Cambio de régimen, no de gobierno; polarización en el aire, pugna y choque

Sábado, 03 de Noviembre de 2018 00:48 Editor
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 Escala Crítica/columna diaria     

* Del discurso terso a la realidad indomable; conflicto agazapado
* Factor China, ¿carta en la manga para obras nacionales?
* Intereses y estrategias; no hay sorpresas, cambio anunciado
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EL CONFLICTO está agazapado. La polémica por el aeropuerto es sólo una de las caras de la moneda entre el Mercado y el Estado. La transición 2018, tersa en sus formas políticas, ocultaba un núcleo duro de realidad: la visible diferencia de intereses entre las élites económicas y el gobierno entrante. La polarización retorna al espacio público cuando la realidad se sacude y los intereses chocan. 
El presidente electo mueve fichas y algunos actores sociales reaccionan. Había sucedido en la campaña presidencial.  
Veamos destellos de una polarización que preocupa, aunque acaso es inevitable: el verdadero cambio político genera resistencias. Urge encontrar cauces institucionales para procesar intereses sin daños colaterales. Pero sobre todo que pudieran ser irreparables. 
 
SOBRE AVISO NO HAY ENGAÑO
 
AMLO incluyó en su decálogo de gobierno la opción Benito Juárez/Santa Lucía, para “sustituir la faraónica obra del nuevo aeropuerto de Texcoco”. Para unos, por valoraciones macroeconómicas y demagogia política, es la peor decisión posible; para otros, como mensaje político de deslinde y suceso histórico de democracia participativa, es el inicio de la Cuarta Transformación. 
Y el desierto en medio.
La polarización logra que se radicalicen los conservadores: City Banamex, en reporte financiero, llamó “el error de octubre” a la decisión de cancelar Texcoco, profecía catastrofista de la que se quejan otras instituciones financieras. ¿Banamex quiere que le vaya mal a México? No, por las ganancias en riesgo. 
Pero las palabras pesan y se nota la diferencia frente al nuevo gobierno.  AMLO fue enfático: “el poder político prima sobre el poder económico. No estoy de florero”. La legitimidad de las urnas se antepone a la fuerza de las carteras. “Me canso ganso que acabaremos con la corrupción”. Por lo pronto, hubo un leve bamboleo financiero (el peso a 20.40 por dólar, la Bolsa con 4% de pérdidas), mientras AMLO anunciaba una comisión para conversar con los contratistas que se han quedado sin obra.
 
MODA DE OTOÑO        
    
LA POLARIZACIÓN ya tocó a los gobiernos de Peña y AMLO: el presidente del senado, Porfirio Muñoz Ledo, anunció que “por 613 mil millones de pesos ejercidos de manera discrecional, la cuenta pública federal 2016 fue rechazada. Se remitió a la Auditoría Superior de la Federación, para aclaraciones legales”. Viene la aprobación del presupuesto federal 2019. La mayoría de Morena sostiene el timón legislativo, aunque las obligaciones del gobierno pueden crecer si persiste la turbulencia financiera. Hay un jaloneo entre  poder económico y poder político. Llegó pronto. Lo ha dicho AMLO: “es cambio de régimen, no sólo cambio de gobierno”.         
Una lectura de los medios consigna expresiones sociales y políticas en pugna. La polarización, colocada debajo de la alfombra tersa, saltó por la ventana de un aeropuerto fallido desde su origen (2013). Se invocan la mirada internacional, mercados, inversiones y pérdida de confianza, para festinar un posible fracaso por la decisión anunciada. Dicen: hay 100 mil millones de pesos que se perderán (obras realizadas) y 49 mil empleos que finalizan el 30 de noviembre. Peña sostiene: “no se suspenderán los trabajos durante mi mandato”.   
Más sumas y restas: indemnización de 45 mil millones de pesos a empresarios por gastos de inversión, más 60 mil millones de pesos ya ejercidos. Están en el alambre por la letra chiquita de contratos. Quizás los contratistas pensaron que AMLO no llegaba y firmaron en condiciones riesgosas. Ahora quieren salvavidas.
 
NOMÁS MILANDO: ESPEJISMO Y REALIDAD
 
EN ESTA HISTORIA, China espera y puede abrir su cartera, dispuesta a invertir en aeropuertos, puertos y trenes de México. Lo declaró el embajador Niu Kim a El Heraldo de China (octubre 31). En Beijing, un megaaeropuerto comenzó al mismo tiempo que el proyecto mexicano y ya se terminó. Con el doble de la capacidad prevista para el fallido NAIM. La globalización con actores emergentes, ¿jugará a favor de Morena?      
Mientras tanto, el espejismo conciliador se resquebraja. El conflicto es forma mediática de impacto social. Se habla y se habla del presidente electo. Tenemos que pensar México como algo más grande que la silla presidencial. AMLO marca agenda y luego viene la caza. ¿Cómo dejarlo trabajar en paz, si el conflicto le sienta bien? Así se hizo visible, ante el desierto de opciones políticas.
¿Cómo enfrentan los medios la polarización? Narrativas melodramáticas del todo o nada, dominan los espacios. Curioso, radio y tv se moderan un poco, en sintonía con la visión gubernamental. También, en menor medida, se observan narrativas  de investigación con reportajes, datos duros a destiempo e indagaciones adicionales significativas. Hay también las clásicas especulaciones y profecías que apuntan al sensacionalismo. Luego se pide “moderación en el discurso”.  
Las élites empresariales actúan como organización política, con una protesta en toda regla por “violaciones legales en el proceso de consulta ciudadana”. Antes no se quejaron de ello, esperando el resultado de dicha consulta. ¿Por qué no hubo campañas alternas, de promoción y difusión del proyecto de Texcoco? El silencio de los opositores fue su nocaut político: un malestar no canalizado como opción. Ahora se anuncia una marcha anti AMLO, pero sin organizador visible. Más combustible.         
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