*Las condiciones climáticas de Tabasco exigen prever deterioros 

*En las coaliciones: el pez grande se come al chico y lo desaparece

*Batalla contra el outsourcing, pelea estelar neoliberalismo-bienestar

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

COMO usted sabe, en toda construcción una previsión fundamental son los gastos de mantenimiento. En lugares como Tabasco, donde las condiciones climáticas son tan extremas –el calor y la humedad-, se multiplica la exigencia de los recursos para tener conservada y en buen funcionamiento la infraestructura de servicios. En alguna ocasión un responsable de Obras Públicas estimó que casi el 75 por ciento del presupuesto en la entidad para carreteras era consumido por el mantenimiento.

Por eso es frecuente que veamos obras monumentales que apenas aguantan un trienio o un sexenio. Otras que aun siendo indispensables se abandonan por la rutinaria práctica de la falta de continuidad. Esto sin contar con las posibles anomalías desde su construcción. 

El gobernador Adán Augusto López anunció un intenso programa de recuperación de vialidades y otra infraestructura dañada por las recientes inundaciones. Si bien estaba previsto un plan normal de rehabilitación en obras públicas, así como la adecuación paulatina de lo que ya no es funcional, el suceso extraordinario de la temporada de lluvias seguramente hará crecer la inversión a montos aún difíciles de precisar. 

Ayer se iniciaron trabajos de pavimentación de vialidades en la capital tabasqueña. Pero también como se ha visto será necesario un intenso trabajo de ingeniería para atender el problema de los socavones, algunos de los cuales ya se habían formado desde las inundaciones del 2007. Otro tipo de ingeniería se va a requerir para reordenar el flujo vehicular. Recuerdo que alguna vez el ex senador Humberto Hernández Haddad, actual subsecretario en Turismo federal, calificó a Villahermosa como “un gigantesco estacionamiento”.

Nunca como ahora es necesario repensar la capital tabasqueña…y el estado.

 

RENACER O SUICIDARSE

 

EN LA DISCUSIÓN del bloque electoral que formalizarán PRI, PAN y PRD la palabra “riesgo” ha estado presente. Los representantes de esos partidos tienen que escoger entre el riesgo de ser derrotados por separado, o el riesgo de ser avasallados juntos. Pesó el cálculo de que unidos pueden construir una fortaleza contra López Obrador y su plan de gobierno.

En las votaciones del 2018 con un candidato común, a los partidos más pequeños les fue peor de lo que previeron. Así, el PVEM apoyando al abanderado del PRI recibió sólo el 1.86% de los sufragios del total de 16.41% para José Antonio Meade; se salvó de la pérdida del registro nacional por sus porcentajes en el Legislativo. No sucedió lo mismo con Nueva Alianza que con su apenas 0.99%, desapareció.

Al PRD no le fue mejor en su alianza con el PAN y MC: mientras que el candidato Ricardo Anaya apenas logró 22.28%, a los solaztequistas les tocó el 2.83% de ese pastel, siendo rescatados de la pérdida del registro por su votación en las otras boletas. También el partido de Dante Delgado sufrió un descalabro: 1.79% de los votos de la coalición; menos de la mitad de lo que logró en 2012 apoyando a López Obrador (4.24%).

En estas alianzas, el pez grande se come al chico. Así sucedió también en 2018 con quienes se sumaron a la coalición de AMLO: el Partido del Trabajo obtuvo el 6% de los sufragios. En 2015 estuvo a un paso de desaparecer y en 2012 cosechó el 5.18% de los votos de AMLO. Pero la victoria no perdonó al Partido Encuentro Social (PES), porque del enorme pastel de AMLO sólo se llevó el 2.70%. Claro, después lo salvó el poder, pero tendrá que volver a medirse en las urnas.

Las legislativas intermedias son distintas a las Presidenciales, sostienen los politólogos y es verdad. Como también lo es que cada elección es distinta. 

 

COSTOSO INTERMEDIARISMO

 

LOS ESTUDIOSOS de la economía desde una visión social califican al “outsourcing” como el más neoliberal de los recursos. Aunque el uso del concepto de esta intermediación de contratos se remonta a los años 30 del siglo pasado, en realidad ha habido muchos intentos por desaparecer la relación directa entre el empleador y el empleado, y por esta vía desaparecer a los sindicatos. Organizaciones laborales que, por otra parte, fueron pervertidas mediante la cooptación de dirigentes o la creación de sindicatos blancos. 

Comenté en este espacio que históricamente uno de los mayores compromisos del movimiento de López Obrador era, por justicia e imperativo ético, reivindicar el derecho de los productores asalariados. Y en ese camino se ubican la reforma laboral encargada a la secretaria Luisa María Alcalde –hija de un abogado sindicalista y de una activista por los trabajadores-, como también las exigencias del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.

Un aspecto ineludible de la reforma laboral toca al denominado outsourcing, por lo que López Obrador encargó a Alcalde Luján, la propuesta de revisión de la subcontratación temporal. Tocó el nervio del modelo neoliberal.

También como le comenté en otra entrega, en las votaciones del 2018 se rompió el bloque del poder político-partidista tradicional (ese pacto por México del PRI, PAN, PRD y PVEM), pero la estructura del poder económico resiste. En este terreno, AMLO no apuesta a una revolución sino a una reforma; por tal razón se pospuso el debate de la iniciativa para desaparecer la subcontratación y el intermediarismo laboral en tanto la Presidencia logra un acuerdo con los representantes de la iniciativa privada.

AL MARGEN

COMO bien me comentaba un lector: enfrentar la nueva esclavitud impuesta como sistema, no como excepción, es tarea del nuevo régimen. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )