El “movimiento”, Morena y el gobierno; no hay un partido que pueda solo: AMLO

Martes, 13 de Octubre de 2020 00:37 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

 
*Desde octubre de 2011, López Obrador esbozó la futura organización
*Definiciones que es oportuno recordar ante el enredo de los morenistas
*Lo que falta: “Concientizar, organizar al pueblo para cambiar el régimen”
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
“SI LOS PARTIDOS de izquierda no están a la altura de las circunstancias hay que reformarlos y si de plano esto no es posible, debe optarse por construir, desde abajo y con la gente, nuevos partidos o crear movimientos amplios, pero no dedicarse únicamente a lo espontáneo, a lo sectorial, gremial o social, sino trabajar siempre en concientizar y organizar al pueblo para cambiar el régimen”. Esto lo dijo Andrés Manuel López Obrador hace exactamente nueve años, el 13 de octubre de 2011.
AMLO habló de la necesaria reforma en los partidos durante su primer viaje a Europa, en la Fundación Ortega y Gasset en Madrid, España, que lo invitó a dar una conferencia. Eran las vísperas de que el tabasqueño recibiera, en noviembre de 2011, su segunda candidatura a la Presidencia, todavía en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), pero ya con la mirada puesta en otra organización. 
Apenas el 2 de octubre de ese año -once días antes de la conferencia en Madrid-, AMLO encabezó en la capital del país la constitución formal del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que después (en 2014) por exigencias de la Ley Electoral tuvo que registrarse como partido.
 
COALICIÓN, PARTIDO, MOVIMIENTO
SI RELEEMOS su exposición en Madrid y revisamos sus intervenciones previas y posteriores, la intención de López Obrador va más allá de un partido político –son sólo una parte de la sociedad, insiste-; apunta hacia algo más complejo y de largo plazo, para algunos politólogos inconcebible, para otros necesario: un movimiento social que, en un principio, tuvo que pasar por una coalición variopinta: de dulce, de chile y de manteca: el Movimiento de Regeneración Nacional. 
Recuerdo todavía que en 1996 durante un debate en la capital del país, cuando AMLO buscaba la dirigencia nacional del PRD, ante el señalamiento de Amalia García –aspirante al mismo cargo- que Andrés Manuel no tenía en mente un partido, sino un movimiento, el tabasqueño hábilmente refutó: “un partido en movimiento”. Con esa frase ganó el debate…y quizá la presidencia del PRD. Liderazgo que al cabo de un tiempo lo enfrentaría a la dura burocracia partidista que sólo quiere cambiar de asiento.
Antes, durante su breve paso por la dirigencia del PRI tabasqueño, López Obrador trató de impulsar esa idea en formación: hacer del partido en el poder una organización actuante, que vigilara el desempeño de los alcaldes y organizara a la gente desde las comunidades. Chocó con un grupo encabezado por el entonces edil de Centro, Gustavo Rosario Torres; el resultado fue su alejamiento definitivo del tricolor. Esta propuesta de movimiento, más que de partido, siguió durante toda la campaña ya como opositor desde finales de 1988 y, como le decía, la llevó al PRD para luego trasladarla a Morena…como un objetivo que –para usar las palabras de Eduardo Galeano- es un horizonte que se aleja.
Todo indica que la mayoría de quienes despachan en la dirigencia nacional de Morena (partido) y quienes buscan los cargos de dirección y de elección popular, siguen en la antigua tradición de hacer política. Por eso esta semana será de definiciones para la coalición que construyó AMLO: una cosa es Morena (partido) y otra el Movimiento de Regeneración Nacional. Reunir el partido y el movimiento se antoja tan ilusorio como lo fue hacer institucional lo revolucionario (PRI); pero vale el esfuerzo intentarlo.   
 
DIFÍCIL ELUDIR EL TEMA
 
AYER, DURANTE su conferencia matutina, López Obrador fue interrogado sobre la renovación de la dirigencia nacional de Morena, interrumpido por la imposibilidad del INE para dar un ganador claro en las encuestas (entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado). El Presidente respondió: “No, eso no”. La periodista insistió: ¿Ninguna opinión al respecto?” y AMLO soltó un poquito más, dijo: “No, no, no opino de eso para no meternos en la cosa partidista; solamente cuando hay alguna cosa grave; pero no, esto no. Esto es (…) algo muy común en los partidos y ya que se pongan de acuerdo”.
Pero López Obrador no podía ignorar su formación política y su preocupación por lo que sucede en Morena, de manera que en la misma conferencia abundó en su reflexión: “hay procesos de transformación que se llevan a cabo a partir de que un partido se constituye en la vanguardia y es el que lleva a cabo los cambios, hay muchos ejemplos sobre eso; y hay otros movimientos que los hacen los ciudadanos, sin los partidos, sin que el partido sea la vanguardia”.
Agregó: “Yo creo que la transformación de México tiene que ver con los ciudadanos, no hay ningún partido que pueda solo en México llevar a cabo una transformación, la están haciendo los ciudadanos. ¿Qué partido tenía en el 2018, 31 millones de militantes? Ninguno. Sí, Morena era el que tenía más militantes, pero no 31 millones”.
Insistió en que encabeza un “movimiento amplio, plural, incluyente”, que calificó como “una transformación de todo un pueblo”. Concluyó: “Nada más para que no nos confundamos también en eso: una cosa es Morena y otra cosa es el gobierno. Partido, como su nombre lo indica, es una parte, partido; gobierno es todo, tenemos que representar a todo el pueblo. (…) lo que quisieran mis adversarios, porque son muy obvios, es que yo me inmiscuyera en estos asuntos y no me corresponde; además, ya tengo algunos otros asuntos que atender como para andar buscando meterme en otras cuestiones”.
AL MARGEN
AYER Adán Augusto López y Javier May hablaron de las acciones inmediatas para los afectados por las inundaciones, así como de un nuevo plan –el cuarto-, que tendrá que incluir sin duda una presa o embalse regulador. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )