AMLO dio positivo, pero en visita a Trump; un encuentro con el telón de fondo electoral

Viernes, 10 de Julio de 2020 00:13 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

 
*Hasta sus adversarios reconocen que salió bien librado 
*El PRD busca reagruparse; acuerdan reparto en Tabasco
*Lozoya y Duarte, dos piezas en el rompecabezas del fraude
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
SERÍA un desatino pretender que el presidente Andrés Manuel López Obrador acudiese a Estados Unidos para confrontar a un personaje como Donald Trump, dispuesto éste a echar mano de los más abusivos recursos contra sus interlocutores. Dijo el mandatario mexicano: “Algunos pensaban que por nuestras diferencias ideológicas íbamos al enfrentamiento. Afortunadamente eso no se dio”.
El balance general de la visita de AMLO a Washington es positivo. Las portadas de los diarios, aún los más críticos, así lo reflejaron. Los artículos de opinión y las columnas políticas también tuvieron que dar cuenta de lo evidente: no hubo pleito, sí elogios, y tampoco asomó el Trump maleducado. Resulta revelador que uno de los periódicos que de manera más consistente cuestiona al tabasqueño haya publicado en la columna de la casa editorial: “Le fue bien, porque no le fue mal”. Me refiero a Templo Mayor, del diario Reforma.
Otro diario, La Jornada, más cercano a las posiciones de López Obrador y que ha sido foro de la histórica posición anti imperialista de la izquierda y los grupos progresistas mexicanos, destacó pese a los recelos y prevenciones ante el viaje presidencial todo “transcurrió en un clima de cordialidad y respeto”, aunque agregó: “Este ambiente, que debiera ser norma invariable de convivencia entre jefes de Estado, resulta insólito tratándose de Trump…”
Un encuentro, una visita, no lo resuelve todo y menos en una relación tan compleja como la que tenemos con el señor Trump…pero puede empeorar las cosas. Esto, por fortuna, no sucedió y el viaje del presidente López Obrador puede ser calificado como histórico. Ahora a lo que sigue: atender la crisis sanitaria y económica en una tarea que, si la racionalidad aplicara en la relación entre naciones vecinas, mucho pueden aportarse mutuamente México y Estados Unidos.
Por supuesto, no ignoremos el ingrediente electoral. Trump busca la reelección en un proceso que ya inició y que concluye en noviembre próximo; en tanto, López Obrador pondrá en juego su mayoría legislativa en junio de 2021 en un proceso que inicia en septiembre, en menos de tres meses.
 
REMONTAR LA DERROTA
 
EL PARTIDO de la Revolución Democrática (PRD), a nivel nacional y estatal pasa por una etapa sumamente difícil. Atrás quedaron ya los planteamientos ideológicos, ahora el objetivo central es la sobrevivencia al tiempo de evitar la pérdida de más espacios. Como ocurre en casi todos los institutos políticos, lo primero que tiene que lograr es un acuerdo entre sus diversas corrientes, liderazgos (intereses) o tribus para luego plantearse las alianzas externas.
El ahora senador Juan Manuel Fócil, líder de la corriente solaztequista Alternativa Democrática, mayoritaria en Tabasco, confirmó un acuerdo con los representantes de las “otras expresiones internas”, Darvin González Ballina de Nueva Izquierda y Héctor Peralta Grappin de Vanguardia Progresista para integrar “planillas de unidad” en la renovación de las dirigencias estatal y municipal en la entidad, de manera que ya no se realizará la consulta interna a sus bases “por los riesgos de los contagios” de COVID-19.
Conforme a los mismos datos de los firmantes del “pacto de unidad”, de los 43 mil 240 militantes del PRD en Tabasco con registros avalados por el INE, corresponden a ADN 18 mil 396 simpatizantes; a Vanguardia Progresista 15 mil 169 y 9 mil 675 de Nueva Izquierda. No se menciona a otra de las corrientes y que cuenta por lo menos con un asiento en el Congreso local, Foro Nuevo Sol.
En 2018, en un accidentado proceso de selección, Gerardo Gaudiano de Vanguardia Progresista logró la candidatura al gobierno estatal, que también pretendía Fócil. Por alianzas nacionales el PRD fue a la contienda junto al PAN. Los resultados fueron catastróficos para los solaztequistas ya que su candidato sólo obtuvo 19.35% de los votos contra el 61.10% de Adán Augusto López (Morena); para diputados locales, el perredismo sólo consiguió 11.48% de los sufragios y ninguno de mayoría.
Pasada esa amarga, aunque al parecer inevitable experiencia con el PAN, ahora el PRD tabasqueño se propone una alianza con el PRI para el 2021, en busca de contrarrestar la ventaja que tiene Morena como partido en el poder. El año próximo se disputarán las diputaciones federales, así como las alcaldías y diputaciones locales, posiciones en las que los morenistas tienen una abrumadora mayoría…pero que también necesitan resolver sus conflictos 
 
 
AL MARGEN
DOS GRANDES operaciones de uso de recursos de procedencia ilícita en campañas electorales comenzarán a descorrer sus cortinas precisamente ahora inicia la batalla por las posiciones electorales en el 2021, las primeras en las que Morena y López Obrador necesitan refrendar su fuerza legislativa. Se trata de Odebrecht, con Emilio Lozoya –ex director de Pemex-, a la cabeza, y la denominada “Operación Zafiro” en la que se involucra a César Duarte –ex gobernador de Chihuahua.
Lozoya, como se sabe, ya aceptó colaborar con las autoridades mexicanas y será extraditado desde España. Aunque los asuntos que comprometen a quien también fuera uno de los coordinadores de campaña de Enrique Peña Nieto, tienen que ver con Pemex, no nos sorprenda que –como sucedió en Brasil y en varios países latinoamericanos-, la trama sea política.  
En el caso de César Duarte, las versiones periodísticas –atribuidas incluso a este ex mandatario-, apuntan a los nombres de Luis Videgaray, entonces secretario de Hacienda, y Manlio Fabio Beltrones, quien era dirigente nacional del PRI. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
Última actualización el Jueves, 09 de Julio de 2020 22:15