AMLO, planeación gubernamental y el golpe avisa: diagnóstico incompleto y gestión 2020

Sábado, 15 de Febrero de 2020 00:56 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

* Anuncios públicos, el necesario respaldo con diagnósticos 
*Factores negativos: prisa, silencio y competencia política  
*AMLO y su tarea, requiere un gabinete más actuante
 
Víctor Manuel Sámano Labastida
 
AYUDA MÁS quien usa las manos para labrar la tierra que quien las utiliza para aplaudir, dice la conseja popular. Es por eso necesario hacer alto en el vocerío y los ríos de tinta para tratar de comprender hacia dónde vamos y si tomamos el camino correcto. El presidente López Obrador anunció la propuesta de celebrar días festivos en su fecha original, no los lunes, “porque se está perdiendo el ejercicio cívico de memoria histórica”. La cuestión es interesante...
como fomento al civismo de niños y jóvenes. Sólo que ahora se pasa al análisis financiero de los fines de semana que, con la ley actual de festivos, propicia derramas económicas significativas por turismo nacional. Cada fin de semana largo, informan cúpulas empresariales, representa 4 mil millones de pesos. Hacienda y Turismo de la 4T, después del anuncio presidencial, realizarán el estudio correspondiente.
Este ejemplo muestra un flanco débil del régimen: deliberaciones que, realizadas en público, se critican como improvisación en el ejercicio gubernamental. Veamos.
 
CUATRO FACTORES Y ANHELO DE CAMBIO
 
DESCRIPCIÓN de la mecánica: se realiza un anuncio gubernamental a partir de datos de alguna secretaría y después llega una rectificación/ajuste por parte de otra área del gobierno, o de la misma secretaría (que revisó por fin lo que era pertinente). En la administración pública, este error de procedimiento se atribuye a cuatro factores: 1) inexperiencia; 2) prisa; 3) comunicación interna deficiente, por silencios visibles; 4) competencia política entre funcionarios.
Si se revisa a la 4T con los factores citados, vemos que existe relación. Se esperaría que al avanzar el sexenio desaparezcan los factores que propician errores de procedimiento. La inexperiencia es comprensible el primer año de gobierno. Es comprensible. Los adversarios de AMLO argumentan que por 18 años preparó esta misión. 
En la prisa influye la velocidad política con la meta declarada de hacer 12 años en 6. Además, buena parte de la comentocracia mira de forma negativa la prisa gubernamental por cambiar el estado de cosas existente (preocupante en alto grado). Esto refleja intereses anclados en el sistema político tradicional y, en algunos casos, mezquindad frente al anhelo ciudadano de cambio expresado en las urnas.        
Los otros dos factores generan mayor preocupación, de cara a los resultados que espera el País: ¿por qué se generan deficiencias de comunicación interna en el gabinete?, ¿por qué existe competencia política en el equipo de AMLO, no colaboración plena? Las respuestas contienen dosis de futurismo que desvirtúan el presente de la 4T y de Morena. Hay tiempo para ajustar comunicación y voluntades, pero está por verse que –conforme se acerque el 2021 electoral- funcionarios y políticos piensen en términos de eficacia operativa.
 
COMEZÓN DE PRIMER AÑO
EL PRIMER año de gobierno de AMLO fue de gestión veloz y accidentada en áreas estratégicas: seguridad, economía, política energética, trato a migrantes y políticas de salud. La coyuntura fue difícil, con vientos del norte. Esto provocó tensiones, sobresaltos y malentendidos en la opinión pública, con polarización fatal entre simpatizantes y adversarios de la 4T. 
Rasgo estratégico negativo, que se desprende de la gestión gubernamental 2019 –como ya vimos- es la información incompleta para actuar. Es verdad que se elogió mucho el proyecto de gobierno de López Obrador, fruto de décadas de trabajo político a ras de suelo, con recorridos nacionales y prioridades sociales de corte ético: combate frontal a la corrupción, freno a la impunidad, políticas urgentes para disminuir pobreza y desigualdad. Hasta ahora, AMLO tiene credibilidad por el esfuerzo sostenido en los hechos y defendido en el discurso.
Recapitulemos: la confusión en torno a varios anuncios gubernamentales se produce por prácticas erráticas de comunicación. Antes del diagnóstico integral del asunto, se anuncian medidas que luego reciben correcciones que pudieron evitarse de haberse discutido a fondo entre las áreas del gabinete y el Presidente. Se reúnen a diario, así que el cruce de información es posible. La comunicación entre distintas áreas y funcionarios del gabinete, antes de anunciar algo, mejoraría la imagen del equipo que rodea al Presidente. Aunque eso es cuestión de forma, no el resultado principal que debe ser la gestión aseada de políticas públicas, con mejoras visibles en los servicios y prestaciones para la población. Cuestión de fondo. 
En 2020, las valoraciones sobre el trabajo del gabinete serán más exigentes. El contexto no cambia: AMLO se encuentra en la soledad de Palacio, con apoyo mañanero en datos y explicaciones de colaboradores cercanos. Pero no es función de AMLO ser experto en todo. Necesita de expertos que, por ahora, se cobijan con la popularidad presidencial. Le ocurrió al Secretario de Salud, Jorge Alcocer, que no apareció para responder por el desabasto de medicamentos. Le ocurre seguido a Olga Sánchez Cordero en Gobernación. Sin colaboradores con energía y voluntad, no hay manera. Las excepciones se cuentan con los dedos: Marcelo Ebrard (Canciller), Irma Eréndira Sandoval (Función Pública), Alejandro Gertz Manero (Fiscal). Planeación integral es el nombre del juego en 2020. 
 
AL MARGEN
AYER estuvo en Tabasco Alejandra Frausto, secretaria de Cultura. Presidió una reunión regional y entregó el premio de poesía “Carlos Pellicer” a Christian Peña. Al evento acudió el gobernador Adán Augusto López. Volveremos al tema cultural.
 
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