*El sufragio expresa un estado de ánimo, un sentimiento: Seoane

*“La clase política no está entendiendo lo que sucede en México”

*Logra Tabasco disminuir la incidencia delictiva, pero falta más 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

NO HAY que tenerle miedo a la democracia sino a la violencia real y a la falta de democracia, afirmó el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente durante la presentación de su libro “La sociedad dolida. El malestar ciudadano”, en Madrid, España. Habló de lo que podríamos calificar como una aportación a la clasificación y comprensión de la conducta ciudadana: “el voto terapéutico”.

No es, en estricto sentido, una innovación de De la Fuente. Ya en el año 2000, en un texto publicado en el diario El País (Madrid), Julio Seoane escribió sobre el “carácter expresivo y terapéutico del voto”. Mientras el especialista mexicano coloca a este tipo de sufragio como una expresión de inconformidad, como un desahogo, el catedrático español había anotado: “Antes el voto significaba la adhesión a los demás, a una ideología, sumarse al bien común. Pero ahora se subjetiviza y nos preguntamos qué aporta a nuestra personalidad”. 

Proseguía Seoane: “El voto se convierte así, también, en expresión de la identidad personal, porque ya somos adictos a nosotros mismos hasta en el voto. Si fue necesario trivializar la política para que llegase a la mayor cantidad posible de ciudadanos, era inevitable que al mismo tiempo se personalizara también para conseguir una motivación general. El voto, por tanto, se aleja poco a poco de contenidos y de candidatos para centrarse en uno mismo, es decir, en todo lo contrario a programa, programa, programa. Porque el voto se piensa, el voto se quiere pero, además, el voto se siente”.

 

UN MÉXICO ANGUSTIADO

VUELVO a De la Fuente y a la presentación de su libro, en donde también estuvo el ex dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González. Dijo el ex rector de la UNAM en el contexto de las elecciones del primero de julio: preocupan “algunas voces que parecen tenerle miedo a la democracia. Yo le tengo miedo a los golpes de Estado, a las juntas militares, a las Estados totalitarios, pero no a la democracia, que es nuestra mejor opción ante un México que está dolido por la violencia, que vive deprimido y angustiado por la violencia e irritado por la corrupción”.

Recordemos que De la Fuente no es sólo un político y destacado académico, sino también especialista en psiquiatría. Su libro, presentado en México en febrero pasado pero con poca repercusión que no corresponde a la importancia de la obra, explora a nuestro país como un organismo enfermo, de manera que lo aborda desde el terreno de lo psicosocial para tratar de explicar el malestar a partir de la violencia, la inseguridad, la corrupción, el desempleo.

Para el también ex secretario de Salud (1994-1999), la clase política mexicana no ha comprendido la magnitud del problema en nuestro país. Escuchamos –dijo- “una y otra vez estos comentarios del gobierno, en el sentido de que no valoramos los grandes avances que ha habido, que vemos las cosas al revés. Y yo le contesto a esta propaganda oficial: ¿por qué no mejor tratan de entender cuáles son las razones y las causas que subyacen al malestar?”.

Hay varias cuestiones en la reflexión de De la Fuente sobre la que deberían detenerse y meditar los ciudadanos y sobre todo los políticos, pero destaco una que también refirió en entrevista con la agencia Apro: la violencia que actualmente pareciera estar relacionada con el proceso electoral va más allá. México –afirmó- vive una epidemia de violencia colectiva que no sólo afecta a los políticos sino a toda la población.

Una conclusión de De la Fuente: el malestar social “no se ha quedado como tradicionalmente en la victimización y en el lamento”, sino que amplios sectores se han dado cuenta “que en la medida en que puedan incidir en su futuro, eso les resulta más terapéutico. Por eso yo creo que el voto del 1 de julio va a ser terapéutico”, el desahogo de un malestar.

Dijo que no ve el riesgo de un colapso o de un estallido social, pero que será necesario un amplio diálogo como principal antídoto para reconstituir el tejido social. El voto puede ser un bálsamo, subrayó.

COMBATE A LOS DELITOS

 

TABASCO logró una sensible disminución de la incidencia delictiva en el mes de abril con relación a marzo, sostuvo la vocera de seguridad Lucero del Alba Aquino, tomando como referencia las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En el reporte que se emite mes con mes, se pasó del lugar 15 a nivel nacional con 4 mil 564 delitos en marzo al lugar 11 con 3 mil 910 ilícitos registrados durante el mes de abril. 

Aunque las tendencias obedecen a diversa causas, esperemos que se mantenga la tendencia a la baja. Aquino explicó que los resultados obedecen a un conjunto de varios factores como la coordinación entre las diversas autoridades, una mayor colaboración ciudadana en la denuncia lo que permite una reacción más eficaz e inmediata, a lo que se suma –sostuvo- que se tienen policías mucho mejor preparados.

En enero del 2012 la incidencia delictiva mensual fue de hasta 5 mil 518 casos, con una fluctuación de entre 4 y 5 mil mensuales durante los cinco años transcurridos, hasta que en marzo se colocó en la cifra más baja. Todavía hay mucho qué hacer, pero como referencia le diré que estados como Baja California, Guanajuato y Jalisco tienen hasta tres veces más delitos que Tabasco.  

“Hemos salido del punto más crítico” estimó Aquino Guzmán quien puso énfasis en la necesidad de seguir disminuyendo delitos como el incumplimiento de las obligaciones de asistencia familiar porque es una conducta “que lacera a las familias”, en especial a los niños; pero también tiene repercusiones sociales. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )