La epidemia no está controlada aún; difícil equilibro entre la salud y la economía

Martes, 02 de Junio de 2020 00:10 Editor
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Escala Crítica/Columna diaria
*Para Tabasco sigue “quédate en casa” y la menor movilidad
*Tarea de los gobernadores y las comunidades facilitar el retorno
*Adán Augusto: por lo menos dos semanas más con restricciones
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
CONSTRUIR la llamada nueva normalidad es necesario, pero no será sencillo. El virus sigue entre nosotros y todavía no podemos decir que se haya aplanado la curva o espaciado los contagios. Ayer se dio por concluida la Jornada Nacional de Sana Distancia, se reiniciaron algunas actividades y las autoridades estatales asumieron la responsabilidad del control de las medidas contra los contagios de COVID-19. La epidemia no ha terminado, advierte una y otra vez el jefe de la campaña sanitaria Hugo López Gatell.
Cierto que no se puede estar indefinidamente en el confinamiento, pero también que estamos ante una situación extrema de riesgo de la salud pública. No es poca cosa que en el planeta reporten 6 millones 264 mil infectados y más de 375 mil 500 muertos; en México oficialmente se estiman más de 93 mil casos y superamos ya la fatídica cifra de 10 mil muertos.
No basta decir que en otros lugares les fue peor, que tenemos suficiente espacio para los enfermos o incineradores para los fallecidos. Reconocer el esfuerzo de los trabajadores de la salud, de las autoridades y de la población que se sumó a las acciones, no nos debe hacer indiferentes a la pérdida de vidas. 
 
LA MALA ECONOMIA, ENFERMA
 
MEXICO, y Tabasco por supuesto, tiene que transitar en el difícil equilibrio de contener y combatir los contagios, pero también evitar mayor daño a la economía del país y de las familias. El presidente López Obrador, quien ayer reinició sus giras de trabajo, reiteró su confianza en la “actitud responsable” de la gente; pero también adelantó que si se da un rebrote habrá que volver a parar, “quedarnos en casa, al confinamiento y salvar vidas”.
Le decía que es un difícil equilibrio, porque también la mala economía enferma, incapacita y mata. Como no poco países, México ya traía la carga de una economía insana, que en lugar de asegurar bienestar para la mayoría acumulaba rezagos, pobreza, desigualdad. De hecho, como lo han señalado los epidemiólogos, la letalidad del actual virus se explica también por las condiciones físicas de la población, resultado de malos hábitos de consumo y el abandono del autocuidado. Otro es el tema, y no menor, de un sistema económico-financiero que desmanteló la medicina pública.  
Ayer los gobernadores de todo el país se despertaron con la nueva responsabilidad en sus manos. De ellos dependen ahora las acciones para el retorno a las actividades. Abiertamente siete gobernadores anticiparon su rechazo al “semáforo epidemiológico” que pone fin a la campaña de Sana Distancia. Así lo hicieron saber: Miguel Ángel Riquelme (Coahuila, PRI); Jaime Rodríguez (Nuevo León, independiente); Francisco Javier García (Tamaulipas, PAN); Silvano Aureoles (Michoacán, PRD); José Rosas Aispuro  (Durango, PAN); Enrique Alfaro Ramírez (Jalisco, MC), y José Ignacio Peralta (Colima, PRI).
Otros mandatarios que pretenden seguir su propia ruta, aunque respetando los lineamientos federales, son Mauricio Vila Yucatán, PAN); Miguel Barbosa (Puebla, Morena) y Alfredo del Mazo (Edomex, PRI).
Es fácil concluir que en el fondo estaría el cálculo político-partidista de aprovechar esta situación para obtener más recursos o fortalecer a sus grupos con miras a las elecciones intermedias del 2012. Pero hay mucho más que eso. Javier Corral (PAN), gobernador de Chihuahua, conocido por su oposición a AMLO, anunció que su entidad acataría las recomendaciones federales, pero al mismo tiempo aplicaría criterios estatales. 
Los restantes gobiernos, incluidos los que llegaron al poder con Morena –a excepción de Puebla-, siguen en sintonía con el Consejo Nacional de Salud. Aunque el desempeño de cada uno de las 32 entidades ha sido distinto en las primeras etapas de la emergencia sanitaria.
CIFRAS NO ESPERADAS
EN TABASCO, que aún se mantiene en “semáforo rojo” y que ayer reportó otro “pico” de 1891 contagios, el gobernador Adán Augusto López anunció que por dos semanas más se mantendrán una serie de medidas para reducir la movilidad, aunque también se prepara la reapertura gradual, ordenada y responsable. El objetivo ahora es pasar a un nivel menor de riesgo en la clasificación federal. 
Como bien lo señaló la Secretaría de Salud estatal y lo reflejan las estadísticas oficiales, Tabasco sigue teniendo una “alta circulación y dispersión”  del virus, por lo que no se deben relajar las medidas de autoprotección y prevención. En particular insistió en la necesidad de conservar el resguardo domiciliario y sana distancia. Sin embargo ayer lunes la gente parecía haber entendido que se regresaba a la normalidad y abarrotó comercios; podría decirse que fue una reacción lógica al cierre del abasto de productos básicos decidido el pasado fin de semana en todos los municipios y anticipado para dos fines de semana más. El gobierno estatal anuló la medida para los próximos días y todos aquellos establecimientos considerados como esenciales permanecerán abiertos los siete días de la semana durante el mes de junio; los horarios serán los aplicados desde el inicio de la contingencia.
Como le decía, en esta nueva etapa, Tabasco llega con cifras que no se esperaban en las previsiones epidemiológicas nacionales: 181 nuevos casos, para acumular 4 mil 323; 13 fallecimientos, para sumar un total 533 decesos. Se recordará que en el “peor escenario”, las autoridades de salud calcularon 200 fallecimientos; de acuerdo al comportamiento del virus y de la población, esta cifra fue elevada a mil 200 muertes posibles. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )