PRD tabasqueño: las tribus guardan sus instrumentos de guerra, por ahora

Lunes, 17 de Agosto de 2020 00:24 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Asume Cabrera Sandoval en un momento de crisis; reto opositor
*Necesaria autocrítica de un partido desgastado en reyertas internas
*Semáforo Rojo para Tabasco, una decisión sensata; planear el retorno
 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EL PARTIDO de la Revolución Democrática (PRD) es todo un caso. Por lo menos en fechas recientes logró evitar en Tabasco las pugnas internas que lo han caracterizado desde su fundación a nivel nacional, y localmente desde finales de los noventa cuando Andrés Manuel López Obrador dejó en manos de grupos locales la dirigencia para asumir el liderazgo nacional. Desde entonces, el PRD tabasqueño se contaminó con las “tribus” nacionales.
Asumió la presidencia del Comité estatal solaztequista Francisco Javier Cabrera Sandoval, ex presidente municipal de Jalpa de Méndez e integrante de la corriente mayoritaria de ese partido en Tabasco, Alternativa Nacional Democrática que encabeza el actual senador Juan Manuel Fócil Pérez.
Cabrera Sandoval anunció desde finales del 2018 su interés por buscar la dirigencia en una consulta a las bases programada para abril de 2020. La epidemia canceló este tipo de elecciones, pero también evitó a este partido las tradicionales confrontaciones que en otros tiempos llegaron a los golpes y a los tribunales. 
La semana pasada, las tres corrientes con mayor presencia en el PRD tabasqueño –ADN, Nueva Izquierda y Vanguardia Progresista- anunciaron un acuerdo que expresa, entre otras cosas, un pragmatismo obligado por las circunstancias: los solaztequistas, como otros institutos políticos, luchan por su sobrevivencia.
 
EXPLOSIÓN Y CENIZAS
 
EN LAS ELECCIONES del 2018 sucedió un fenómeno histórico: una coalición, el partido-movimiento Morena, logró en su primera participación en una contienda presidencial arrasar con sus adversarios. Apenas tiene como precedente lo ocurrido en 1988 cuando el Frente Democrático Nacional (FDN), encabezado por Cuauhtémoc Cárdenas, derrotó al sistema de partido único hegemónico, el PRI. Formalmente le dieron el triunfo al tricolor, pero queda por documentar lo que verdaderamente pasó. Existen testimonios de un fraude. FDN y Morena surgieron como frentes electorales.
De esta nueva oleada, en julio de 2018 dos partidos perdieron su registro a nivel nacional. Pero también sucedió que seis partidos perdieron su registro estatal en algunas entidades. Uno de ellos fue el PRD, que no consiguió el porcentaje necesario en diez estados. A los solaztequistas les fue menos mal que a otros institutos políticos: el novato Partido Encuentro Social se quedó sin registro en 24 estados (y a nivel nacional); Nueva Alianza desapareció formalmente en 16 entidades (y a nivel nacional); Movimiento Ciudadano quedó fuera en 18 estados; el Verde Ecologista en seis y el del Trabajo en cuatro. 
PRD, MC, PVEM y PT, perdieron prerrogativas en algunas entidades, pero conservaron los recursos y registros nacionales.
Si bien es cierto que Movimiento Ciudadano aparece con un mayor protagonismo nacional, se debe sobre todo a que tiene la gubernatura de uno de los estados con el padrón más grande en el país, Jalisco: ocupa el tercer sitio con unos seis millones de votantes, apenas superado por la Ciudad de México y el Estado de México. Sin embargo, el PRD tiene mayor presencia que el MC en 22 estados de acuerdo a las cifras del 2018. ¿Qué ha sucedido en estos meses?, ¿mejoraron, retrocedieron aún más? 
 
PLEITOS QUE DESGASTAN
LAS ENTIDADES en las que los solaztequistas están en clara desventaja son Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa y Sonora. Sin embargo, en medio de la crisis, desde cierta perspectiva el PRD en Tabasco es el menos golpeado que sus correligionarios en otras entidades. Aquí es la segunda fuerza opositora, después del PRI. Este hecho será determinante en el momento de las alianzas, porque en otras latitudes serán el PAN, PRI o MC los protagonistas de acuerdos coyunturales.
Resulta casi inminente que los partidos opositores a López Obrador formarán un frente electoral con alianzas parciales o totales; algunas versiones señalan que inclusive la apuesta de éstos es aprovechar las disidencias internas en Morena de corrientes que están más en la búsqueda de posiciones que en la defensa del proyecto de AMLO. Como me comentaba un personaje perredista: “estamos tranquilos, porque los que se tenían que ir (a Morena) ya se fueron, y es más posible que ahora vengan muchos de regreso”. ¿Ilusión, esperanza, realidad? Lo veremos muy pronto.
Le decía que el PRD es todo un caso para el análisis y la indagación política: en 1997 ganó por primera vez la Jefatura de Gobierno del DF, cargo que repitió en 2000, 2006 y 2012; prácticamente ganó la Presidencia de la República con López Obrador como candidato en 2006, dio una importante batalla en 2012, mientras que en Tabasco ganó la gubernatura ese mismo año (2012).
La lucha por la candidatura al gobierno del estado en 2018 y la avasalladora presencia de López Obrador (y su ausencia en el PRD), cambió el destino de un partido que ahora con un pacto de tres grupos busca remontar.
 
AL MARGEN
 
LA DECISIÓN del gobernador Adán Augusto López y de la Secretaría de Salud de Tabasco por mantener a la entidad en semáforo “Rojo” por la epidemia es acertada, a pesar de la autorización federal para pasar a “Naranja”. Cierto es que urge reanudar actividades productivas y recuperar las fuentes de ingreso de la población, pero esto requiere un proceso planeado con una muy clara agenda de riesgos y un programa paulatino y bajo supervisión estricta. Es importante también que ya exista un sistema de vigilancia comunitaria para detectar casos con un seguimiento oportuno. Nada se debe dejar al azar, porque el descuido es el caldo de cultivo para el virus. No se engaña a este patógeno. (vmsá Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )