PRD tabasqueño, sus reacomodos; batalla por la sucesión y por el partido

Lunes, 06 de Noviembre de 2017 23:17 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Con el tiempo en contra, el perredismo busca reagruparse
*Las corrientes, grupos y bloques; pactos circunstanciales
*Darvin González, un fundador a quien no se le conoce “tribu”
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EL FIN DE SEMANA ocurrió una destitución largamente anunciada (y un conflicto largamente postergado): Candelario Pérez Alvarado fue cesado en su cargo como presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRD en Tabasco, por 133 votos de los consejeros presentes en una asamblea general; sólo se registró una abstención. Si tomamos en cuenta que el Consejo Político solaztequista tiene 197 integrantes, se observa que no asistieron 63 quienes podrían estar identificados con Juan Manuel Fócil Pérez, representante en Tabasco de ADN (Alternativa Democrática Nacional).
A primera vista estaríamos ante el choque de dos bloques: ADN, también conocidos como Los Focilistas, y Nueva Izquierda, a quienes se sumaron los que podríamos designar como Los Nuñistas, aunque el gobernador Arturo Núñez rechaza estar promoviendo corriente alguna. Sin embargo, esta apreciación del choque de dos “corrientes” no es necesariamente cierta. Ya le comentaré por qué.
En la misma sesión del sábado pasado, los consejeros perredistas votaron “de manera unánime” –según las crónicas-, para elegir como dirigente interino a Darvin González Ballina, quien ya había ocupado la presidencia estatal solaztequista a principios de los años noventa, como relevo de Andrés Manuel López Obrador su primer dirigente.
 
CORRIENTES, TRIBUS, BLOQUES
 
VEAMOS. Si nos atenemos a las planillas que se registraron en la elección interna del 2014, el PRD tabasqueño tenía por lo menos unas siete “expresiones” políticas –llamadas corrientes o tribus-. Entre las que obtuvieron suficientes votos para contar con consejeros se mencionan: Alternativa Democrática Nacional (ADN-Focilistas), Nueva Izquierda/Unidad Tabasco (NI), Vanguardia Progresista (VP), Foro Nuevo Sol (FNS), Izquierda Democrática Nacional (IDN), Patria Digna/Democracia Social (PD). 
He comentado aquí que en realidad en el PRD tabasqueño no existen propiamente las “corrientes”, porque ese partido tuvo un liderazgo hegemónico en sus inicios con Andrés Manuel López Obrador, al contrario de lo que sucedió en la capital del país donde la integración del nuevo partido en 1989 fue resultado de la suma de organizaciones como el PSUM, PMT, PST, PCM, Corriente Democrática, entre muchos otros. En el núcleo nacional sí se podían distinguir comunistas, socialistas, socialdemócratas, cardenistas, nacionalistas, pro guerrilleros, etcétera.
No ocurrió así en el caso de Tabasco donde el eje fundador fueron disidentes priistas, algunos líderes sociales y campesinos y pobladores sin partido. Esto hace que en la entidad lo que conocemos como “corrientes” y tribus sean muy maleables, coyunturales o camaleónicas. Todavía en el 2013 existía en el PRD un grupo calificado como “Obradorista” –hegemónico durante más de diez años, encabezado por Octavio Romero, Javier May y Rafael Elías Sánchez, al mismo tiempo que se habló de los “Hermanos López” (en los medios calificados como Rosalindos, que sin embargo hacían una distinción entre los agrupados en torno a Adán Augusto y quienes aglutinaba su hermana Rosalinda). 
Estos núcleos que se difuminaron o escindieron con el surgimiento de Morena, realizaron alianzas que en este momento se antojarían improbables: Romero y May llegaron a construir coaliciones con Fócil Pérez para derrotar a los López Hernández quienes se asociaron con los llamados “Fundadores”, en especial con Auldárico Hernández  y Pablo Rodríguez. Posteriormente, y de manera temporal, Darvin González simpatizó con Rosalinda López. 
Esta última categoría de “Fundadores” tampoco ha permitido caracterizar a una corriente o grupo, porque allí mismo se incluye a personas con diverso perfil y conducta como Darvin González, Nidia Naranjo, Dorilián Díaz o Enrique Fernández; o líderes tan distantes como el recientemente fallecido Wilbert Narváez o el profesor Rodolfo Lara. En las comunidades por supuesto que hay una larga lista de anónimos militantes constructores del perredismo.
Es tan cambiante el panorama de lo que se quisiera ver como corrientes que Hernández Gerónimo y Rodríguez Bonfil, que inicialmente aparecieron como representantes de Nueva Izquierda, en abril de este año formaron un nuevo grupo: Los Galileos, agrupación fundada por Guadalupe Acosta Naranjo, de una fractura de Los Chuchos de NI.
Caracterizar la actual confrontación pública en el PRD tabasqueño como una lucha de corrientes resultaría inexacto. Lo que sí puede observarse es que en el 2012 la construcción de la candidatura de Arturo Núñez incorporó nuevos elementos de unidad y tensión a las diversas tribus solaztequistas. Aunque Núñez ha dicho que nunca intentó formar una corriente o grupo en el PRD, la dinámica de ese partido llevó a que quienes antes eran parte de la Agrupación Pino Suárez buscaran espacios de decisión en esta organización. 
Se hizo más evidente en el proceso de la sucesión gubernamental y en la lucha por los cargos de elección popular en el legislativo y los municipios. Estamos ante una nueva integración de las alianzas internas del partido en el gobierno. No hay que ignorar que aun cuando el PRD tabasqueño no responde a la inercia de las corrientes nacionales NI y ADN, tampoco puede ser ajeno a los acuerdos en la cúpula. 
 
AL MARGEN
EL EX DIRIGENTE del PRD Candelario Pérez acudió a los tribunales federales para impugnar su destitución. Será importante conocer el criterio de los magistrados. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )