Empresarios y partidos, no hay bloques homogéneos; México, sociedad compleja

Viernes, 01 de Junio de 2018 00:55 Editor
Imprimir

 Escala Crítica/Columna diaria

*Entre el tigre suelto y las amenazas de inestabilidad 
*Las elecciones: válvula de escape y un nuevo acuerdo
*Colombia, encuestas, resultados, el voto en blanco
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
 
SI HAY FRAUDE electoral “se va a soltar el tigre”, afirmó Andrés Manuel López Obrador a principios de marzo frente a un grupo de banqueros. De inmediato comenzaron las interpretaciones más diversas de tal manera que el propio aspirante a la Presidencia por Morena y sus portavoces salieron a explicar que no era ninguna amenaza. Comentamos aquí que difícilmente podría ser una amenaza porque el riesgo de parálisis e inestabilidad en el país se ubica en otro frente: el de quienes pueden retirar sus inversiones, paralizar los servicios, provocar la fuga de capitales y la especulación financiera.
Aun cuando nos imaginemos una masiva protesta por un presunto o real fraude electoral, no existen las condiciones en el país para que la movilización popular ponga en riesgo la gobernabilidad. Lo que sí puede ocurrir es que los llamados “poderes fácticos”, aquellos cuyos intereses pudieran resultar afectados por lo que resulte de las votaciones, pongan en jaque a la República. Del tema comentamos en su momento.
Este asunto vuelve a la actualidad y será cuestión central en los próximos días debido a la participación activa de un sector empresarial a favor o en contra de algún candidato. Por una generalización excesiva se habla ahora de “los empresarios”, para decir que están de uno u otro lado; pero el empresariado mexicano es diverso y en algunos casos disperso. 
Hasta los años sesenta y setenta del siglo pasado, el empresariado mexicano se identificaba con el sistema de partido único encabezado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Aunque a finales de los treinta se había fundado el Partido Acción Nacional (PAN), catalogado por algunos como el parrido de la derecha y de los empresarios, no dejó de ser durante casi medio siglo una pequeña organización de cuadros. 
Terminado el ciclo del llamado “desarrollo estabilizador” o “milagro mexicano”, e iniciada poco después la ruptura entre políticos y tecnócratas, los empresarios del país repartieron abiertamente sus simpatías entre el PRI y PAN. Pero también poco a poco los pequeños y medianos inversionistas le fueron perdiendo el temor a una izquierda que dejó de enarbolar la lucha de clases y se planteó la concertación nacionalista. 
Quizá el esfuerzo más avanzado en este sentido fue el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT) fundado en 1974 por el ingeniero Heberto Castillo Martínez. A finales de los ochenta una ruptura en el PRI dio paso a nuevas fuerzas, al mismo tiempo que la desigualdad y la globalización también se reflejó en el empresariado. Tenemos una sociedad más compleja, menos uniforme.
 
PROTAGONISMO DE ENCUESTAS
 
CON INSISTENCIA se ha dicho en estos días que las encuestas fallaron en Colombia al perfilar a un ganador de las elecciones, lo cual es inexacto. Vale mencionarlo porque en México durante el actual proceso de contienda por los votos las encuestas –por lo menos para la Presidencia- se han colocado como actores centrales de la información, los pronósticos y las especulaciones. 
En Colombia, los principales estudios demoscópicos colocaron en la primero y segundo sitio respectivamente a Iván Duque, de Centro Democrático, y a Gustavo Petro, de la coalición izquierdista Lista de la Decencia. Y así fueron los resultados electorales del domingo 27 de mayo. Sólo que al no alcanzar ninguno la mayoría absoluta, se presentarán a una segunda vuelta.
Las encuestadoras dieron el tercer sitio a Sergio Fajardo, y más abajo a Germán Vargas y Humberto de la Calle, tal como ocurrió en las urnas. Ahora Fajardo, el tercer lugar, anunció que votará en blanco en la segunda vuelta del 17 de junio, algo que está legislado en Colombia…aunque el ganador saldrá de entre Duque –de derecha- y Petro –opositor de izquierda.
Escribió Jorge Galindo en El País (Madrid), que “una significativa mayoría de los colombianos votaron por fuera de las estructuras clientelares clásicas. (…) Las personas han decidido que, esta vez, su voto vale más que los beneficios que ofrece el cacique de turno, directos o indirectos. Disponer por primera vez de un menú amplio y equilibrado de plataformas ideológicas entre las que escoger habría ayudado a darle la vuelta al clientelismo”. Esa podría ser una de las lecciones proceso, aunque cada país tiene sus propias dinámicas electorales.
Este año, al igual que México y Colombia, otros cuatro países eligen gobernantes: Costa Rica, Paraguay, Venezuela y Brasil.
AL MARGEN
 
EL CUENTO es “un texto directo y sin desperdicio, que debe llevar al lector por un camino donde la certeza de la ambigüedad esté siempre presente”, afirma José Manuel Tamez quien hoy presentará su libro “Recursividad y otros relatos tropicales”, una colección de 14 textos escritos a lo largo de varios años y, por supuesto, circunstancias muy diversas. Todas las historias están ambientadas en la urbe, que podría ser cualquier ciudad pero inspirados en Villahermosa, que es donde radica el autor.
Ingeniero químico y apasionado de las matemáticas, Tamez decidió su vocación por la literatura a partir de una necesidad de expresarse. El concepto “recursividad” que da título a la obra, proviene de la filosofía y las matemáticas, para significar un proceso que se apoya en sí mismo para evolucionar. El libro será comentado este viernes a las 19:00 horas en el Museos de Antropología e Historia, en la capital tabasqueña.