Bajo el microscopio y escrutinio, el gobierno de la Cuarta Transformación y sus aliados

Miércoles, 19 de Junio de 2019 00:53 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*La ineficiencia también es corrupción, AMLO; pide aplicarse
*Regaña a quienes andan en pre campaña y abandonan sus tareas
*La fórmula: voto de confianza, pero no cheque en blanco
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA INEFICIENCIA con el uso de los fondos y recursos públicos también es corrupción, dijo el presidente López Obrador. Esto me recordó un debate interno que sostuvieron los periodistas Julio Scherer y Migue Ángel Granados Chapa, según reseñó en alguna ocasión el escritor Vicente Leñero. Cuentan que se planteó el dilema sobre si se prefería un periodista que recibiera embutes pero que llevara información exclusiva, o alguien que fuera honesto aunque nulo su trabajo. Granados Chapa sentenció: la ineficiencia también es corrupción.
Esto viene a cuento por lo sucedido en torno a la ahora titular de la Comisión Nacional del Deporte, Ana Gabriela Guevara, a quien el Presidente defendió contra “la politiquería” que la acusaba de descuidar su encargo público por andar en precampaña por la gubernatura de Sonora. Sin embargo dijo que se investigarán lo señalamientos concretos sobre triangulación irregular de recursos.  
Pero también aprovechó para enviar un mensaje válido para todos los funcionarios y representantes populares: “No se debe de abandonar el trabajo para hacer campaña. Si esto es algo demostrable, también es corrupción. Hasta la ineficiencia es corrupción”.
 
INSISTIR, INSISTIR: PORTARSE BIEN
 
RESULTA a evidente que López Obrador da un voto de confianza a sus colaboradores; pero no es un cheque en blanco. En un memorándum circulado la semana pasada fue más allá todavía y formalizó lo que ya había establecido en los “50 puntos de austeridad y anticorrupción”: instruyó a los responsables de todas las dependencias federales para que no reciban a ninguno de sus familiares, ni les permitan incurrir en delitos de “influyentismo, amiguismo, nepotismo”.
Se lee en el oficio fechado el 13 de junio: “Les reitero, no acepto bajo ninguna circunstancia, que miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus recomendados”.
Para que no hubiese duda puntualizó: “Esto incluye a mi esposa, hijos, hermanos, hermana, primos, tíos, cuñados, nueras, concuños, y demás miembros de mi familia cercana o distante”.
De acuerdo a López Obrador los funcionarios públicos no tienen “la obligación de escuchar propuestas indecorosas de nadie (...) ni siquiera de recibirlos en las oficinas o contestarles el teléfono. Nada de nada.” Advirtió que quienes que ignoren tal orden, caerán en actos deshonestos “y en la esfera del derecho penal”.
Cuando la titular de la Secretaría del Medio Ambiente, Josefa González Blanco, fue relevada de su cargo -presuntamente por haber utilizado sus influencias para retrasar un vuelo comercial-, mencionamos aquí que si tal era el motivo, AMLO había puesto la vara de la calificación de actitudes muy alta. Esto es, que menudearan los señalamientos por fallas menores o mayores, reales o supuestas. 
 
REGLAS CLARAS, CUENTAS CLARAS
 
TRAS EL incidente de la denuncia contra la ex corredora Ana Guevara –que ya se investiga-, ayer surgió otro asunto que servirá para ir normando criterios y afinar en su caso los términos legales. Resulta que en su conferencia matutina le fue planteado el caso de la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y de su hermano que es actualmente delegado federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval. 
Dijo el Presidente: “en este caso no creo yo que haya nepotismo, porque son funciones distintas, de todas maneras hay que verlo de conformidad con la ley, pero creo no existe nepotismo… la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira, tiene ya un escrito de mi parte para que se excuse si su hermano fuera investigado”.
Aunque también acotó: “Sería bueno saber si dos hermanos en áreas distintas de gobierno pueden trabajar o no; sería bueno saberlo, no lo afirmo, porque no lo tengo claro, no sé si está prohibido o está permitido”.
Otro asunto de índole parecida, por las quejas de nepotismo, acaba de ser atendido en Veracruz. El gobernador Cuitláhuac García (Morena), fue exonerado por la Contraloría General veracruzana de las acusaciones por tener como subsecretario de Finanzas a uno de sus “primos”, Eleazar Guerrero Pérez. Según dijo la Contralora, la investigación se realizó “por mandato del presidente” López Obrador y por instrucciones del propio gobernador. Bromeó la funcionaria: “yo hubiera hecho hasta pruebas de ADSN para aclarar”, pero no fue necesario. Aunque quedaron muchos cabos sueltos.
En estos tiempos abundarán señalamientos –ya sucede. Cada colaborador del régimen actual será observado no con lupa sino con microscopio, como decía el propio AMLO cuando encabezaba a la oposición.
 
AL MARGEN
 
SI DE EVALUACIONES hablamos, cuentan las que periódicamente realiza el presidente López Obrador con su gabinete, como la de esta semana a pocos días del informe que presentará el primero de julio al cumplirse un año de las históricas votaciones del 2018. Como usted recordará, AMLO sostuvo que su propósito era hacer seis años lo que se haría en 12; según esta cuenta del dos por uno, el mes de mayo cumplió su primer año de gobierno.
Esta semana, como le decía, los integrantes del gabinete fueron instruidos para ir entregando sus concentrados de desempeño. Diversos son los mensajes que el presidente ha dado a sus colaboradores. Así, por ejemplo, en marzo les pidió redoblar esfuerzos y mantener la austeridad; a mediados de mayo, en un encuentro con su gabinete y con los llamados “super delegados” los convocó a dejar la comodidad del escritorio y salir las comunidades. Un gobierno en movimiento. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )