Sangría de militantes y dirigentes en el PRI; en 2015 fue el PVEM, ahora será PRD-MAD

Lunes, 22 de Febrero de 2021 00:57 Editor
Imprimir

 *Aliados en lo nacional, tricolor y perredistas pelearán votos locales

*Se reducen los espacios a negociar, aumentan las presiones
*Anunciará IEPCT criterios para incorporar a comunidad LGBT
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
UNA GRAVE sangría de militantes y dirigentes ocurrió en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Tabasco en el 2014-2015, cuando Federico Madrazo emigró al Partido Verde Ecologista y se convirtió en su dirigente. Aunque era un proceso que ya venía de tiempo atrás promovido por Roberto Madrazo, se concretó en las primeras elecciones intermedias después de la derrota del tricolor en la entidad. Algo parecido está por sucederle otra vez al PRI pero ahora con Manuel Andrade...y hacia el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Sería ingenuo plantear que Andrade Díaz se va solo. Resulta lógico que antes de dar el paso como candidato al PRD tuvo que negociar posiciones para “su equipo”. Los errores que el PRI está cometiendo en la asignación de postulaciones en este proceso serán aprovechados especialmente por la nueva adquisición solaztequista. 
Unos crecen a expensas de otros, aunque sean aliados temporales.
 
UN PASTEL MÁS CHICO
 
LOS CONFLICTOS que enfrentan Alejandro Moreno a nivel nacional y Dagoberto Lara en Tabasco confirman que estamos ante una situación que ya se vio en la entidad de manera muy marcada en 2015: los inconformes tendrán acomodo en las boletas con el PRD…, pero también en otros partidos urgidos de completar sus listas. 
En el caso de Tabasco, la derrota del tricolor en el 2012 a nivel de gubernatura –aun cuando ganó la Presidencia-, cerró a ese partido los espacios tradicionales en los gobiernos estatal y municipal que se ofrecían a quienes no obtenían candidaturas, así como a los operadores que saltaron a la casa de enfrente. 
La estabilidad y fortaleza del PRI radicó en parte (digámoslo así para dejar abiertas otros posibilidades) en que teniendo el poder casi único desde la Presidencia, las gubernaturas y a las municipalidades contaba con una gran nómina para repartir. Me lo dijo en una ocasión Leandro Rovirosa, ex gobernador ya fallecido: “Mire, cuando el presidente López Portillo dio instrucciones de darle pluralidad al sistema, nos tocó inventar partidos de oposición”. Se refería, claro, a los llamados “partidos paraestatales” que llegaban a las Cámaras o al gobierno como una extensión del PRI.
Eso fue terminando poco a poco. Mientras los “partidos paraestatales” se debilitaban hasta desaparecer, una verdadera oposición se incorporó legalmente a la lucha electoral y política. Todavía más: los partidos que crecieron a la sombra del PRI –el ejemplo más evidente es el PVEM- también aprendieron los resortes del poder y se beneficiaron de la competencia interna de grupos y protagonistas priistas. El PRD, un partido que surgió como oposición, aparece ahora como ruta natural del reacomodo tricolor en Tabasco. 
 
A DÓNDE IRÁN LOS VIVOS
 
MÁS ALLÁ de los personajes y de limitar estos sucesos al ámbito local, me parece que estamos en presencia de una reestructuración histórica de los partidos, organizaciones y del sistema político.
La mayor sacudida nacional del modelo partidista imperante –después de 1968 y 1988- ocurrió en 2018. O más bien en el camino a aquellas elecciones que resultaron extraordinarias. No es poca cosa que en la disputa por la Presidencia y para hacer un bloque contra López Obrador, el Partido Acción Nacional (PAN), identificado con posiciones conservadoras y cercano a una corriente confesional, se haya aliado con el Partido de la Revolución Democrática (PRD), con un origen vinculado a una ideología de izquierda y con grupos defensores de la laicidad del Estado Mexicano. Mucho cambió para que esas posiciones extremas se encontraran…como ahora sucede entre el PRI y PAN. 
El PVEM, fundado por Jorge González Torres  (militante del PRI de 1967 a 1986), se convirtió en un partido pendular que identificado con el tricolor lo mismo hizo alianzas con el PAN. Anticipándose a la pérdida de la hegemonía tricolor se fortaleció a expensas de su antiguo aliado. Ahora lo vemos ya en la coalición con Morena. Mañana quién sabe.
¿Qué sucederá con el PRI en estas elecciones? Aliado con el PAN a nivel nacional es posible que uno de estos dos partidos antes dominantes se quede con la mayor tajada de los votos; mientras que a nivel estatal veremos también una dispersión en la que –como en Tabasco- una parte del cada vez más pequeño pastel de votos del tricolor le quede al PRD. ¿Logrará el PAN obtener algo de esta emigración o terminará por diluirse en la entidad?
 
AL MARGEN
CUANDO los partidos en Tabasco aún no logran ajustar sus listas de candidatos al criterio de paridad de género (mujeres y hombres), ahora tendrán que adaptarse a otro ordenamiento del Instituto Electoral en la entidad. Los consejeros del IEPCT en atención a lo acordado por el INE, formalizarán el mandato para que en las nominaciones estén representantes de las comunidades LGBT (diversidad sexual), así como indígenas y personas con discapacidad. Se trata, apunta el resolutivo, de abrir espacios de participación a grupos históricamente sido marginados.
Estas medidas afirmativas se van extendiendo. Del tema se habló de manera casual en el 2015. Una reflexión de este columnista es que habrá un momento en que los partidos estén obligados a integrar en sus listas a representantes identificados con sectores sociales. ¿Quién defiende los derechos de los obreros y de los campesinos?, por ejemplo.
LOS RELEVOS en el sector de energía tienen que ir a la par con una profundización de las decisiones para cumplir los objetivos presidenciales. La Ley del sector eléctrico que mañana se votará en el Congreso es parte de este polémico proceso. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )