Desempleo, la otra pandemia mundial; México debe buscar disminuir el impacto

Jueves, 09 de Abril de 2020 00:47 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*En poco más de tres semanas, serio golpe al empleo en México
*La base: pequeñas empresas y los trabajadores independientes
*Gobierno e inversionistas, en busca de un punto de encuentro
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA ACTUAL pandemia del COVID-19 podría dejar sin empleo a 25 millones de personas en el mundo, estima la Organización Internacional del Trabajo. Cualquier cálculo en estos momentos resulta aventurado. Así como habrá países que puedan librar más o menos esta crisis, habrá otros en lo que seguramente veremos revueltas y cambios profundos de régimen.
La situación de los trabajadores asalariados no era, de por sí, aceptable ni en México ni en el mundo.  Si aceptamos las cifras de la OIT –que siempre tendrán una zona negra-, de las poco más de 3 mil 300 personas con empleo en el planeta unas 2 mil millones se ubicaba en la economía informal.
Al mismo tiempo, una de cada cinco menores de 25 años, ni trabaja, ni estudia, ni tampoco recibe formación alguna.
Esto tiene relevancia por lo que ayer dijo el presidente López Obrador en torno a la caída del empleo en México.
 
NO PRECIPITARSE
 
EN UN PERIODO de 25 días, que va del 13 de marzo al 6 de abril, se perdieron 346 mil 878 puestos de trabajo en el sector privado, según informó AMLO a partir de los registros de la Secretaría del Trabajo y del Instituto Mexicano del Seguro Social. Como se recordará, el gobierno federal ordenó suspender las actividades “no esenciales” del servicio público desde el 26 de marzo.
Fue el 30 de marzo, cuatro días después de aquella medida, cuando el subsecretario Hugo López Gatell, jefe de la estrategia contra la pandemia en México, anunció que se ordenaba “suspensión inmediata” y hasta el 30 de abril “de actividades no esenciales en los sectores público, privado y sociales. Es decir, todo”. Un comunicado dramático, después de que varias semanas de incertidumbre y debates hacían aparecer como no preocupante el avance de la pandemia en el mundo.
De alguna manera, la intención presidencial fue posponer lo más posible las medidas de restricción de la movilidad –y con ello de la actividad productiva- para disminuir los efectos en una economía de por sí vulnerable. Desde la perspectiva gubernamental, la construcción del nuevo modelo distinto al neoliberal apenas estaba en sus inicios, por lo que primero se tendría que estabilizar la economía y la administración para después iniciar el despliegue…aunque con otro enfoque.
Y hablando de enfoques, el dato oficial dado ayer –del número de puestos de trabajo perdidos en poco más de tres semanas- sirvió para que el diario El País (Madrid) destacara que: “Los estragos de la crisis económica causada por la COVID-19 comienzan a notarse en México. Las autoridades han informado este miércoles de la pérdida de 346 mil 800 empleos entre el 13 de marzo y el 6 de abril. Los empleos destruidos en estas dos semanas representan más del trabajo creado durante todo 2019 (342.077 empleos), el primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador”.
Persistente crítico del gobierno lopezobradorista, el diario madrileño agregó: “La cifra añade aún más dudas a la meta fijada el domingo por el mandatario en un criticado plan de reactivación económica que promete crear dos millones de empleos para finales de 2020, un año donde la economía nacional se contraerá. Desde entonces, la relación del Gobierno con los empresarios se ha ido tensando y en el clima se percibe un ambiente de ruptura entre las partes”.
 
EL EMPRESARIADO SOCIAL
 
EN SENTIDO contrario a estas críticas –El País de alguna manera resume esos puntos de vista-, López Obrador y su equipo destacaron que hay un notable esfuerzo de las pequeñas y medianas empresas en México para resistir la crisis económica generada por COVID-19. “Están actuando de manera responsable, heroica, porque son los que están cuidando los empleos de los trabajadores. Es donde ha habido menos despidos. Estamos hablando de la economía formal, de los inscritos en el seguro social”, dijo.
Desde hace lustros nuestro país tiene el reto de crear por lo menos un millón de nuevos empleos anuales para atender a loa demanda laboral. Pero también tenemos décadas de una deficitaria oferta. La situación resultante de la pandemia es extraordinaria y –como le decía- todavía imprevisible.
Según los cálculos del gobierno federal los poco más de 346 mil empleos cerrados representan sólo el 1.7% de los 22 millones de empleos existentes. Existe, por otra parte, un registro oficial (INEGI), que coloca en poco más de 2 millones la cifra de desempleados en 2019. Fue por ello que el presidente López Obrador insiste en que de mayo a diciembre buscará promover la apertura de 2 millones de nuevos empleos.
La secretaria del Trabajo, Luisa Alcalde, presentó ayer una lista de empresas que dieron de baja a la totalidad de sus empleados y al mismo tiempo subrayó que son las microempresas de uno a cinco trabajadores las que “han mostrado mayor solidaridad” en las actuales circunstancias.
Como respuesta, la oferta gubernamental fue tener disponibles dos millones de créditos para pequeñas empresas y para viviendas. “No los vamos a dejar en el desamparo”, insistió. Serían parte del ya establecido programa de Tandas para el Bienestar.
AL MARGEN
LOS EMPRESARIOS e inversionistas no contemplados en el programa primero reclamaron este enfoque presidencial, que consideraron insuficiente. Hicieron ya su propio Plan de 90 días. Está en la mesa de la Presidencia, pero se puede asegurar que el enfoque de AMLO seguirá siendo el que resumió nada menos que López Gatell, el epidemiólogo en jefe: no es el momento de rescatar ganancias sino de evitar mayores pérdidas. ¿Cómo?: es el alma de los desacuerdos…por los objetivos contrapuestos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )