ELECCIONES EN TIEMPOS DE GUERRA: ¿LABORATORIO DE EU?

Lunes, 12 de Diciembre de 2011 00:02 Editor
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Escala Crítica/Columna diaria
*Más de 50 candidatos han renunciado por temor al narco
*Patrocina universidad una investigación en siete estados
*El riesgo de “la ley de la selva”; los pobres, más débiles

Víctor M. Sámano Labastida

AGENTES estadunidenses pasaron de contrabando armas a México, como parte de una “operación encubierta”. Estas armas fueron a dar a manos de narcotraficantes. El programa comenzó en el gobierno de George Bush. Ahora se reconoce que los policías gringos trafican con dinero del narco (lavado) y no sería extraño que también se reconozca que pasaron clandestinamente drogas y personas. ¿Es México un laboratorio?

Sostienen las autoridades estadounidense que de esta manera pueden seguir la pista de las armas, el dinero, las drogas…aunque se les pierdan en el camino. Estas operaciones pueden durar años, según publicó el diario The New York Times. Los experimentos del Pentágono estadounidense podrían abarcar otros ámbitos, como la economía y la política, por ejemplo.

LAS ARMAS Y LAS URNAS
  
EN MICHOACÁN las presiones del crimen organizado llevaron a renunciar a unos 50 candidatos para los comicios de noviembre pasado. Este grave hecho fue confirmado por el presidente Felipe Calderón cuya hermana, Luisa María, fue aspirante a la gubernatura. Desde 2009, en los comicios federales, se advertía que la violencia del narcotráfico ponía en riesgo la realización de elecciones libres en México; en 2010 se llegó al extremo del asesinato de un candidato al gobierno estatal (Tamaulipas).
Comenta el investigador Ernesto Hernández Norzagaray que en los años ochentas lo relevante para los estudiosos de la política nacional fueron los conflictos postelectorales.
En los noventas, el interés se puso en los sistemas electorales y su efecto en los partidos –varias fueron las reformas legales-. Y en la primera década del 2000 destacó la alternancia federal y local, el cambio de partido en el gobierno.
Aunque la alternancia no concluye, hay varios estados que no han tenido un gobierno estatal distinto al PRI, ahora -señala este politólogo -, cuando se tendría que estar analizando la consolidación democrática, “el tema del narco y la violencia (criminal) se hace presente cada día en la vida pública de los mexicanos” y afecta las campañas, los partidos y amenaza a las instituciones.
Hernández  Norzagaray coordinó una serie de investigaciones bajo el rubro de “Elecciones en tiempos de guerra”, con los casos de Baja California, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz (Universidad Autónoma de Sinaloa, 2010). Aquel año 12 entidades tuvieron comicios para gobernador, incluidos Puebla y Oaxaca, donde ganó la oposición al PRI; así como Aguascalientes, Hidalgo, Quintana Roo, Tlaxcala y Zacatecas.
El estudio revisa también Nuevo León, con elecciones en 2009, pero que también tiene altos niveles de violencia; y Baja California, aunque sólo tuvo comicios para diputados locales y alcaldes.
Aunque habrá oportunidad para reseñar algunos de los resultados más relevantes en las entidades estudiadas –como ciudadanos debe interesarnos qué riesgos corre el sistema democrático y de resolución pacífica de de la lucha por el poder-, hoy quisiera destacar la importancia de un estudio serio sobre el comportamiento de los partidos, la población, la autoridad y los poderes extralegales (las bandas criminales), en la organización y realización de las elecciones.

ABSTENCIÓN Y TEMOR

ESCRIBIÓ Hernández  Norzagaray: “La declaración y el ambiente de guerra, instalado en una franja importante del país, alteró las características convencionales de los procesos electorales de manera que en muchos de ellos persisten experiencias inéditas para las que parecen no estar diseñados los sistemas electorales”.
“Son escenarios donde se asesinan candidatos a cargos de elección popular, hay ataques a dirigentes y locales partidarios, flujo de dinero sucio en las campañas electorales, falta de control de todo el territorio, falta de capacitación a funcionarios de casilla, la instalación de urnas en lugares de alto riesgo, etcétera”. (Milenio Semanal, 22/V/2011)
Sostiene el investigador como parte de las conclusiones de la serie de estudios en la que participaron once especialistas en siete entidades: “La violencia influye en el comportamiento electoral de tres maneras, lo que indica que no en todas las entidades estudiadas los ciudadanos actúan igual: 1) Donde el alto abstencionismo ha tendido a estabilizarse, como es el caso de Baja California; el 30 por ciento de participación delata la desafección de sus ciudadanos por políticas incapaces de resolver este problema crónico y otros menos urgentes”.
“2) en Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo e Hidalgo ha venido a menos la participación ciudadana, pues no alcanza 50 por ciento de la lista nominal. 3) En otros hay un incremento en la votación, como en Zacatecas, Oaxaca, Puebla, Veracruz y Sinaloa, que ese año (2010) tuvieron valores cercanos a 60 por ciento, o Tlaxcala, que superó el 63 por ciento de la lista nominal”.
¿Hay más o menos participación electoral por la violencia? ¿Existe una respuesta ciudadana en votos para afirmar su confianza en la democracia como vía para los gobiernos? Aún es difícil saberlo porque hemos visto otros factores que alejan a los ciudadanos de las urnas, como la desconfianza en los políticos y la pérdida de identidad de los partidos.
Ahora que unos y otros actores políticos se acusan de estar involucrados con la delincuencia –y no sólo la criminal sino también otro tipo de conductas ilegales-, vale retomar una advertencia del coordinador del estudio “Elecciones en tiempo de guerra”: la falta de garantías para elecciones libres, seguras y democráticas es un grave riesgo para la gobernabilidad.
Para decirlo en otras palabras: donde las instituciones y las autoridades dejan de ser confiables se corre el riesgo del dominio de la ley de la selva, de la supervivencia del más fuerte. En un país que figura como el segundo con mayor desigualdad entre “el club de los ricos” (OCDE), eso significa un agravamiento de la desventaja para los pobres. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )

 

Última actualización el Martes, 13 de Diciembre de 2011 23:52