AMLO, el otro septiembre y los símbolos: forma y fondo, ánimo festivo y sociedad

Viernes, 20 de Septiembre de 2019 00:26 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

 
* Aprobación, comunicación política y eficacia de los mensajes
* Los hechos: cambios de forma, ¿igual a cambios de fondo?
*Nuevo gobierno requiere más que aplausos, esfuerzo conjunto
 
 
Víctor Manuel Sámano Labastida
 
LA FORMA es fondo. Sin invitados, sin cena de gala, austero de aguas frescas, repleto de símbolos y con arenga por “los héroes anónimos de la patria”, se realizó el Primer Grito de Independencia del gobierno de AMLO. Este cambio de formas representa un viraje de la comunicación gubernamental. Es cualidad del Presidente orientar con las formas el cambio de fondo en política. Curioso: varios analistas rechazan la plataforma del gobierno, pero apuntan que es un genio de la comunicación política.   
AMLO identifica y toca el resorte correcto en el momento exacto. Sensibilidad política educada en terracería. Raigambre popular. No pierde oportunidad de dirigirse a los ciudadanos en lenguaje proclive a mover emociones hondas. Esto se refleja en sus simpatizantes y en sus detractores, quienes no reconocen puntos intermedios. 
Todavía se escuchan los ecos. En la arenga del Grito en Palacio Nacional aparecieron vivas a “las madres de la patria”, “la libertad”, “la justicia” y “la igualdad”. El Presidente se conectó con la historia a través del presente y sus retos. Así, los desafíos se ven arropados con símbolos de la cultura popular. AMLO dio nombres completos de los héroes de Independencia, no sólo apellidos, mientras se sacudió la tentación de presupuestos derrochadores. Austeridad, símbolo silencioso del discurso. El objetivo es la credibilidad.       
La comunicación gubernamental, no lo resultados (en gestión todavía), permite que las mediciones de aprobación presidencial sean altas. Una encuesta de El Financiero (septiembre 13) realizada en los 32 estados de la república, arroja que AMLO cuenta con 70% de aprobación promedio. En todos los casos estatales, la tendencia positiva se impone a la negativa. Se sabe que Yucatán, Guanajuato, Querétaro, Coahuila y Nuevo León, por ejemplo, no comulgan mucho con el lopezobradorismo. Ni ahí pierde una sola pluma el gallo de la 4T.      
El tiempo y los resultados dirán si esa aprobación se mantiene. Siete de cada diez encuestados avala trabajo y acciones del Presidente. Un riesgo será pensar que la aprobación basta para sortear los años siguientes. El 2021 tendrá elecciones federales intermedias. Ahí se necesitarán resultados.     
 
PROFUNDIDAD EN LA SUPERFICIE
 
“LA POLÍTICA del siglo XXI consiste en plantear una narrativa a la sociedad y dominar de forma constante los temas de la conversación pública y privada. Esto se logra con lenguaje popular: se le habla al ciudadano de forma llana para generar emociones que a su vez se convierten en estado de ánimo positivo. Cuando se impone una narrativa en el espacio público, los ciudadanos no encuentran mensajes equivalentes a su alcance y, por tanto, otras opciones políticas no tienen la misma visibilidad social.” Esta cita pertenece al libro En el enjambre (2013), del politólogo coreano Buyng-Chul Han, educado en Alemania. No se sabe si estrategas de la 4T han leído a este autor, de resonancia mundial. Pero la cita refleja un punto clave de lo ocurrido en México 2018/2019: la narrativa de AMLO y Morena dominan la escena pública. No hay, visibles, otros relatos políticos. Quizás ahí se encuentre la verdadera derrota moral de la oposición. Derrota comunicativa: no articular mensajes que tengan resonancia a partir de la construcción de una opción alternativa de gobierno. ¿Cómo llegará la oposición al 2021 electoral? 
Los adversarios de la 4T han esperado (y han tratado de provocar) un resbalón político por ausencia de resultados en áreas estratégicas: seguridad, economía, estado de derecho, educación, inversiones, crecimiento. Los resultados parecen insuficientes, pero el resbalón no llega. ¿Qué explicación puede darse a la confianza ciudadana en el proyecto del nuevo régimen, en el último trimestre del primer año de gobierno de AMLO? 
Regresemos al cambio de forma que indica cambio de fondo: el ciudadano parece comprender el tiempo político de la transformación. Se nota en las encuestas, que inquietan a mercadólogos por los parámetros rotos: el Presidente es calificado alto, mientras sus acciones de gobierno no tanto. 
La austeridad, ¿es símbolo o técnica presupuestal? Las dos cosas, a juzgar por la aprobación ciudadana desde que AMLO empezó con viajes en avión por línea comercial, sin subirse al costoso Jumbo presidencial que se guardó para su venta. La forma es fondo cuando la historia avala, como narrativa dominante, una visión política que mira los asuntos desde el ángulo ciudadano.             
 
LOS SÍMBOLOS Y LA RESPONSABILIDAD
 
SE VIVE un septiembre muy especial, estado de ánimo festivo que no es producto de la mercadotecnia patriotera. Hay marketing pero el ánimo ciudadano cambió por una narrativa presidencial que, con sensibilidad, persevera en la esperanza y de manera inteligente se traslada a la responsabilidad social. AMLO canaliza el “nosotros” en cualquier oportunidad. Hay contradicciones pero por el momento a la mayoría no le importa. La algarabía se notó en calles y plazas del país, en respaldo al Presidente de la 4T. Los adversarios del Presidente esperan el desgaste en el tiempo y la complejidad de los problemas. Por ahora hay optimismo en la casa presidencial.
 
AL MARGEN
ESTUVO EN TABASCO Christopher Landau, embajador de EEUU en México. Aunque carece de experiencia diplomática aquí mostró sus tablas. Quizá aprendidas de su padre, George Landau, quien trabajó en los años 70 y 80 en el servicio exterior de EE UU como embajador en Chile, Paraguay y Venezuela. Christopher nació en Madrid. 
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