CUAUHTÉMOC CÁRDENAS, NUEVO INTENTO;LA DEMOCRACIA AUSENTE EN LOS PARTIDOS

Lunes, 05 de Octubre de 2015 11:25 Editor
Imprimir

 Escala Crítica/Columna diaria

*Retoma su iniciativa “Por México Hoy”, con Encinas y Muñoz Ledo
*El fantasma de los candidatos sin partido, por diversos caminos
*Busca el PAN por lo menos seis coaliciones con PRD para el 2016
 
Víctor M. Sámano Labastida
RESULTA difícil, si no es que imposible, desvincular toda iniciativa de organización de políticos en activo o en receso partidista de los comicios presidenciales del 2018. Así sucede, por ejemplo, con la acción pública y también en reuniones privadas de un grupo de intelectuales y ex funcionarios para defender las candidaturas independientes. Como le comentamos, un segmento de este grupo se deslizó hacia la construcción de una nominación propia “sin partido”.
El pasado fin de semana, un grupo de personajes encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Alejandro Encinas revivieron la “iniciativa Por México Hoy”, anunciada como un intento de “repensar en colectivo el proyecto de nación”. Creada en noviembre del 2014, esta formación no pretende buscar votos, dijo Muñoz Ledo: “Nuestro propósito no es electoral. No somos un partido político, ni estamos por hacerlo ni buscamos candidaturas”.
 
ASPIRAN O SUSPIRAN
POR SUPUESTO que resultaría ingenuo ignorar las aspiraciones político electorales de varios de los convocados. Tal es el caso de Miguel Barbosa, Leonel Godoy, Mario Delgado, Elías Moreno Brizuela, entre otros. Tampoco se puede negar la necesidad de foros y propuestas para redefinir el denominado proyecto de Nación.
Habrá que recordar que durante las campañas del 2000, 2006 y 2012 la coalición de izquierdas elaboró diversos planteamientos en este sentido. Se habló inclusive de un proyecto alternativo de Nación. El propio Enrique Peña Nieto incluye en sus discursos la defensa de un “proyecto de Nación”.
Ahora Cuauhtémoc Cárdenas retoma la necesidad de impulsar una iniciativa popular para reformar el artículo 135 de la Constitución, a fin de convocar un Congreso Constituyente. El tema también de una Nueva Constitución está presente desde hace varios lustros.
Según Alejandro Encinas, actualmente senador y retirado del PRD, la iniciativa cardenista se propone actuar “a través de un frente político y social”, construir una “mayoría social se traduzca en mayoría política”.
Definió que apuestan a algo nuevo frente a “la política ideologizada y fantasiosa de los últimos decenios (a la que) le siguió una política pragmática, anodina y burocrática alejada de los fines democráticos”.
Desde el lopezobradorismo se mira con desconfianza esta propuesta, sobre todo porque ocurre en el contexto de intento de “construir” una candidatura sin partido. ¿Qué tanto y hacia dónde tendrán que caminar las “izquierdas” para que se encuentren?
Recuerdo que en 1988, durante un recorrido que el ingeniero Cárdenas realizó por Tabasco para promover su candidatura del Frente Democrático Nacional le planteé una pregunta que –a mi parecer- sigue sin respuesta: ¿qué hace la izquierda partidista para construir un poder alternativo? No para ganar el poder realmente existente, sino ese otro que no se gana solamente en las urnas.
PARTIDOS A LAS URNAS
A PROPÓSITO de la “construcción del poder”, y de su correlato “construcción de ciudadanía”, dos partidos tienen en breve el desafío para demostrar qué tanto confían en la capacidad de sus militantes para ejercer la democracia. El PAN a nivel local y Morena a nivel estatal y nacional.
Los aproximadamente dos mil panistas tabasqueños tendrán que elegir a su dirigente estatal en noviembre próximo, después de que sus votaciones nacionales pasaron por lo menos en la entidad con más pena que gloria.
El domingo próximo les tocará ir a las urnas a los 200 mil inscritos en Morena en Tabasco. En todo el país calculan tener poco más de un millón de militantes. Un problema que no ha podido resolver este partido es la confiabilidad de su padrón. Hay dirigentes o militantes destacados que no aparecen en los registros a pesar de haber cubiertos los trámites; otros temen que –como también se denunció en el PAN- haya una “inflación” amañada de inscritos.
La cuestión sigue pendiente: sobre si los partidos están preparados para la democracia interna. O por lo menos si se conciben con escuelas de democracia.
 
UNA ALIANZA A FAVOR DE…
AUNQUE la intención de un segmento del Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue establecer un puente para una eventual coalición con el Partido Morena de López Obrador, todo indica que será el Partido Acción Nacional (PAN) el más beneficiado con la política de alianzas de los solaztequistas. 
Como sucedió en el 2010, transcurridos seis años de aquellas alianzas que dieron al bloque PAN-PRD las gubernaturas de Oaxaca, Puebla y Sinaloa, ahora los panistas buscan aprovechar el rechazo de Morena a las coaliciones con la “izquierda” partidista para repetir su frente con los solaztequistas en Oaxaca y Puebla –en una gobierna Gabino Cué, de Convergencia-MCD, y en otra el panista Rafael Moreno Valle-, al tiempo que pretenden un bloque anti PRI en Durango, Veracruz, Tamaulipas e Hidalgo.
Serán doce las gubernaturas en disputa. En  siete de las entidades, el PRI obtuvo ventaja en las votaciones recientes de junio de este año. Sólo en una, Aguascalientes, el PAN superó al tricolor.
Es posible que con un nuevo actor en la contienda, el partido de López Obrador, la distribución de los sufragios cambie. Aunque en el papel la ventaja aparece para el PRI que seguramente irá en las 12 entidades con su tradicional aliado PVEM. En la agenda del tricolor también figuran acuerdos electorales con Panal, partido que tiene su base de activistas en el magisterio del SNTE.
Si se considera que uno de las condiciones centrales de la coalición PAN-PRD es que el partido con mayor presencia en una entidad tenga prioridad para proponer candidato, la ventaja la tiene el blanquiazul. Una fracción importante de los votos del PRD se ha ido a Morena.
AL MARGEN
LA SOMBRA de las desapariciones forzadas en México es una cuestión que nos afecta a todos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ya considera “alarmante” este fenómeno en México. Como dijo José Carlos Castro, cuya esposa y dos hijas fueron secuestradas en enero de 2011 en Veracruz: “Uno muere de tristeza al no encontrar a su gente; he muerto mil veces y no hallo a mi familia”. La cifra de desaparecidos en nuestro país rebasa las 25 mil personas. Varias de ellas por motivos políticos; otras más por la ausencia del Estado.
La semana pasada los diputados federales acordaron que el 26 de septiembre –aniversario del secuestro y desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa. Guerrero-, será instituido en México como el Día Nacional contra la Desaparición Forzada de Personas. Esa fecha la bandera nacional estará a media asta en todas las plazas y edificios públicos del país, en señal de duelo. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )