Los sondeos y la derrota de la política; asamblea, deliberación o publicidad

Miércoles, 30 de Agosto de 2017 00:17 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Más allá de la rebeldía de Monreal: no sólo vencer, sino convencer
*Cuando la mayoría de las candidaturas se deja a las encuestadoras
*Estados Unidos, el huracán Harvey, los recuerdos de Katrina
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
 
 
EN LOS PARTIDOS mexicanos los mecanismos tradicionales para seleccionar a sus candidatos fueron inicialmente la nominación directa –conocida como “dedazo”-, la junta de notables, las asambleas de delegados y la consulta a las bases o la consulta abierta. Actualmente casi todos los partidos utilizan en alguna fase de sus procesos las encuestas o sondeos de opinión para “resolver” lo que internamente no logran por la vía democrática.  De alguna manera fue y sigue siendo una herramienta útil –no la única-, pero como bien se dice: todo por servir se acaba, y acaba por no servir.
El ejemplo más reciente de lo que puede suceder con una encuesta partidista es Morena-Ciudad de México, donde uno de los aspirantes que se consideraba con mayor influencia en el círculo cercano de Andrés Manuel López Obrador y casi el “candidato natural” a la jefatura de Gobierno se declaró en desacuerdo con los resultados oficiales. La cuestión tiene otras implicaciones.
 
POLÍTICA O MERCADOTECNIA
RICARDO Monreal Ávila, jefe de la delegación Cuauhtémoc, no sólo fue superado por Claudia Sheinbaum Pardo, en el dictamen final, sino que se ubicó en tercer sitio por debajo de Martí Batres. Ahora también, queda fuera de la terna para el Senado, en donde se anotaron Batres, Bernardo Bátiz y Gerardo Fernández Noroña.
Monreal puso en duda los resultados de la encuesta, pidió transparencia y reclamó “enmendar las acciones incorrectas de la Comisión Política y el Comité de Encuestas”. Más allá de los arreglos internos, afectos o desafectos, me parece que resulta pertinente adelantar que estamos ante el rápido desgaste de este mecanismo como herramienta única para la toma de decisiones en los partidos. Habrá que anotar que “el comité de encuestas” de Morena es el responsable de todos los sondeos que ese partido hace en el país para sus candidatos.
Los estudios demoscópicos –como también se les conoce-, quedaron desacreditados como métodos de “pronóstico” de resultados electorales y quienes los elaboran prefirieron presentarlos sólo como una muestra del momento. Nunca definitivas.
Un criterio que debe revisarse porque lo más relevante ahora es que casi todos los partidos buscan resolver la mayoría de sus candidaturas por medio de las encuestas. Es el camino que siguen los procesos en los que no hay consenso, acuerdo, votación interna, proyectos estratégicos. Dicho de otro modo: donde falla la política entra la mercadotecnia.
Sin embargo, el desgaste de una herramienta que puede ser útil para la toma de decisiones –pero no la decisión misma-, obligará a los dirigentes y organizaciones partidistas a trabajar precisamente en el objetivo parta el cual reciben recursos públicas: para formar ciudadanos y hacer de la política una ocupación para el bien común. 
Lo que ahora sucede en Morena con Ricardo Monreal –independientemente de los intereses en juego-, es un anticipo de lo que veremos en estos días y que estallará en nuestra débil democracia: las encuestas ya no sirven para decidir o para ocultar decisiones. Donde no hay acuerdo no hay cifra que valga.
 
EL DESASTRE QUE  VIENE
EN EL AÑO 2005 el meteoro Katrina se convirtió en uno de los más devastadores de la temporada de huracanes del Atlántico. Uno de los cinco más mortíferos para Estados Unidos, dicen las crónicas. Más de un mil 800 personas muertas y daños por más de 100 mil millones de dólares. Quedan, como siempre, cifras en la sombra.
Fue en agosto del 2005 cuando se el Katrina se precipitó sobre el sudeste de Luisiana, arrasó las costas del golfo de México desde Florida hasta Texas. El mayor número de víctimas en Nueva Orleans, donde se vinieron abajo su famoso sistema de diques. Las ciudades costeras de Misisipi fueron inundadas.
Ayer, los servicios de emergencia mantenían acciones de alerta y evacuación en varias zonas de Houston, Texas, por el paso del huracán Harvey. Se comienza a hablar de “inundaciones sin precedentes”. Formada como tormenta tropical, el meteoro se convirtió en un poderoso huracán al tocar las costas estadounidenses donde su efectos se comenzaron a sentir el sábado pasado. 
Las imágenes nos recuerdan a Villahermosa por lo sucedido en el 2007, sólo que Houston es una de las ciudades más pobladas de la costa del Golfo en EU, con más de 2 millones de habitantes. La cuarta con más habitantes en Estados Unidos. 
El recuento de los daños en el país vecino aún está en proceso. Los efectos del fenómeno continúan. Hay quienes observan lo sucedido desde la perspectiva de lo que podría ocurrir en Tabasco, aunque prestigiados investigadores de la UNAM señalaron en su momento que en la zona se conjuntaron una serie de factores desde los climáticos hasta la negligencia de los tomadores de decisiones, comenzando por el entonces presidente Felipe Calderón.
Sin embargo, no se deben ignorar advertencias relacionadas con el cambio climático y la ocupación de zonas de riesgo, o la conversión al riesgo en zonas ocupadas. Anotó la agencia Infobae: “Los modelos informáticos que simulan el clima del siglo XXI revelan un posible aumento de la intensidad de los ciclones (vientos y lluvias), y un posible descenso de su frecuencia alrededor del planeta”.
AL MARGEN
 
NO HAY CONDICIONES para que en Tabasco se aplique una ley de reducción de recursos para los partidos, afirmaron Juan Manuel Fócil (PRD) y Jorge Lazo (PRI). Será un tema de campaña. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )