Tabasco, el laboratorio de la Revolución y ¿de la Cuarta Transformación?

Martes, 11 de Septiembre de 2018 00:38 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*López Obrador en la ruta de Múgica, Garrido, Carlos Madrazo, EGP 
*El desafío de cambiar una economía petrolizada a una diversificada
*La refinería, las reforestación, Tren Maya, becas para jóvenes… 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
TABASCO está ante una oportunidad histórica, lo han dicho personajes desde los más diversos puntos de vista e intereses; una obviedad y un lugar común, podrían decir los lectores más exigentes. Es cierto, porque el sólo hecho de que un tabasqueño sea el Presidente de la República es una ventaja. El estado tiene la posibilidad, y casi la obligación, de ser una referencia de desarrollo para el país. 
Durante aquel multitudinario cierre de campaña en Villahermosa, el 27 de junio, Andrés Manuel López Obrador habló de “tabasqueñizar” a la República. Aunque lo dijo en un contexto muy específico, porque se refirió a lo realizado por el revolucionario michoacano Francisco J. Múgica en materia finanzas, el concepto del Presidente electo puede extenderse a otras experiencias importantes. No olvidemos que el general Lázaro Cárdenas llegó a calificar a Tabasco “laboratorio de la revolución” (1943).
Eran los tiempos de Tomás Garrido. Pero antes (1915-1916), otra experiencia vanguardista fue encabezada por Múgica, integrante del Ejército Constitucionalista. Sin temor a equivocarme podría decir que en el proyecto de AMLO está igualmente la memoria de otras experiencias tabasqueña, como lo realizado en el régimen de Carlos Madrazo (1959-1964), lo hecho por el propio Andrés Manuel en el Instituto Nacional Indigenista (INI) durante la administración de Leandro Rovirosa y por Enrique González Pedrero (1983-1987).
Sin embargo, “tabasqueñizar” al país implica primero establecer un modelo tabasqueño integral que recoja las experiencias positivas y desarrolle otras nuevas a partir del Proyecto de Nación lopezobradorista. En sentido contrario existe un esquema que no debe repetirse, como por ejemplo la petrolización y la ganaderización, entre otras etapas del monocultivo y la monoexplotación, que destruyeron la economía local y las relaciones sociales sanas.
 
LO PROMETIDO ES…TRABAJO
 
EXISTEN razones para el optimismo. Apenas el fin de semana, durante su breve visita a Tabasco para reunirse con los empresarios del ramo petrolero, López Obrador enfatizó la importancia que para su administración tendrá la entidad. “Habrá miles de empleos”, comentó el gobernador electo Adán Augusto López. “Tan sólo con la siembra de árboles se crearán 60 mil (puestos de trabajo)”, añadió.
Octavio Romero, quien está previsto ocupe la dirección general de Petróleos Mexicanos, aseguró que han iniciado ya los trabajos para la construcción de la nueva refinería en Dos Bocas, Paraíso. 
Los proyectos anunciados son por cantidades millonarias que directa o indirectamente impactarán a Tabasco.
Tan sólo para la construcción de la refinería, la inversión inicial durante 2019 será de por lo menos 55 mil millones de pesos, según cálculos de Romero Oropeza. Hay que agregar que a costos actuales se calcula que en tres años de la construcción de una refinería en Dos Bocas, Tabasco, la cual costaría en tres años alrededor de 8,000 millones de dólares (160,000 millones de pesos).
Además, para reactivar la extracción petrolera –con la perforación de varios pozos en Tabasco y el aprovechamiento de otros- se tienen presupuestados 75 mil millones de pesos. 
 
CALCULA QUE ALGO QUEDA
AUNQUE todavía habrá que esperar la aprobación de los presupuestos de ingresos y de egresos de 2019 para la nueva administración federal, y también clarificar las cifras en los proyectos concretos, se habla de otros 50 mil millones de pesos para la rehabilitación de las seis refinerías existentes. En total 175 mil millones, sólo para el arranque de la refinería, la ampliación de la plataforma de extracción y las viejas refinerías. 
Parte de esa inversión, le decía, tendrá efectos en Tabasco. Sin ignorar los recursos que acompañarán la instalación de las oficinas de la Secretaría de Energía, a cargo de Rocío Nahle, y las de Pemex, a cargo de Romero Oropeza.
También se espera que las inversiones para el denominado Tren Maya tengan una consecuencia importante en Tabasco, donde se iniciará la obra, lo mismo que en Chiapas, antes de que termine el año. En este caso se anuncian financiamientos iniciales por 16 mil millones de pesos tan sólo en el periodo 2018-2019; el total calculado es de 120  mil a 150 mil millones (un rango muy extenso) para la ruta que cubrirá igualmente los estados de Quintana Roo, Yucatán y Campeche. Se habla ya de aprovechar la conexión a Coatzacoalcos…
Para alimentar el optimismo, como decía el escritor Carlos Monsiváis, habría que agregar el ambicioso proyecto de impacto social-ambiental consistente en la plantación de árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas. En Tabasco 150 mil hectáreas en dos años, ha dicho Javier May, encargado de esta acción en varios estados de la República. Se calcula una inversión de 20 mil millones de pesos en seis años. Las cifras, como le digo, seguramente variarán.
El de las becas para jóvenes aprendices, otro aspecto que también pretende AMLO que impacte en corto plazo a Tabasco y el sureste, es un proyecto sobres el que aún faltan las especificaciones y ajustes. Grupos empresariales se han comprometido a colaborar.
AL MARGEN
SON APENAS algunos de los elementos que en el plan federal se incluye a Tabasco. El desafío de la administración que encabezará Adán Augusto López Hernández será convertirlo en un detonador de lo que podría ser un nuevo laboratorio, éste de la Cuarta Transformación. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )