunque coaligado con el PT (a un paso de desaparecer) alcanzó otros 29 distritos. 
En la llamada franja de la izquierda, los del PT por sí solos no ganaron ni un solo distrito. Al Movimiento Ciudadano que decidió no ir en alianza lo salvó Enrique Alfaro en Jalisco, cuya campaña le dio al partido de Dante Delgado 10 distritos. 
Para el PRD fue un aviso de lo que podría suceder en el 2018. Para esa campaña los solaztequistas tendrán reducidos los recursos en función del total de sus votos.
Tan sólo en el Distrito Federal pasarán a manos de la oposición –en especial Morena- diez de las 16 delegaciones. Perdieron las demarcaciones que aportan el 75.5% del Producto Interno Bruto (PIB) local. Hasta ahora gobernaban 14 y tienen la mayoría en la Asamblea Legislativa, que también dejarán de dominar.
En el balance electoral presentado en su asamblea, el PRD anota que en la pasada elección de diputados federales en 14 estados tuvo una votación menor a 6 por ciento. Es ahí donde darán prioridad a cambiar a las dirigencias locales. Establecieron asimismo que “debe entrar a una transformación integral en su actuación política, en sus actuaciones internas y en sus gobiernos estatales y municipales”.
Trascendió que el documento que sirvió de marco para la renuncia del comité encabezado por Carlos Navarrete, fue discutido previamente no sólo por los jefes de las corrientes –en especial Nueva Izquierda (Los Chuchos) y Alternativa Democrática Nacional (ADN) en la que participa el tabasqueño Juan Manuel Fócil-, sino por los gobernadores Arturo Núñez, de Tabasco; Graco Ramírez, de Morelos, y Gabino Cué, de Oaxaca. También por el jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.
Hay quienes ven en la posibilidad de una alianza con las izquierdas siempre y cuando exista un repliegue de “Los Chuchos”, corriente con la que López Obrador tiene diferencias al parecer irreconciliables. Se abre la oportunidad para un reposicionamiento de los cardenistas en el PRD…sin Cuauhtémoc.
LAS ARMAS VISIBLES
EL CASI destape de Manlio Fabio Beltrones para la presidencia en el 2018 podría verse como una batalla anticipada. Andrés Manuel López Obrador está en campaña y es actualmente presidente del Consejo Político de Morena; Beltrones estará al frente del PRI en los próximos dos años para preparar su estructura. En noviembre a más tardar López Obrador dejará el cargo en el Consejo partidista, pero sin duda que asumirá otra función para seguir al frente de los morenos.
Mientras Beltrones tiene como desafío entregar buenas cuentas en las elecciones del año próximo, especialmente en las 12 gubernaturas, López Obrador se dedicará a reorganizar a Morena en todos los estados. Aunque se observa que pondrá especial énfasis en la contienda electoral de Oaxaca. Para el PRI y Morena la entidad juarista tiene un valor simbólico y estratégico rumbo al 2018. 
Por lo pronto ayer el Consejo Político de Morena evaluó sus posibilidades y definió el calendario para la renovación de sus dirigencias, mientras que el PRI formalizará este lunes la inscripción de Manlio Fabio como inminente  relevo de César Camacho. 
Donde también podría haber noticias es en la posibilidad de que Adán Augusto López presente una solicitud de licencia al Senado para hacerse cargo directamente en la jefatura de Morena en Tabasco. Los estatutos de ese partido impiden a sus militantes ostentar dos cargos y cada vez hay más indicios de que López Hernández estará de tiempo completo en la entidad. Además se siente más a gusto en tierras chocas. Los prospectos de César Burelo y Rafael Elías quedan en pausa.
Mientras Adán Augusto podría estar preparando maletas para retornar a Tabasco anticipadamente, quien ya se reincorpora al Senado es Humberto Mayans por el PRI. En la Cámara Alta también despacha, por el PRD, Fernando Mayans.
AL MARGEN
LE DECÍA que hay entidades en las que el PAN concentra sus esfuerzos por tener ahí la mayoría de sus militantes. En las elecciones internas del 2014 Gustavo Madero obtuvo mayoría en cinco de seis estados con más panistas: Jalisco, Veracruz, el Estado de México, Puebla y Nuevo León. Sólo Guanajuato le dio más votos a Ernesto Cordero, pero porque tenía en la fórmula a Juan Manuel Oliva. A Madero lo gobernadores de Sonora, Puebla y Baja California.