Confianza en la democracia, constructores y demoledores; el perjuicio de las dudas

Jueves, 15 de Marzo de 2018 00:38 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*De cada cien, 38 no creen que la democracia electoral sirva
*Partidos y candidatos, sacan ventaja de la mala percepción
*No habrá debates intercampañas; en campaña, cuando mucho tres
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
 
EL PRESIDENTE Consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova Vianello, reconoció que siete de cada diez mexicanos no confían en que las elecciones sean limpias y transparentes. Esto sucede, dijo, aún cuando el árbitro electoral ha recibido reconocimientos en el extranjero y es invitado a asesorar otros procesos. Pero esta desconfianza tiene mucho que ver con la propia campaña de los partidos, los cuales por lo general ponen en duda la imparcialidad y profesionalismo del servicio electoral…con razón, y sin ella.
Con razón, porque existen precedentes de una actuación parcial o por lo menos polémica en la calificación de las anomalías. Hay, se duce, distintas varas para medir. Pero también partidos y candidatos buscan sembrar la desconfianza para poder arremeter contra los resultados en caso de no ser favorecidos. Es un esquema permanente de jalones y estirones.
 
EL MEDIO AMBIENTE
 
RECIENTEMENTE el gobernador Arturo Núñez pidió a todos los actores involucrados un esfuerzo para contribuir a la “construcción de un ambiente” que permita la realización de un “proceso electoral ejemplar”.  Difícil de cumplir, pero no imposible. Sin duda que el proceso electoral se juzga en todas sus partes, especialmente en la conducta de partidos, candidatos y autoridades. Por lo general, hay que decirlo, a pesar de un promedio de abstención del 40 por ciento, es la población la que da muestras de un loable comportamiento el día de los comicios.
Ese 40 por ciento en promedio que no acude a las urnas –en algunos casos excede el 50 por ciento, pero sobre todo en los comicios intermedios-, resulta casi similar a las personas que de acuerdo a sondeos y encuestas “no cree en la democracia”. 
Se me dirá, y con certeza, que participar en las elecciones, hacer campañas, ser candidatos, militar en partidos, no necesariamente significa creer en la democracia. Lamentablemente, muchos de los actores directos creen en el poder, no en el voto libre, universal y secreto.
De acuerdo a Córdova Vianello, estudios recientes indican que el porcentaje de quienes “confían en la democracia” pasó de 48 por ciento al 38 por ciento, una caída del 10 por ciento.
Pero no sólo eso, también esta desconfianza le pega a las instituciones como el INE. A lo que podríamos denominar “la institución de instituciones”.
Tanto Córdova Vianello como Núñez Jiménez sostienen que sí hay condiciones para el voto libre y secreto, porque durante más de tres décadas se ha construido un andamiaje para evitar el fraude electoral. 
Existe, por otra parte, un desencanto, porque la existencia de más partidos; la multiplicación de árbitros y vigilantes, la competencia formal más agudizada, no se ha reflejado en un sistema que mejore la calidad de vida de las mayorías. Se dice que la democracia no lo puede todo, pero esta debe expresarse en un sistema económico más democrático. Verdad de Perogrullo.
 
 
DEBATIR O NO DEBATIR
AUNQUE el INE los prohibió, y el tribunal electoral rechazó la limitación impuesta, los candidatos a la Presidencia –y también los aspirantes a la gubernatura- no acudirán a debates en este periodo de intercampañas. De hecho, durante las campañas tanto federales como estatales, algunos de ellos –en especial Andrés Manuel López Obrador- han anunciado que sólo participarán en los establecidos por la ley.
Cuando algunos grupos de comunicadores, académicos y corporaciones empresariales, se mostraban interesados en  organizar encuentros cara a cara entre quienes buscan el voto, esa posibilidad se esfumó. 
El candidato del PRI, José Antonio Meade, anunció que no participará en los debates de intercampaña si se niega a hacerlo López Obrador. Éste, por su parte, ya fue enfático: que sólo se enfrenten Meade y Ricardo Anaya.  
En el plano estatal, sólo la candidata del PRI a la gubernatura, Georgina Trujillo, propuso ampliar el abanico de los debates a seis. El abanderado de Morena, Adán Augusto López, siguiendo la política de su dirigencia nacional advirtió que irá a todos los debates…que determine la autoridad electoral. 
El aspirante del PRD, Gerardo Gaudiano, ha dicho que también irá a todas las confrontaciones de propuestas con sus adversarios…pero se puede anticipar que –como casi todos-, buscará cuidar su capital político. Por lo menos en intercampañas guardarán sus armas. La púnica posibilidad es que tengan comparecencias escalonadas ante diversos grupos organizados. Como de alguna manera ya lo están haciendo. Son rounds de sombra.
Sin duda que los más interesados en estos foros públicos son los aspirantes por la vía independiente, Margarita Zavala, Jaime Rodríguez y Armando Ríos Piter, lo mismo que en el plano estatal el representante de Nueva Alianza, Manuel Paz Ojeda. Otro tanto, seguramente, pedirá quien queda como independiente al gobierno local. Se entiende, requieren espacios que hasta ahora han acaparado los tres grandes bloques en la contienda.
Hasta el momento no se ha escuchado, pero ¿a alguien le interesa organizar debates entre aspirantes a diputados locales o a presidentes municipales? En este último caso, mucho ganaría la sociedad si se realizara la confrontación de propuestas –cara a cara- de quienes buscan gobernar cada uno de los 17 municipios. Las elecciones deben ser algo más que la movilización de estructuras.
 
AL MARGEN
 
Dijo Stephen Hawking: “El peor enemigo del conocimiento no es la ignorancia, es la ilusión del conocimiento”. El científico británico falleció a la edad de 76 años. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )