*Los partidos le apuestan a controlar la plataforma de votos estatales

*Se consolidan alianzas PAN-PRD; Morena, incógnita de estructura

*En cinco estados no ha habido alternancia; Tlaxcala, una excepción

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

ASÍ COMO las elecciones del 2015, en particular las nueve gubernaturas que estuvieron en disputa, fueron colocadas en la ruta de la gran batalla del 2018, con más razón las de este año cuando estarán en juego 12 gobiernos. Si las de junio pasado tuvieron el ingrediente de los comicios federales –donde se midió la fuerza debutante del partido lopezobradorista Morena-, las que se realizarán en dos semanas definen una serie de alianzas y un reacomodo de fuerzas en medio de una creciente crisis económica y política.

Un hecho curioso y que ilustra cómo se reajustan los políticos y los partidos –aunque no necesariamente indiquen una renovación, hay quienes ven una continuidad del sistema por otros medios- es el hecho de que en nueve de los doce estados donde habrá relevo de gobernadores quienes le pelean al PRI la hegemonía con el PAN y PRD llevan candidatos ex priistas. Esto sucede no sólo con los aspirantes de partido sino también con los llamados independientes. También sucede en algunos casos con Morena.

Según publicó el diario Excelsior (14/III/2016), “sólo en tres entidades federativas los opositores no tienen pasado priista: en Chihuahua, los aspirantes de Movimiento Ciudadano, Cruz Pérez Cuéllar, y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jaime Beltrán del Río, pertenecieron al Partido Acción Nacional (PAN). Aguascalientes y Tamaulipas son los otros dos estados en los que los aspirantes opositores no provienen del PRI”.

Se refiere sobre todo al PAN y PRD partidos que también van juntos en cinco entidades.

 

UNA PESADA HERENCIA

NO ES EL CASO de extrañarse, porque recordemos que el PRI es un partido que se mantuvo como “casi único” durante unos 60 años si tomamos la cuenta su primera derrota reconocida en una gubernatura (1989, Baja California) o más de 70 años si la referencia es la pérdida de la Presidencia (Vicente Fox, 2000). 

De hecho, el Partido Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) tiene entre sus principales dirigentes un importante registro de militancia tricolor. Es producto de rupturas ideológicas –como hecho destacado el neocardenismo de 1988-, pero también de circunstancias coyunturales más recientes. De alguna manera se convirtió en opción de fuga para los inconformes en el tricolor, como antes lo fue –y lo sigue siendo- el PRD. Y en algunos casos el PAN.

Un ingrediente cada vez más notorio en las contiendas electorales son los llamados “independientes” o candidatos sin partido. En nueve de los doce estados irán estas fórmulas que son también un ensayo para el 2018. Pero también en este caso, varios de los sin partido provienen de antiguas formaciones políticas. 

Lo que está en juego para los comicios del junio próximo en 12 estados es el 32% del electorado. Con la definición de estas gubernaturas tan sólo entre 2015 y 2016 se habrán renovado los poderes ejecutivos de 21 estados. Si a estos sumamos los comicios para gobernador en Edomex, Nayarit y Cohuila que se realizarán el año próximo, el total de relevos en la segunda mitad del mandato de Peña Nieto serían 24, suficientes para perfilar las características de la batalla para las presidenciales. 

También observamos que es ocasión para que cada vez más se perfile una coalición más amplia y formal entre PAN y PRD. Lo mismo que oportunidad para que Morena despeje dudas sobre su capacidad organizativa, porque no basta el discurso y el entusiasmo. 

El 5 de junio, en dos semanas más, se votará en 14 entidades incluyendo la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México. Aunque el interés está centrado en las doce gubernaturas, también irán a las urnas para definir los espacios para 388 diputados locales de 12 estados y 548 ayuntamientos de 11 entidades.

Los tres estados clave por el número de votantes potenciales en junio próximo son Veracruz, Puebla y Chihuahua. Aunque ya no hay plazas determinantes o estratégicamente predominantes, sí se puede afirmar que por razones históricas dos de las entidades que cambian gobernador tienen un peso específico: Oaxaca y Veracruz. 

No es de extrañar que en estos dos estados la contienda entre el PRI y Morena se traducirá en una de las etapas más notorias de la confrontación entre Peña Nieto y López Obrador. Sin descontar lo que suceda en la carrera por la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, antes Distrito Federal. La otra batalla significativa será el año próximo por los votos y la plaza del Estado de México.

Como le he mencionado, de las 12 entidades con elección de gobernador en cinco el PRI se ha mantenido en el poder sin alternancia: Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas y Veracruz. 

Tlaxcala tiene una característica especial: siendo un estado pequeño, ahí ya gobernaron el PRI, PRD y PAN.

No sería el caso de Oaxaca, Puebla y Sinaloa donde aun cuando PAN y PRD llegaron al poder mediante coaliciones, el gobierno tuvo predominancia de un partido.

Habrá oportunidad de revisar los números de los partidos en los estados en disputa.

 

AL MARGEN

EN LOS ESTADOS donde compite el PRD con posibilidades de ganar, su dirigencia nacional ha convocado a los gobernadores afines para apoyar a sus candidatos. En Quintana Roo estuvo el gobernador tabasqueño Arturo Núñez, aunque allí va una coalición PRD-PAN con un candidato recientemente salido del PRI. Este acercamiento abrió más la ruta que siguen dos partidos que antes aparecían como antagónicos. ¿Es la puerta del 2018? 

No hay que ignorar que en la reciente elección extraordinaria de Centro, Tabasco, el PAN recibió instrucciones de su dirigencia nacional para respaldar al candidato del PRD. Las coaliciones entre azules y amarillos no son una excepción, representan una tendencia. 

EL 21 DE MAYO se conmemoraron los 80 años del nacimiento de José Carlos Becerra, un poeta que falleció cuando apenas contaba con 33 años de edad. El próximo 31 de mayo será inaugurada la librería del Fondo de Cultura Económica en Villahermosa que llevará el nombre del escritor tabasqueño. Está previsto que al evento acuda el secretario de Educación, Aurelio Nuño. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )