*Tricolor, en la recta final para definir programa y candidato

* Desafío partidista: simulación o auténtica revisión de conductas

*Julión: espectáculo, política y delito; la exhibición de los nexos

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

EL PARTIDO Revolucionario Institucional (PRI) inició actividades en sus cinco mesas de debate cuyas conclusiones integrarán la agenda de su Asamblea Nacional número doce. Los encuentros partidistas se realizan en Campeche, Guadalajara, Mazatlán, Saltillo y Toluca. Dos tabasqueños participan como vicepresidentes de las mesas temáticas. Georgina Trujillo, en “Declaración de Principios” y Manuel Andrade en “Rendición de cuentas y ética”.

Ante el análisis de diversos aspectos de la propuesta partidista del tricolor se puede adoptar la actitud de incredulidad de quienes no creen que ese partido pueda cambiar nada de fondo, o conceder que efectivamente en política no hay suicidas –menos en el PRI- y que buscarán los mecanismos para remontar los puntos en contra que tienen en vísperas del arranque del proceso electoral del 2018. Diversas encuestas los colocan en el tercer sitio de la preferencia electoral, aunque por supuesto faltan las campañas.

 

CANDADOS Y CANDIDATOS

 

ENTRE los temas que mayor discusión pública han trascendido se cuenta el de la posible reforma a los estatutos. En particular el artículo 166 donde se establecen los requisitos para ser candidato a la Presidencia. Una corriente oficial insistió en la eliminación de “candados” para que pueda ser postulado un externo, lo que es visto como una modificación a modo que favorecería para José Antonio Meade, actual secretario de Hacienda. No es militante del PRI y goza de las simpatías del capital y de algunos grupos del PAN. 

Otros priistas, como Ivonne Ortega, aspirante a la candidatura, condicionan la eliminación de “candados” a la garantía de un “piso parejo” en la contienda interna y que la nominación del aspirante a la Presidencia por el tricolor surja de una consulta abierta. 

En el extremo del debate, personajes como César Augusto Santiago sostienen que buscar a un externo como candidato obedece a una “lógica oportunista”, y que más bien lo que deberá interesar no son estas “maniobras”, sino qué propuesta presentarán para recuperar la confianza de los electores.

Un tema sin duda primordial, por lo menos como mensaje hacia afuera de ese partido, será para el PRI el establecimiento de mecanismos para sancionar los actos de corrupción en los cargos públicos. Después de la derrota electoral del 2016, el propio dirigente actual del tricolor, Enrique Ochoa Reza, impulsó la expulsión de ex gobernadores con expedientes abiertos por desvío de recursos y saqueo al erario.

En Guadalajara se realiza la mesa “Visión de futuro”, donde se presume que discutirán temas como gobiernos de coalición, regímenes parlamentarios y presidenciales. Lo mismo que respecto a las reformas estructurales impulsadas por Peña Nieto y que causaron inconformidad popular.

La mesa de “Ética partidista y rendición de cuentas” será en Mazatlán, Sinaloa. Impulsaría una especie de tribunal interno contra la corrupción. La “Declaración de Principios” se discute en Saltillo, Coahuila. El “Programa de Acción” fue llevado a la mesa de Toluca, donde sigue la efervescencia por las recientes elecciones.

Según la apreciación de cada cual, pero algunos priistas han considerado que los debates en Campeche respecto a los estatutos partidistas será la que mayor control requiere por parte de la dirigencia de Ochoa Reza.  En el predictamen, de acuerdo a versiones periodísticas, el tema central es el de la candidatura presidencial. Se discuten diversos requisitos así como los candados de 10 años de militancia para quienes aspiren a la candidatura por la Presidencia de la República, gobernador o jefe de Gobierno de la Ciudad de México. 

Como le decía líneas arriba, un asunto que provoca divergencias son los procedimientos para la postulación de candidatos. 

Manlio Fabio Beltrones, a quien consideran cabeza de uno de los bloques que se disputan la hegemonía en el PRI, aseguró que no habrá fractura interna en el priismo…siempre y cuando en las mesas de debate y en la asamblea general se escuchen todas las voces y se llega a acuerdos internos. O sea, lo más obvio.

 

UN ASUNTO TENEBROSO

CADA vez más la política y el delito se entrecruzan. El anuncio hecho ayer por la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, en el sentido de que el futbolista Rafael  Márquez (Rafa) y el cantante Julión Alvarez son testaferros y prestanombres del narcotraficante Raúl Flores Hernández, tendrá un impacto político impredecible aún. Sobre todo en el caso de chiapaneco Julio César Álvarez Montelongo, conocido en el medio artístico como Julión. Éste por supuesto negó la veracidad de lo expuesto por los jueces de EU. 

El personaje vinculado al movimiento musical conocido como “norteño banda” de los grupos de Sinaloa, mantiene estrecha relación de amistad y negocios con varios políticos especialmente del sureste del país. Apenas esta semana se difundió una fotografía donde el cantante acompaña al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador Manuel Velasco en un recorrido por el Cañón del Sumidero. En 2015 el cantante Julión fue calificado por Peña Nieto como “un gran ejemplo para la juventud mexicana”. Lo menos que puede afirmarse es que hay una falla en los sistemas de información estratégica de la Presidencia. Deben ser en extremo cuidados sobre quienes figuran públicamente con el mandatario federal. A menos que el Departamento del Tesoro de EU se equivoque…( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )