*El aeropuerto es lo de menos; importa “el hábito democrático”

*Preparativos para los comicios intermedios a medio sexenio

*La consulta a las bases, una práctica iniciada en Tabasco

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

MÁS DE UN MILLÓN de ciudadanos respondieron al llamado de la consulta en el asunto de los aeropuertos, informaron los organizadores. “Tenemos que ir creando el hábito democrático”, afirmó Andrés Manuel López Obrador. El respaldo al referéndum lo muestran las cifras; los opositores al referéndum se pueden dividir básicamente en dos: aquellos que por sistema rechazan todo lo que venga de AMLO, y quienes convencidos de la democracia representativa pedían que hubiese más rigor. No hay que meter a todos en un mismo saco; la sociedad es compleja. 

Sin embargo, le decía en mi anterior colaboración, me parece que el tema no es el aeropuerto en sí; ese asunto se podría decidir en un equipo de especialistas. La cuestión es la consulta, el método de gobierno. 

 

EL MÚSCULO POPULAR

 

CASI en toda Latinoamérica, con mayor o menor fortuna, las consultas, plebiscitos, referéndums, son ejercicios frecuentes. Sólo en cinco países los gobiernos no someten al escrutinio público sus decisiones, salvo la llegada de los propios gobiernos : México, República Dominicana, Nicaragua, Honduras y El Salvador.

El sitio de la BBC-Mundo clasificó las consultas más importantes en la historia reciente de América Latina: Uruguay, en noviembre de 1980 , la mayoría de los ciudadanos le dijo “No” a la dictadura militar y abrió un proceso que derivó en las elecciones libres en 1984; es el país que más frecuentemente recurre a las consultas.  

Otro plebiscito histórico es el de Chile en 1988. En octubre de ese año, 55 de cada cien chilenos le dijeron “No” a la junta militar instaurada por Augusto Pinochet en 1973. Por mandato constitucional fue convocada una ratificación de mandato. El pueblo rechazó por medios pacíficos la continuidad de la dictadura y fueron convocadas elecciones en 1990. Hubo un retorno a la democracia.

Más polémico es el caso de Venezuela que en 1999 vivió dos referéndums. Convocados por Hugo Chávez, sirvieron para darle continuidad a un grupo en el poder, anular legalmente a la oposición y emprender la llamada “Revolución Bolivariana”. En Bolivia, en el 2004, el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada promovió una consulta en relación a la llamada “Guerra del gas”, y aunque los resultados fueron favorables al oficialismo otra guerra, la del agua, terminó por llevar al poder a Evo Morales.

En 2007, Rafael Correa en Ecuador, logró el respaldo popular para una Asamblea Constituyente con un 81.72% de votos a favor. Estuvo en el poder durante poco más de diez años. En ese país está permitida la reelección.

Otras consultas o plebiscitos importantes referidos por los estudiosos son en Panamá en 2006 para la ampliación del Canal Transístmico y en Costa Rica (2007) para la ratificación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Hay más ejemplos destacables como el plebiscito del agua (2004), en Uruguay.

 

AHORA SÍ: MOVER A MÉXICO

 

LA ACCIÓN política de López Obrador se encuentra estrechamente vinculada a las consultas en asambleas públicas, encuestas telefónicas, votaciones directas e indirectas. No sólo, como le decía, fue práctica común en su liderazgo partidista donde impulsó una organización en movimiento. También ha puesto ese sello en sus actividades como servidor público.

Hay que recordar que en marzo del 2000 el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que lo postuló como candidato a la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal, realizó una consulta popular contra el intento de impedirle ser abanderado por supuesta falta de requisitos como residente capitalino. El 96% de quienes votaron en la consulta lo respaldaron.

Siendo titular del gobierno del DF en su primer año realizó cuatro consultas públicas: la regulación de marchas y bloqueos de manifestantes en la capital;  contra el cambio del horario de verano –preguntas vía telefónica-; aumento del costo al boleto del metro –también sondeo vía telefónica-; y la construcción del segundo piso de Periférico. En este último ejercicio participó el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF).

También podría decirse que tuvieron carácter plebiscitario la serie de protestas realizadas en contra del desafuero con el que Vicente Fox pretendía impedirle ser candidato a la Presidencia. Esa acción permitió catapultarlo hacia las boletas.

Sin embargo la verdadera clave está en una propuesta: la revocación o ratificación de mandato.

Durante su encargo en el Gobierno del DF, López Obrador realizó dos consultas en ese sentido. La primera se realizó en 2002, cuando el 95% de los 691 mil 619 capitalinos que participaron respaldó su administración; la segunda a finales del 2004 cuando el 95% de los 556 mil 727 personas lo siguieron respaldando.

En julio de 2005 se retiró del cargo en el DF para buscar la candidatura presidencial. Prácticamente las votaciones federales del 2006 fueron una especie de consulta sobre su ejercicio de gobierno. El respaldo fue histórico.

Le decía que la clave está en la revocación o ratificación del mandato, porque si bien siendo Jefe de Gobierno aplicó ese tipo de consulta cada dos años, en esta ocasión como Presidente de la República se podría prever que el referéndum ratificatorio (o revocatorio) se aplicará junto a las votaciones federales intermedias del 2012. ¿La razón?, porque de esta manera veremos nuevamente a AMLO en las boletas electorales.

Para entonces, lo que estará en juego no es si AMLO sigue o no en la Presidencia; el eje de la propuesta será si se respalda o no que continúe la Cuarta Transformación. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )