Los del frente, ¿corren mucho?; una breve revisión a la historia

Lunes, 11 de Septiembre de 2017 11:33 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*El Frente Democrático Nacional (1988) dio origen al PRD en México
*En Uruguay, el Frente Amplio (1971) es una coalición en el poder
*Rechazan los dirigentes del PAN, PRD y PMC una fusión en puerta
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LOS ADVERSARIOS de ayer pueden ser los aliados de mañana, se afirma en política. ¿Qué puede unir a los partidos Acción Nacional, de la Revolución Democrática y Movimiento Ciudadano? Los dirigentes de estas organizaciones registraron ante el Instituto Nacional Electoral (INE) un “Frente Ciudadano por México”, el 5 de septiembre reciente. Es una formación “no electoral”, aclararon, que tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024. La coalición electoral para las elecciones del 2018, si fuera el caso, sólo se podrá registrar en noviembre, de acuerdo al calendario del INE.
A reserva de revisar qué entienden Ricardo Anaya (PAN), Alejandra Barrales (PRD) y Dante Delgado (PMC), por este frente, invitaría a los lectores a un sintético recorrido por algunos de los proyectos de unidad pluripartidista en el país.
 
PARTIDOS CONFEDERADOS
 
ES CIERTO que el actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), surgió de una coalición de decenas de pequeños partidos, grupos, liderazgos y cacicazgos regionales que dieron origen al Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1929; lo mismo que en 1991 el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fue resultado de una confederación de organizaciones y pequeños partidos identificados con la oposición al PRI desde la izquierda. No califico este proceso como una fusión, porque hemos observado que al interior del PRI y PRD siguen existiendo remanentes de las corrientes que les dieron origen. 
El PAN, surgido en 1939 en abierta oposición al “izquierdismo” del PNR y contra los postulados “radicales” de la Revolución Mexicana, tuvo una característica más homogénea…hasta su masificación en este siglo. 
Me parece que uno de los partidos de más reciente registro, Morena, sigue el camino del PRI y PRD; más que una fusión de corrientes y grupos en torno a un proyecto común, se observa una especie de frente en torno a un liderazgo y una candidatura –de Andrés Manuel López Obrador-, y en torno a las candidaturas que de este movimiento puedan obtener. No ignoro que, como en todos los partidos, hay una franja que busca de manera auténtica una propuesta alternativa.
SACRIFICIOS PACTADOS Y NO
AUNQUE hay una historia de alianzas, coaliciones, asociaciones, entre grupos y partidos en el país, opino que los más recientes intentos tienen de modelo el Frente Amplio de Uruguay, surgido en 1971 que agrupó a las más diversas corrientes para oponer una fuerza organizada electoralmente contra la dictadura militar en aquel tiempo en ese país. Lo constituyeron comunistas, socialistas, nacionalistas liberales, demócrata cristianos, militares nacionalistas.
Mi afirmación se basa en los testimonios de uno de los más importantes promotores del diálogo multipartidista y de la opción del centrismo político que ha tenido México en las décadas recientes hasta su fallecimiento: Manuel Camacho Solís. Aunque antes de que Camacho Solís promoviera abiertamente un Frente Amplio de las izquierdas y centro izquierdas, en 1988 de manera coyuntural –obligado por las circunstancias- se constituyó el Frente Democrático Nacional de apoyo a la candidatura (sin partido) de Cuauhtémoc Cárdenas, quien había renunciado al PRI junto a otros miembros de su corriente (CD).
Como es sabido, el FDN se integró al calor de las elecciones presidenciales de aquel año. Partidos tradicionalmente aliados al PRI vieron en la candidatura de Cárdenas la posibilidad de proyectarse electoralmente y de reclamar los espacios que el grupo dominante en el tricolor les negaba. Ocurrió con los partidos Auténtico de la Revolución Mexicana, Popular Socialista, Socialista de los Trabajadores (que convenientemente cambió su nombre a Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional) y hasta el Verde Mexicano (actual PVEM).
Pero también la histórica oposición de izquierda agrupada en el Partido Mexicano Socialista sacrificó a su candidato Heberto Castillo, para darle el respaldo a Cárdenas Solórzano. Habrá oportunidad de revisar en otra colaboración  este “frente” (PMS). 
El Frente Democrático (FDN) tuvo vigencia para las elecciones de 1988; pasadas las votaciones el PARM, PPS, PVM, volvieron a sus viejas prácticas hasta desaparecer, en tanto que el PST-PFCRN buscó cobijo en una nueva agrupación, el partido surgido del FDN, el PRD donde los socialistas y comunistas del PMS mantuvieron su dinámica de unidad, y los disidentes de la Corriente Democrática del PRI lograron su hegemonía política.
AL MARGEN
EN UNA CONVERSACIÓN reciente con los dirigentes en Tabasco del PRD, Candelario Pérez, y del PAN, Francisco Castillo, les hice lo que califiqué como una “pregunta provocara”: ¿Hay en el futuro una fusión PRD-PAN? Sonrieron y respondieron por supuesto que no, que cada partido mantenía su identidad.
Es cierto que PAN y PRD han hecho otras alianzas electorales y asociaciones políticas –inclusive con el PRI como sucedió con el Pacto por México-, pero es la primera vez que se plantean un objetivo tan ambicioso como riesgoso: un frente nacional junto al grupo de Dante Delgado.
Viene a mi memoria, le decía, lo sucedido después de las elecciones de 1988 cuando de un frente surgió un nuevo partido…sacrificando a los más pequeños. Esta vez no sucederá, aseguran Anaya, Barrales y Delgado; pero cada uno de los grupos que componen el FCM buscarán el máximo beneficio para sus filas. Obvio, sostengo, porque en política no hay muerte consentida, ni suicidio gratuito. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )