Escala Crítica/Columna diaria      

* Arquetipo del éxodo: esforzada liberación 

* Clave: estrategias que definen nuevas reglas

* Éxodo, responsabilidad ciudadana por pacto social 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

ES DEPORTE nacional descifrar el fenómeno político que encarna Andrés Manuel López Obrador. Lo será por mucho tiempo. Desde distintas ventanas ideológicas se le aborda y AMLO escapa por chimenea ciudadana; se le explica con distintas lupas que, por separado, resultan insuficientes. 

No hay visión integral satisfactoria, por  exceso de elementos: probada perseverancia (“la tercera es la vencida”), actitud rebelde e institucional (“las cosas tienen que cambiar radicalmente, con la fuerza de los votos”, “acabaremos con la corrupción sin romper un solo vidrio”), énfasis por los pobres y guiño empresarial (“por el bien de todos, primero los pobres”, “hay empresarios que con esfuerzo trazan brechas de futuro”), denuncia del sistema y cambio institucional (“la mafia del poder”; “no habrá palomas mensajeras o halcones amenazantes”).        

Ya vimos lupas de mesianismo, caudillismo y populismo. El personaje no está exento de contradicciones. Para colmo, con los detractores de AMLO las virtudes se distorsionan y con sus defensores los defectos se esconden bajo el  sombrero idealista.  

Como el nuevo deporte nacional florece, exploremos otra ventana de análisis: la teoría del éxodo. Con el lector de Escala Crítica compartí en alguna ocasión los numerosos éxodos de AMLO, acciones que se ubican en fugas permanentes, retiradas estratégicas para evitar el choque, la confrontación: marchas, plantones, formación de nuevos movimientos o partidos. Veamos ahora otro enfoque.

 

TIERRA PROMETIDA  

 

LIBRO clave, Exodus and Revolution (1985), del estadounidense Michael Walzer. Por esa ruta, el analista Javier Tello Díaz (hermano de Carlos Tello) construyó el retrato de AMLO y sus resortes estratégicos (Nexos virtual, agosto, ¿Quién es López Obrador?).    

Tello ubica tres dimensiones de AMLO que generan polarización: estilo político, visión de la política y políticas públicas. Explica: “Por lo que toca a su estilo, según unos se trata de una persona autoritaria que no escucha, pero otros argumentan que lo que parece una actitud imperiosa y terca es más bien claridad de propósito y solidez de principios. En cuanto a su visión, muchos piensan que es la de un populista, es decir maniquea y antipluralista y por tanto una amenaza a la democracia, pero otros ven en su populismo una necesaria corrección democrática a un sistema excesivamente tecnocrático, arrogante y distante de la gente. Respecto a sus políticas públicas, lo que a muchos asusta es que son posturas de izquierda, irresponsables y equivocadas, pero el ser de izquierda es lo que, según otros, las hace responsables y adecuadas en la coyuntura”.  Para superar contradicciones, Tello sitúa a López Obrador como “un practicante de la política del Éxodo”, que consiste en el cambio radical con miras a una liberación.  

Esa teoría tiene fases: opresión, liberación, contrato social, lucha política y nueva sociedad (con riesgos de retroceso). El arquetipo es el Éxodo bíblico, que narra la esclavitud de Israel en Egipto, su liberación y travesía por el desierto, el pacto del Sinaí y la llegada a la tierra prometida. Hay cuatro características en el Éxodo: a) narrativa en la que hay progreso, con una promesa de inicio que genera esperanza: Canaán es lo opuesto a Egipto; b)  historia de un pueblo, no de individuos o familias. Moisés importa por su liderazgo social; c) realismo narrativo inmerso en la historia: pasado, presente y futuro son producto de decisiones y debates de personas específicas; d) historia humana, resultado del trabajo de personas de carne y hueso. La divinidad interviene, pero son los israelitas quienes deben atravesar el desierto, derrotar a los cananeos y trabajar la tierra prometida. 

EL SÉPTIMO SELLO 

OFRECE Tello el dato significativo: la narrativa que nos ofrece López Obrador en su libro 2018, “La salida”, cumple con las principales características de la historia del Éxodo. “Hay un pueblo oprimido que debe ser liberado, una larga travesía por el desierto y una tierra prometida al final de la marcha. Es una historia de progreso que define el punto de llegada a partir de un rechazo del punto de partida, el Egipto neoliberal. Es también una narrativa de un pueblo y no de un grupo o clase social. Se trata de un movimiento social que, a diferencia de un partido político, aspira a representar a todos”. 

Por ejemplo, en el libro de AMLO se identifica el Porfiriato como un primer gran retroceso del que se logra escapar rumbo a la tierra prometida gracias a la Revolución, pero este nuevo Éxodo entra en colapso posrevolucionario que desemboca en el retroceso neoliberal. “Con el triunfo electoral de Morena se busca reemprender la marcha a la tierra prometida”. La comparación es sugestiva: el ‘esclavo’ mexicano en el Egipto neoliberal es víctima del Estado. Un arreglo político permite una “mafia del poder” que opera con ropajes legales. Con la tierra prometida del primero de julio, ¿todo cambiará?  

AMLO MOISÉS

TRAS REVISAR el plano social Tello llega al plano individual de AMLO: “el gran logro de Moisés fue transformar a una banda de fugitivos en un pueblo verdaderamente libre”. Y lo logra “organizándolos en una comunidad política y dándoles ‘libertad positiva’; no una vida sin reglas, sino una vida regulada por leyes que ellos mismos acuerdan”. ¿Quién es López Obrador? Moisés de rango estadista, con tensiones y riesgos. La teoría del Éxodo, “permite capturar la dualidad de López Obrador y explica el enorme atractivo del personaje para muchos, así como la preocupación que genera en otros”. Un elemento más para la reflexión del lector. 

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