*Horas de incertidumbre: se fue Erubiel y llega Miguel Valdivia

*Encamina el tricolor a un acuerdo con PVEM; PAN se abre a PRD

*La batalla estratégica por las ciudades capitales; hegemonía del PRI

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

AUNQUE parecía que en el PRI tabasqueño habían aprendido la lección del 2012, ahora la historia parece repetirse: cuando ya comenzó la contienda por la alcaldía de Centro –sus rivales PRD y Morena están en precampaña-, el tricolor tiene que cambiar dirigente y surge una nueva aspirante a la candidatura que es vista como la abanderada de la “línea” del CEN partidista. Miguel Ángel Valdivia asume el cargo que tenía Erubiel Alonso y la diputada Liliana Madrigal se anota en la lista de aspirantes junto a Evaristo Hernández, Adán Hernández Balboa y Francisco Celorio.

Resulta evidente que en el PRI tabasqueño la derrota del 2012 le quitó el eje articulador que era la gubernatura del estado, en donde despachaba lo que la tradición denominaba “primer priista” de la entidad. Un gobernador que hacía de juez y árbitro. En la dinámica del propio tricolor se supone que al ganar la Presidencia de la República el mando se traslada al centro del país, en especial a Los Pinos.

Si bien es cierto que esa “crisis de costumbres” –la del mando centralizado- fue evidente desde la sucesión de 1988, se agudizó en los doce años que el tricolor se mantuvo fuera de la presidencia. Primero con la derrota de Francisco Labastida y posteriormente la de Roberto Madrazo. Hay que decir que desde muchos años antes, el comportamiento de los priistas tabasqueños tampoco era muy ortodoxo; desde hace varias décadas hay grupos que buscan ejercer su autonomía, ya sea con argumentos ideológicos, otras por simple interés de poder y economía. 

Los dos sexenios de gobierno panista trasladaron en casi todo el país el poder central del priismo a los estados. Hay estudiosos que hablan de una “feudalización” del sistema mexicano. El PRI estaría en un proceso de reconstrucción de aquel viejo centralismo, pero en condiciones más complejas. Complicado aún más en Tabasco, donde el tricolor perdió la gubernatura precisamente cuando recuperaba la Presidencia.

Ayer, después de unas horas de confusión, el tricolor tabasqueño informó que Miguel Ángel Valdivia de Dios, a quien habían propuesto para integrar el Concejo Municipal de Centro, será el nuevo dirigente encargado de conducir la selección de su candidato a la alcaldía y, por supuesto, las negociaciones de un pacto electoral con el Partido Verde. Acuerdo que en realidad se cocina en el Distrito Federal. Se dice que la llegada de Valdivia de Dios es parte de ese acuerdo.

Fue tal el enredo entre los priistas tabasqueños, como si no tuvieran un proceso electoral en puerta, que sin dirigente y sin candidato(a), y hasta se puede decir que sin partido, terminaron involucrando a Georgina Trujillo y Humberto Mayans, a quienes les achacaron el “destape” de Liliana Madrigal. La diputada y el senador negaron cualquier participación en esta feria de malentendidos.

Mientras tanto, Gerardo Gaudiano por el PRD y Octavio Romero por Morena iniciaron desde el fin de semana pasado sus caminatas para promover sus seguras candidaturas. ¿El PRI?, apenas lanzará su convocatoria.  

EL CENTRO DE TODO  

LA BATALLA por las ciudades capitales se ha convertido en una premisa lógica para los dirigentes partidistas…que busquen ganar elecciones. Es cierto que hay otras urbes que tienen una alta concentración poblacional. Por ejemplo, hay once ciudades en donde radican 41 de cada cien habitantes, pero hay unas cien ciudades que tienen entre cien mil y un millón de habitantes cada una. Pero la actividad política y económica está en las capitales. 

En marzo próximo se realizarán elecciones para presidente municipal de Centro, Tabasco, ayuntamiento cuya sede es Villahermosa y que hasta diciembre de 2015 era una de las cuatro  ciudades capitales gobernadas por una autoridad surgida del PRD (sólo dos con su mayoría). Como usted sabe, al frente estaba Humberto de los Santos quien aún con todo su historial de militancia priista renunció a ese partido en marzo del 2012, unos tres meses antes de los comicios en los cuales fue postulado por una coalición del PRD, PT y PMC. 

El otro gobernante bajo la bandera del PRD y que aún está al frente de una ciudad capital es Miguel Ángel Mancera Espinosa en el Distrito Federal, sin embargo tampoco está afiliado al solaztequismo; aunque su historial político lo vincula a las izquierdas.

Comento lo anterior amable lector porque aunque es asunto conocido me permite ofrecer el contexto para una cuestión de interés para Tabasco: la contienda por la capital del estado.

Una revisión superficial de los gobiernos de las ciudades capitales nos arrojan datos interesantes. De las 32 urbes que son asiento de los poderes estatales en igual número de entidades observamos que 12 están bajo administración del PRI, dos por una coalición PRI, PVEM y Panal y una por la coalición PRI-PVEM.

El otro partido que destaca por el número de capitales que gobierna es el PAN que tiene bajo su administración ocho grandes urbes, además de una en coalición con el PRD y otras más con los mismos solaztequistas pero también con Panal y un partido estatal.

El PRD, además de Villahermosa –que concluyó en diciembre- y el Distrito Federal, tiene otra capital más en coalición con el Partido del Trabajo (San Luis Potosí) y la mencionada con el PAN (Tepic).

El PVEM por sí sólo gobierna una capital, también tienen una cada uno el PMC y el PSD estatal; hay otra urbe (Morelia), bajo el mando de un ex militante panista declarado independiente.

Por lo general se ha puesto énfasis en los estados que gobiernan los partidos, pero no se debe perder de vista que salvo excepciones en las ciudades capitales se concentra el mayor número de habitantes y de potenciales electores. 

Algunas de las capitales estatales pueden cambiar de signo político este año, cuando en junio se realicen elecciones. Porque incluyen también las alcaldías.

Si tomamos en cuenta el número de capitales que gobiernan los partidos podemos ver fácilmente que el PRI y el PAN cuentan con una mayor presencia, lo que amplía su potencial competitivo. No es el caso, por supuesto,  en Villahermosa. Aquí el PAN no ha logrado conectar con los electores; la disputa estuvo centrada en los años recientes entre el PRI y PRD, pero en las más recientes elecciones anuladas se dibujó otro panorama con cuatro fuerzas altamente competidas.

Ahora Villahermosa se convirtió en un laboratorio de la competencia partidista: el PRD tratará de retener la capital en unos comicios extraordinarios, en tanto que el PRI tratará de recuperarla y Morena –un desprendimiento del PRD- ve la oportunidad de sumar esta plaza al arsenal del lopezobradorismo. Para todos ellos, y para el Partido Verde, los resultados son decisivos rumbo al 2018. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )