* Película rebobinada: protesta magisterial con daños colaterales.      

* Intereses y memoria: cables federales y hoyos estatales.            

* Afectaciones empresariales: historias escondidas con ganones

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

ENTRE los varios frentes que debe atender el gobierno de la “Cuarta Transformación”, ninguno con tantos hilos de poder e intereses cruzados como el caso michoacano que involucra a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la Secretaría de Educación Pública (SEP), el gobernador viajero Silvano Aureoles, el empresario Joaquín Larrea y el intenso movimiento comercial de la región, con carga y descarga de productos por vía marítima y ferroviaria.

El gobierno federal entró a un embrollo ocurrido a principios de año  para destrabarlo, aunque la película michoacana todavía tiene muchos capítulos.

 

BLOQUEOS: VISIBILIZACIÓN Y AFECTACIÓN

 

EN ENERO reciente AMLO se enfrentó a un espejo con los bloqueos por protestas sociales, sean legítimas o con sesgado cálculo económico y político. Es un pasado que mira al gobierno federal y es un primer pulso que debe enfrentarse con firmeza, para no alentar  movilizaciones chantajistas, de mero apetito material. El presidente dijo “yo sé de esto” y distinguió entre “movimientos pacíficos con objetivo democrático y  movimientos con estrategia depredadora”. Pidió “consulta a las bases” y “no ser líderes charros”. Más recientemente  dictó un memorándum para concentrar la nómina magisterial.

Como usted recordará, los bloqueos al sistema ferroviario de occidente y carreteras de Michoacán, dejaron más de 20 mil millones de pesos en pérdidas según estimaciones de COPARMEX, por toneladas de productos sin circular y combustible que no llegó a la región. Fueron 18 días de tensar la cuerda, con el gobernador Silvano Aureoles en sorpresivo viaje de trabajo por Europa en ese entonces, lo que le costó un duro reproche de AMLO en una de sus conferencias mañaneras. Aureoles se ciñó al guión de endilgarle a un “problema federal” el bloqueo de vías de comunicación, pero olvidó que 17 mil maestros estatales reclamaban pagos incumplidos desde 2017. Una suma de 6 mil millones de pesos en las cuentas del magisterio. 

El Universal (enero 31) publicó un listado de salarios caídos del magisterio michoacano, que es una fotografía de lo que en otros sitios reclama la Coordinadora como respaldo de otros intereses: bonos compensatorios, despensas y otras prestaciones (primas vacacionales, aumentos por productividad y escalafones pedagógicos) que se adeudan, un total de mil 437 millones de pesos. Son acuerdos firmados por las autoridades estatales. Aureoles no pudo con el paquete y  entonces llegó el bloqueo, que golpeó en primer término al sector empresarial de Michoacán por el estrangulamiento comercial, y después a la población, afectada en sus traslados y por el desabasto de productos. Una historia que quizá se repita.

Luego de levantado el polvo de Michoacán, observamos que esa movilización magisterial en tiempos de AMLO depende de la agenda particular CNTE. Ahí prevalece la dinámica histórica movilización-petición-resultado-receso y vuelta a empezar, en un círculo que reditúa ganancias materiales, independientemente de que se nutra de ideas libertarias o no a nivel sindical. El ejemplo cundió en Oaxaca, aunque la CNTE obtuvo 40 diputaciones y fue aliada electoral de MORENA. Los tiempos de la acción magisterial no son los mismos que visualiza el gobierno federal para la implementación de una nueva reforma educativa, joya de la corona que CNTE y SNTE esperan con ansia. Mucho trabajo de negociación tendrá Esteban Moctezuma, titular de la SEP.

 

HISTORIAS ESCONDIDAS

 

EL DUEÑO de la mayoría de empresas afectadas con aquella movilización michoacana es Joaquín Larrea, hijo de Germán Larrea, señalado como parte de “la mafia del poder” por AMLO. Es  dato singular. La COPARMEX argumentó que el gobierno de la 4T pudo actuar antes. Recapitulemos: después de tres llamados de AMLO “para levantar los bloqueos” (28, 29, 30 de enero), la CNTE procedió al desbloqueo (31 de enero), aunque no fue sólo el llamado presidencial lo que destrabó el conflicto: mediaron mil millones de pesos y otros más como participaciones adelantadas del gobierno federal al gobierno estatal. 

Desde la pelota federal, quizás se vieron lentos por dos factores: la alianza electoral tejida con la CNTE y la nutrida agenda de inicio de sexenio. En el sector empresarial queda la impresión de que AMLO no quiso entrar rápido al problema por el empresario de mayor peso en Michoacán: Joaquín Larrea. 

Más allá de cualquier especulación, es cierto que debe prevalecer el Estado de Derecho, es la crucial reingeniería del Estado que tiene que buscar la llamada 4T. Las instituciones también sirven para consolidar el cambio…y evitar la ley de la selva.

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