*La entidad se encuentra en una etapa explosiva de contagio comunitario

*Hay que evitar la saturación de los servicios médicos, reclamo reiterado

*Frenar al máximo la movilidad de personas para limitar contagios

 

Víctor Manuel Sámano Labastida

 

TABASCO rebasó la media centena de casos positivos de COVID-19 para colocarse en 52 confirmados hasta ayer y lamentablemente con dos muertes. La mayor incidencia sucede en la ciudad de Villahermosa y demarcación de Centro (41), una tendencia registrada en los grandes centros urbanos. La lógica del contagio indica que en las zonas rurales avanza más lentamente. Pasamos rápidamente de los infectos “importados” a la transmisión comunitaria.

De esta manera el gobernador Adán Augusto López mediante una videoconferencia anunció el reforzamiento de las medidas para lograr que la gente se quede en su casa, reducir la movilidad de las personas en la vía pública y asegurar la suficiencia de los servicios hospitalarios. Como se ha dicho en diversos tonos y matices: la clave es evitar el colapso de los servicios de salud, porque una situación así tiene repercusiones en cadena. 

Concentrar o agotar los recursos en la atención de los enfermos de coronavirus obliga a descuidar otras áreas en las que Tabasco, como suceden en todo el país, tiene una morbilidad (enfermedad) y mortalidad histórica.

 

REFORZAR EL COMBATE

 

RECORDEMOS que el 20 de marzo el gobierno de Tabasco dio a conocer un decreto en el que se indicaban las primeras medidas para detener, contener, controlar, retrasar y reducir la propagación del Covid-19 en la entidad.  Como ordenamiento se suspendían las actividades en centros de entretenimiento, culturales, deportivos, así como los servicios turísticos, que si bien son importantes para la actividad económica favorecían la movilidad de las personas, que es lo que se trata de minimizar.

De esta manera y “para mantener la sana distancia y evitar el contacto físico”, se enlistaron una serie de actividades mercantiles y de esparcimiento, en lo que fue una primera fase del combate a lo que ya se observaba como un contagio comunitario.

A partir de hoy, 2 de abril, las medidas se amplían y seguramente las autoridades serán más exigentes en su cumplimiento. De manera que habrá un cierre temporal de plazas comerciales y “actividades no esenciales”, al igual que la suspensión de la venta y distribución de bebidas alcohólicas en todo el estado. La prioridad, como luego lo reiteró el secretario de gobierno Marcos Rosendo Medina, es la salud y la vida que quienes radican en Tabasco.

Como lo ha señalado la Secretaría de Salud en el estado (cuya titular Silvia Roldán se encuentra en cuarentena por contagio), son cinco demarcaciones las que hasta ahora tienen registros de COVID-19: Centro (41), Comalcalco (4), Nacajuca (3), uno en Cárdenas, Jalpa de Méndez, Emiliano Zapata y Huimanguillo, respectivamente. Hay 199 muestras en proceso por lo que seguramente los casos confirmados seguirán aumentando. No olvidemos que las autoridades sanitarias revelaron que una persona pudo contagiar a casi 300 más.

De acuerdo al reporte de las dos personas fallecidas se confirma también que el padecimiento de enfermedades y vulnerabilidad previa ha sido determinante. De esta forma se insiste en los cuidados mayores para aquellos grupos de riesgo: aquellos que rebasan los 65 años o que padezcan alguna enfermedad crónica como diabetes, hipertensión, obesidad, cáncer, VIH. Como sabemos, Tabasco tiene una de las más altas incidencias de diabetes y obesidad del país.

 

COMUNICACIÓN INTERRUMPIDA

 

Un problema crucial, para liderazgos en tiempo de crisis, es la confusión de voces y los ataques gratuitos. Cuando se trata de desastres naturales o pandemias, los parámetros políticos estorban. Esto no lo entienden ni el gobierno ni la oposición en México, que en la coyuntura Covid-19 buscan miga política. 

Las decisiones de gobierno, ante la pandemia, necesitan soporte científico, para luego difundirse de manera clara. En México, la política de comunicación del Presidente no colocaba en el lugar adecuado informaciones técnicas. Se lanzaron así señales contradictorias. Porque, paradójicamente, en las medidas de salud el gobierno acierta, pero existen matices de la política que según parece está en vías de corregirse. La necesidad obliga.

Habla el Doctor Mauricio Rodríguez, jefe de Epidemiología de la UNAM: “El gobierno de México ha manejado bien la crisis de salud. Hubo circunstancias favorables, particularmente un desfase de tiempo que benefició a nuestro país, pues visualizamos lo que ocurrió en otros países y nos preparamos. México se ha adelantado en las medidas y ha frenado la transmisión del virus desde la etapa inicial”. Palomita que documentó la Organización Mundial de la Salud. 

Toca “detener la circulación del virus en la comunidad. Se deben supervisar zonas del país que tienen turismo extranjero: Puerto Vallarta, Los Cabos, Cancún. Los Estados de la república tienen la capacidad técnica de diagnosticar contagios. Esto es vital y nos coloca en situación diferente frente a  países que han sufrido más”. Mientras tanto, las pugnas políticas desinforman en tiempo de crisis.

 

AL MARGEN

 

EL PRESIDENTE López Obrador llamó a sus opositores a una tregua frente a “la epidemia de “fake news” (noticias falsas), para hacer un bloque común contra la pandemia de COVID-19. Por lo menos bajar un poco a esta guerra mientras dura la emergencia sanitaria que implica la suspensión de toda actividad no prioritaria. De hecho, una recomendación de los especialistas en combate a las pandemias es que se enfatice en la verdad y en una información clara y directa, para poder sumar a la población a las medidas sanitarias.

 

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