Zapata y las revoluciones interrumpidas; una historia de triunfos que son derrotas

Martes, 09 de Abril de 2019 00:20 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Carranza: satisfecho por la muerte del jefe de la revuelta del sur
*Gilly: los campesinos comenzaron la revolución, otros ganaron 
*Con Sánchez, Paullada y Beltrán va AMLO por Consejo de Pemex
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
MÉXICO es un país de tradiciones, sin duda. Pero también –a semejanza de aquel cuento en el que un cambio de letra modificó totalmente el sentido de la palabra “emperador” por “empeorador”-, podemos decir que México es un país de traiciones. Revisar la historia nos daría una larga lista de nombres y hechos en los cuales las mejores intenciones son destruidas por una deslealtad, una felonía. Así fueron asesinados Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, así Vicente Guerrero, de la misma forma Emiliano Zapata, por sólo citar algunos.
Este 2019 fue declarado oficialmente como el “Año del Caudillo del Sur,  Emiliano Zapata Salazar”. Se cumplen mañana 10 de abril los cien años de su asesinato. En el nombre de Zapata se justificó un régimen que se instaló después de la emboscada que le costó la vida al líder campesino y a sus allegados; pero también en su memoria surgieron rebeliones como la de Rubén Jaramillo (1900-1962) y movimientos como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
 
ENGAÑO Y ASCENSO
 
DOS son los caudillos campesinos que registra la historia nacional para ejemplificar la revuelta de los de abajo que dio impulso a la Revolución Mexicana de 1910: Zapata y Francisco Villa.  Una insurgencia que tuvo como una de los grandes beneficiarios a Venustiano Carranza…verdugo del caudillo sureño.
En una carta fechada el 11 de abril de 1919, el entonces presidente Carranza de la Garza, felicitó al general Pablo González Garza, autor intelectual y jefe de la estratagema para eliminar al líder del Plan de Ayala. 
Se lee en el documento oficial emitido en Palacio Nacional dirigido a Pablo González: 
“Con satisfacción me enteré del parte que me rinde usted en su mensaje de anoche, comunicándome la muerte del cabecilla Emiliano Zapata, como resultado del plan que llevó a cabo con todo efecto el coronel Jesús M. Guajardo. Lo felicito por este importante triunfo que ha obtenido el Gobierno de la República con la caída del jefe de la revuelta en el sur, y por su conducto, al coronel Guajardo y a los demás jefes; oficiales y tropa que tomaron participación en ese combate; los felicito por el mismo hecho de armas; y atendiendo a la solicitud de usted, he dictado acuerdo a la Secretaría de Guerra y Marina para que sean ascendidos al grado inmediato el coronel Jesús M. Guajardo y los demás jefes y oficiales que a sus órdenes operaron en este encuentro, y cuya lista deberá usted remitir a la propia Secretaría del estado”.
Desde el “Campamento Revolucionario de Los Sauces”, en el estado de Morelos, el secretario particular de Zapata, don  Salvador Reyes Avilés, había dado cuenta –por su parte- el mismo 10 de abril al general zapatista de la “cobarde acción” consumada en San Juan Chinameca. Un crimen –señaló- realizado por Jesús M. Guajardo “toda premeditación, alevosía y ventaja”.
 
UNA MONEDA EN EL AIRE
 
HAY SITIOS en los que, de manera paradójica, comparten plaza los monumentos de Zapata y Carranza, como sucede en los discursos.  Carranza caería muerto un año después –el 20 de mayo- en Tlaxcalantongo, una pequeña localidad de Puebla, víctima a su vez de una revuelta de sus antiguos aliados.
El “Caudillo del Sur” aun después de muerto se convirtió en el abanderado del agrarismo, en tanto que el nacido en Cuatro Ciénegas pasó a la historia no por el crimen ordenado contra Zapata sino como el padre del constitucionalismo.
El historiador Adolfo Gilly publicó en 1971 una obra que comenzó a escribir estando preso en la cárcel de Lecumberri y  que se convirtió en un estudio clásico: “La revolución interrumpida”. Dice el estudioso nacido en Argentina y nacionalizado mexicano: “Los campesinos comenzaban la revolución. En distintos puntos del país, sin concierto previo, pequeños grupos armados de indios y peones tomaron las tierras de cantidad de grandes haciendas y las araron y sembraron bajo la protección de sus fusiles (...) Este movimiento se extendió por los puntos más diversos del país, mientras en la capital las cumbres políticas burguesas continuaban en sus transacciones y componendas (...)”
La revolución mexicana, señaladamente agraria y anticapitalista, fue un proceso interrumpido dice Gilly. También se podría concluir que México tuvo una independencia interrumpida (1910) y una reforma juarista inconclusa (1855). Son las tres transformaciones –o intentos de transformaciones- que precedieron a la actual. 
 
AL MARGEN
 
CONTINÚA la integración de los órganos directivos y normativos del sector energético del país.  Pasada la designación de los integrantes de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el presidente López Obrador anunció una terna propuesta para ocupar las vacantes en Consejo de Pemex, misma que deberá revisar y dictaminar el Senado. Se trata de Edmundo Sánchez Aguilar, ingeniero industrial, maestro en Administración y doctor en Finanzas; fue rechazado para la (CRE) y ahora va de nuevo a otra función. 
También están Juan José Paullada, especialista en Derecho Fiscal y el tabasqueño José Eduardo Beltrán Hernández, ingeniero petrolero y licenciado en Ciencias Políticas; fue secretario de Gobierno en la entidad y diputado federal, actualmente presidente del Consejo Político de Morena-Tabasco. En la Cámara Alta se inició un intenso cabildeo para evitar que se repita el caso de la CRE, donde finalmente el presidente AMLO tuvo que usar su facultad de designación al no lograr consenso en los senadores. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )