*Como en Tabasco, dejan enorme deudas con proveedores locales

*Los candidatos “independientes”, pueden terminar en mera fantasía

*Adán Augusto y Ángel Gerónimo, encabezan corrientes en Morena  

Víctor M. Sámano Labastida

 

EN DICIEMBRE de 2012 la administración gubernamental saliente en Tabasco se comprometió a pagar “hasta el límite de sus posibilidades presupuestarias” las deudas pendientes con acreedores diversos. Ese “límite” fue muy pequeño según los resultados. Un caso especial es el de los casi 2 mil 500 millones de pesos que –de acuerdo al gobierno entrante- reclamaban los proveedores locales de bienes y servicios que quedaron sin cubrirse. 

Le comento que es un caso especial, porque la falta de pago no sólo representó un asunto de tipo financiero; tuvo un impacto social porque la mayoría de los débitos correspondieron a pequeños y medianos empresarios para quienes no cobrar a tiempo significó la quiebra.

El dato más reciente que se tiene indica que la actual administración cubrió la mitad de aquellos adeudos heredados al tiempo que procedió a depurar la cartera de cobradores. Al mismo tiempo se asumió el compromiso oficial de no contraer deudas que no pudiese pagar. 

Lamentablemente, este tipo de adeudo a proveedores, por lo general pequeños propietarios, no es exclusivo de Tabasco.

Un reciente reporte del diario Reforma indica que los gobernadores salientes en otras entidades dejan a sus estados deudas millonarias con los bancos  pero también quedan debiendo carpas, sillas, papelería y hasta comidas. Esto es, a los proveedores locales.

Entre los gobiernos que están dejando deudas a los pequeños empresarios y prestadores de servicios están los que dejan el cargo en Michoacán, Nuevo León y Colima, Salvador Jara, Rodrigo Medina y Mario Anguiano, respectivamente.

En Michoacán, estado sumido en una profunda crisis de seguridad y gobernabilidad que obligó a colocar mandatario interino y un polémico comisionado federal, queda una deuda a proveedores por ocho mil 484 millones de pesos. En Nuevo León se deben 4 mil 409 millones y en Colima un mil 175 millones de pesos.

Se supone que este tipo de deudas deben ser pagadas en menos de un año, pero por lo general los plazos se alargan y quienes creyeron hacer buenos negocios con el gobierno terminan quebrados.

Este tipo de deudas tienen un grave impacto social, porque varios de las pequeñas empresas, por lo general empresas familiares, tienen que cerrar y dejar a cientos o miles sin empleo.

Controlar el endeudamiento de los gobiernos, sobre todo en los estados y municipios, se ha vuelto una necesidad porque no sólo hipoteca a la administración sino que afecta directamente a las empresas y al empleo. Eso de vivir de prestado o vivir de fiado termina por conducir al desastre. Ya ni le cuento los adeudos totales que tienen los gobiernos, como en el caso de Nuevo León donde se asegura que la hipoteca del presupuesto equivale a cien mil millones de pesos, 25 por ciento más que el total de los recursos para el 2015 en esa entidad.

LA BRONCA CIUDADANA

EL TAMAÑO de la frustración es proporcional al tamaño de las expectativas. Ocurre sobre todo porque en campaña los aspirantes a gobernar ofrecen cubrir metas que no consideran ni las condiciones en que recibirán la administración, ni sus propias capacidades como tampoco las cambiantes circunstancias. Esto podría pasar con el empresario Jaime Rodríguez, conocido como El Bronco, quien asumió el domingo como gobernador de Nuevo León.

Ganó las elecciones como candidato independiente. Derrotó a los abanderados de los partidos tradicionales, el PRI y el PAN.

Aunque militó durante más de 30 años en el PRI, renunció al tricolor para convertirse en el primer candidato sin partido que gana una gubernatura. Es el primer “candidato independiente” que logra esto.

Ante el descrédito y desgaste de los partidos, muchas expectativas han despertado los llamados candidatos independientes. Por lo general son políticos o lo serán que habiendo militado en un partido deciden declararse independientes para buscar una nominación. Antes de que existiera la figura de candidato independiente lo que hacían los aspirantes no admitidos en su partido era saltarse a otra agrupación con registro. 

Seguramente habrá en el 2018 candidatos independientes a la presidencia y también a la gubernatura de Tabasco. Buscarán aprovechar la desconfianza en los partidos.

Podemos anticipar que contra la opinión publicada no son las personas por sí solas quienes harán la diferencia en la forma de gobernar. Mucho menos si no tienen la camisa de fuerza de una responsabilidad institucional.

Tenemos dos ejemplos notables en el país. 

Uno es el caso de Vicente Fox, que aún cuando llegó al poder bajo la bandera del Partido Acción Nacional, se comportó siempre como un personaje sin partido, pero también sin proyecto.

El otro caso se empieza a mostrar con el mencionado Jaime Rodríguez (El Bronco), quien apenas llegado al gobierno comienza a decepcionar por sus desplantes populacheros y por su intención de ser candidato a la presidencia.

Los gobernantes primero tienen que ocuparse de hacer bien su trabajo antes de ambicionar otros cargos. Pero el problema de fondo está en los ciudadanos, en el uso de instrumentos legales y políticos para exigir resultados.

ADÁN Y GELO, ¿CORRIENTES?

AUNQUE había señales de una planilla única en la contienda por la dirigencia estatal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tabasco, finalmente serán dos bloques los que compitan primero por la colocación del mayor número de consejeros en las votaciones del domingo próximo y después por la elección del nuevo dirigente y del presidente del Consejo Político del partido lopezobradorista.  

Serán Adán Augusto López Hernández y José Ángel Gerónimo (Gelo), quienes encabecen cada una de las planillas. El domingo próximo cada uno buscará colocar a sus representantes en la votación de 60 consejeros, diez por cada uno de los seis distritos que corresponden a Tabasco.

Adán Augusto fue designado por López Obrador como su representante personal en la reorganización de Morena en la entidad, en tanto que Javier Núñez López quedó como delegado nacional de ese partido. En estricto sentido estatutario Octavio Romero sigue siendo presidente del Consejo Político y Javier May dirigente estatal. 

José Ángel Gerónimo, quien forma parte del bloque de Romero y May –se afirma que en Morena no hay corrientes-  decidió competirle al senador López Hernández la nueva dirigencia. Como le había adelantado, hasta ahora el único consenso de los dos grupos parece ser impulsar al ex candidato a diputado federal José Eduardo Beltrán para encabezar el futuro Consejo Político morenista en Tabasco. “Chelalo” Beltrán es actualmente miembro del Consejo Consultivo de Morena a nivel nacional. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )