López Obrador: su segundo año, desafíos de la realidad; intenciones y posibilidades

Miércoles, 02 de Diciembre de 2020 00:42 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Ayudas cubren 70% de hogares; afirma que tiene 71% de aprobación
*Rompió la hegemonía de un bloque bipartidista; falta lo económico
*El inimaginable retroceso de PRI y PAN dificultan la futura coalición 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
FUE EL OCTAVO informe trimestral del presidente Andrés Manuel López Obrador, el segundo anual si se toma como referencia su toma de posesión en diciembre de 2018, aunque como le mencionaba ayer el estilo del mandatario es una comparecencia casi diaria y, en algunas ocasiones, varias veces al día. Sus giras por las comunidades se convierten en asambleas públicas informativas. Esta permanente presencia puede explicar que –de acuerdo a sus registros- tenga el 71 por ciento de aprobación en las encuestas.
También le mencioné ayer que conforme a un concentrado de sondeos elaborado cotidianamente por Oraculus (sitio especializado en estadísticas), AMLO cuenta con un promedio de percepción positiva a noviembre de 2020 ubicado en 62 por ciento. Por su parte, Mitofsky-El Economista, distribuyeron ayer un reporte donde el mandatario federal tendría actualmente un promedio de 58 por ciento de aprobación. El diario Reforma, caracterizado por su posición crítica al Presidente, refiere una aceptación del 61 por ciento. 
Cuando se acude al detalle, la calificación del gobierno federal –y así lo han reconocido los estrategas y cercanos a la Presidencia- la percepción varía: existe una muy alta calificación a los programas sociales y una menor al tema del combate a la inseguridad. 
 
 
LA BATALLA DE LA PERCEPCIÓN
DIJO el Presidente en el aniversario del inicio de su administración: “El 71% de los mexicanos desean que sigamos gobernando y con eso tenemos. Eso es lo fundamental, el apoyo de la mayoría del pueblo”.
Fueron 45 minutos para un recuento de sus acciones y resultados. Afirmó que de los 100 compromisos que contrajo hace dos años lleva cumplidos 97. Enumeró los que –a su juicio- están en proceso: descentralizar la administración pública, impulsar el desarrollo de energías renovables y llegar a la verdad sobre la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa en septiembre de 2014.
Como eje de su política sigue el combate a la corrupción y al derroche del gobierno. Estimó que la austeridad le ha permitido contar con ahorros de hasta un billón 300 mil millones de pesos, recursos que son usados para impulsar su política de inversión social. Apoyo a los de abajo, como ha dicho.
El porcentaje de aprobación que mencionó el mandatario, coincide con otra cifra que proporcionó en su octavo informe trimestral: el 70 por ciento de los hogares mexicanos tienen algún tipo de ayuda del Estado, estimó.
Para el presidente López Obrador, más allá de las cuentas de la economía y de otros rubros medibles, a estas fechas ya quedaron establecidas las bases de la transformación.
 
CAMBIAR DE MODELO
 
PODRÍA decirse que hay un cambio innegable: sucede en el aspecto político electoral, porque la derrota de la antigua coalición en el poder representada no sólo por el PRI sino por el PAN y otros pequeños partidos, modificó sustancialmente la antigua correlación de fuerzas. Tan es así que hace tres o cuatro años resultaba inimaginable que el tricolor y el blanquiazul tuviesen menos del 20 por ciento de intención del voto como registran actualmente las encuestas, mientras que la coalición gobernante cuente con el doble de sus más cercanos competidores. Ahí está un cambio visible.
El desafío es ahora para Morena, como lo es para los que ahora están en la oposición: construir una alternativa político electoral cuya primera prueba será en las intermedias del 2021. En el papel la coalición lopezobradorista tiene notoria ventaja, sobre todo porque sus adversarios no han podido ofrecer proyectos aceptables y liderazgos confiables.
Pero otro desafío para López Obrador es que una vez logrado cambiar la correlación de fuerzas político-partidistas, como gobernante que busca la continuidad y consolidación de su proyecto tiene que modificar la correlación de fuerzas, el peso en las decisiones, de los bloques económico-financieros. Más todavía a partir de su declarado objetivo de cambiar el modelo económico neoliberal por un modelo de bienestar. Esto es: recuperar el papel del Estado en donde fue desplazado por el mercado (un mercado, por ciento, con profundas y largas raíces corporativas).
 
AL MARGEN
COMPARECIERON ante los diputados como parte de la glosa del Informe Estatal de Adán Augusto López Hernández los secretarios de Gobierno, José Antonio de la Vega, y de Seguridad Pública, Hernán Bermúdez Requena. El primero dijo que la dependencia a su cargo está comprometida con el “diálogo propositivo” y la construcción de acuerdos por el interés general. Aseguró que desde lo local abonará en la consolidación de los pequeños, medianos y grandes proyectos que el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador tiene para Tabasco.
Por su parte, Bermúdez Requena, ante las críticas de la oposición, negó que la policía tabasqueña ejerza medidas de intimidación o de “uso injustificado de la fuerza”, pero advirtió que no se permite nada por encima de la ley.  Con cifras avaladas por el Sistema Nacional de Seguridad sostuvo que la incidencia delictiva en Tabasco se redujo, de enero a octubre de 2020, en 23 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Hay resultados positivos, insistió, en combate al narcomenudeo, robo de motocicletas y a transeúntes, abigeato  y secuestro.  Reportó que en menor medida pero ha bajado el robo a casa habitación, abuso sexual, lesiones dolosas, violencia familiar y homicidio doloso.
MIENTRAS el presidente AMLO camina a su tercer año, Morena sigue en suspenso. A nivel nacional Mario Delgado debe negociar posiciones, a nivel estatal por definirse el caso de Jesuita López y Pedro Hernández en la dirigencia. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )