El Sur-Sureste también resiste; emparejar crecimiento y desarrollo

Viernes, 23 de Agosto de 2019 00:08 Editor
Imprimir

 Escala Crítica/Columna diaria

*AMLO: mejorar productividad, distribuir de manera justa
*Integración regional, programas sociales e infraestructura
*Un PIB estatal diferenciado lastra el despegue del país
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
MÉXICO es muchos Méxicos se ha dicho y cada uno de estos Méxicos tiene un desarrollo desigual. Los contrastes entre norte y sur son innegables. Pero también hay disparidades al interior de las regiones y los estados. El tema es telón de fondo en la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Tabasco, la última antes de su primer informe oficial de gobierno. Con diversos matices, el mandatario federal insiste en la deuda histórica que el país tiene con el Sur-Sureste. Llegó la hora de la región, puntualiza en cada oportunidad.
Varios son los planes, programas y proyectos que AMLO impulsa para esta zona. El más reciente “Pacto Oaxaca”, se suma al Plan de Desarrollo para el Sur-Sureste mexicano y los países de Centroamérica presentado por CEPAL. Una de las “cortinas de desarrollo” para evitar la migración y fomentar el arraigo, incluye programas como Sembrando Vida, Créditos a la Palabra, becas para estudiantes y para desempleados; en tanto que se autorizaron megaobras como el Tren Maya, el corredor Transístmico, la nueva refinería en Dos Bocas y un ambicioso plan de explotación de los yacimientos petroleros en aguas someras y en tierra por parte de Pemex.
A media semana, López Obrador reconoció que el crecimiento económico es una asignatura pendiente en el país. Expuso: “Sin corrupción y con austeridad se puede financiar el desarrollo (…) Claro, no basta (…), se requiere que haya crecimiento económico y esa es la asignatura pendiente, eso es lo que tenemos que procurar. Ya se está poniendo orden para que no haya corrupción ni derroche en el gobierno, ahora es importante que impulsemos el crecimiento”.
Pero, como seguramente subrayará en su primer informe de gobierno, “no basta crecer, hay que distribuir el ingreso”. Un contraste con el modelo neoliberal que sólo puso énfasis en las cifras macroeconómicas, de acuerdo a su crítica.
 
GEOGRAFÍA DE LA DESIGUALDAD
 
PODRÍA decirse que no puede haber desarrollo sin crecimiento, pero crecimiento económico no necesariamente significa desarrollo. Como alguna vez nos comentó en estas páginas Firdaus Jhabvala, en el país tenemos un problema fundamental que es la diferencia entre el modelo imperial y el modelo democrático. El primero basado en la tributación despótica. 
Escribió el economista Fernando Chávez: “Los datos panorámicos de la actual geografía económica de México nos dan la idea de un país que sigue marcado por desigualdades descomunales entre regiones, entidades federativas y municipios, donde prosperidad y pobreza coexisten con innegable tensión social. Así fue en el siglo XX y parece que así seguirá siendo en los siguientes años del actual siglo”. (México: una geografía económica desigual, América Economía, febrero 2019)
Aunque tomaba como referencia los datos aportados por el INEGI para el 2017, la situación ha variado poco…en algunos casos para empeorar. Y así lo recibió la actual administración.
En el reporte del INEGI “Dinámica de los estados en la Economía Nacional 2017”, señala que el PIB durante 2017 registró una variación anual de 2% con relación a 2016. Los estados que presentaron aumentos por arriba del nivel nacional fueron: Baja California Sur con 11.4%, Puebla 6.2%, Morelos y Coahuila de Zaragoza con 5% cada uno, Guanajuato 4.9%, Edomex 4.6%, Colima 4.5%”. De ahí siguen Quintana Roo, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes, Baja California y Michoacán, Nuevo León, Chihuahua, Yucatán y Ciudad de México, con registros que van del 4.4% al 2.8%...Destacan en los descensos anuales de Campeche, Tabasco, Oaxaca, Chiapas, Tlaxcala y Veracruz.
 
ARTICULAR EL TERRITORIO
 
EN REPORTE “Cómo Vamos 2019”, se observan las disparidades que es necesario corregir. Mientras la tasa de crecimiento del PIB de Baja California pasó de 11.2% en 2017 a 14.2 en 2018, a muy lejana distancia pero con incremento positivo se ubican Quintana Roo con 4.5 y 4.1, respectivamente en el periodo; Oaxaca pasó de menos 3.5 a más 3.9, una recuperación notable. En cambio Tabasco se ubicó en último con menos 4.6 y menos 6.7, mientras Campeche en 2017 estuvo en menos 10.5% pero pudo recuperarse aunque no lograr cifras positivas. Quedó en menos 1.3%.
Recuerdo una anécdota relacionada con la decisión de Felipe González, cuando a principios de los años noventa siendo presidente del gobierno español prefirió aprobar la ruta del tren de alta velocidad de Madrid a Sevilla, en lugar de uno que fuera de Madrid a Barcelona, región esta última más desarrollada, con mayor dinamismo económico.
Cuando lo interrogaron por el motivo de esa decisión argumentó que “tenía como obsesión la articulación territorial del país que permitiera ir igualando las posibilidades de desarrollo del sur y del norte”. Algo parecido podemos imaginar con el presidente López Obrador al buscar integrar mediante el Tren Maya y el Corredor Transístmico la región Sur-Sureste de México; sin duda que junto a estos dos megaproyectos, en el que debe incluirse el plan de Pemex-Sener para la zona, se desplegarán una serie de ramales de comunicación. 
En este mismo sentido habrá que ubicar la extensa red de caminos y carreteras que actualmente se construyen en Oaxaca, entidad estratégica –junto a Chiapas- para el desarrollo equilibrado. 
AL MARGEN
El desafío es hacer compatible el crecimiento económico y de infraestructura con el cuidado ambiental y la integración comunitaria. Si el petróleo será palanca, necesitará una base para sostenerse. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )