*Registro de Granier se suma a las nominaciones de Andrade y Osuna

*Clave la capital del estado para relevos del 2024 y para la economía

*Tabasco en el eje del proyecto energético y de integración de AMLO

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

LARGA, muy larga es la espera en Morena para formalizar sus candidaturas a las alcaldías no sólo en Tabasco sino en todo el país. Según se sabe llevarán este proceso, con las encuestas internas incluidas, hasta finales de mes cuando ya los principales aspirantes de los partidos rivales hayan tenido una amplia exposición mediática, a pesar de que no están permitidas las campañas proselitistas. Además de que dos de los aspirantes –Manuel Andrade por el PRD y Andrés Granier por el PRI-, tuvieron sus propias campañas con enormes recursos: uno para alcalde y gobernador (2000 y 2006), y otro con dos procesos para la gubernatura (2000 y las extraordinarias del 2001).

Morena ha manejado con mucha secrecía los nombres de sus aspirantes y sólo sabemos de ellos por lo poco que publicaron cuando se registraron. Por lo que toca al municipio de Centro, se sabe que cuatro personas se inscribieron e hicieron pública su participación: Yolanda Osuna Huerta, Leticia Romero Rodríguez, Jesús Alí y Raúl Drouaillet. Sin embargo, de acuerdo a una primera asignación de candidaturas por género a la capital tabasqueña Morena hizo corresponder a una mujer.

 

CONTRA EL TIEMPO

 

EL HECHO de que Osuna Huerta haya renunciado a la Secretaría de Cultura atendiendo a la recomendación del presidente López Obrador –todos los aspirantes tenían que dejar el cargo a más tardar el último día de octubre- y a su innegable cercanía con el gobernador Adán Augusto López, la convirtieron de inmediato en la fémina con más posibilidades de ser nominada. De hecho, en diversos medios consideran que sólo falta oficializar la decisión de la Comisión Nacional de Elecciones de Morena. El presidente estatal de la organización, Pedro Hernández, ha señalado que es la dirigencia nacional el filtro final de los aspirantes.     

Es curiosa una estrategia que conociendo el poco tiempo para las campañas para gobernador en Tabasco -45 días-, no hayan aprovechado el espacio de las campañas internas y tampoco anunciaran con anticipación el nombre de sus seleccionados. En este último caso, aunque la ley prohíbe hacer proselitismo en el periodo denominado intercampañas, el conocer los nombres de los designados les permite estar en la opinión publicada y en la opinión pública.

Quizá los operadores de Morena confían en las intenciones del voto que les dan las encuestas como organización, a lo que se agregaría lo que aporten los candidatos o candidatas.

Así como Manuel Andrade aprovechó la expectativa despertada por su posible nominación en el PRD hasta el anuncio de su renuncia a ese partido, el PRI se montó en el indudable interés que podía generar el hecho de que el ex gobernador Andrés Granier, aparentemente enfermo y retirado de la política, volviera a las boletas ahora por una alcaldía. Veremos si estos sucesos aceleran el proceso de confirmación de Yolanda Osuna en la candidatura de Morena.

Aunque como le decía que hay por lo menos tres municipios que Morena tiene como prioridad ganar por su carácter estratégico o simbólico (Centro, Paraíso y Macuspana, a los que se suma su indudable ventaja en Comalcalco), será la cabecera estatal la que ahora pasa a ser marcada como relevante en el cuarto de campañas de la coalición en el poder. Centro no es sólo la localidad donde se enfocarán las mayores inversiones en la segunda mitad del sexenio, es también determinante en la fuerza con la que lleguen los partidos y alianzas en la contienda por la gubernatura en 2024. Anoté en una colaboración anterior que históricamente quien tiene la gubernatura gana Centro en las intermedias, pero también en las elecciones generales, quien gana la capital tiene asegurada la gubernatura. Así ha ocurrido, nada indica que pueda ser distinto.

Tenemos enfrente un interesante panorama de competencia de partidos, personalidades y de ejercicio de la memoria colectiva. 

 

EL TREN Y EL PETRÓLEO

 

DESDE las campañas electorales del 2006 y 2012, el actual presidente Andrés Manuel López Obrador enfatizó la necesidad de equilibrar el desarrollo del sur-sureste del país con el norme mexicano desarrollado. En la campaña del 2018 y una vez asumido el gobierno federal anunció importantes inversiones en esta región del país. También pidió a la Comisión Económica para América Latina (Cepal) un plan para el desarrollo conjunto de Centroamérica y el sur mexicano.

En su más reciente visita a los cinco estados que integran la ruta del Tren Maya (el Mundo Maya), López Obrador reiteró su decisión de mantener y aumentar las inversiones en infraestructura, proyectos de largo alcance y programas sociales. De acuerdo a lo que señaló el mandatario, una consecuencia de la intervención federal en la zona permitió que Tabasco se colocara “aún con la pandemia”, en un tercer lugar nacional en creación de empleos, apenas detrás de Baja California y Chihuahua. Hay una “inversión pública federal sin precedentes” para equilibrar el desarrollo nacional.

Conforme a los planes del Presidente, el Tren Maya debe ser inaugurado en el 2023, y un año antes –en julio de 2024- debe estar ya concluida y funcionando la refinería en Dos Bocas, Paraíso.  

Sin duda que las inversiones federales han permitido reactivar la economía, multiplicar la oferta de empleos y revitalizar la industria; pero sobre todo establecer un criterio integrador, según reconoció el gobernador tabasqueño, Adán Augusto López.

Durante la reciente gira presidencial –se tiene prevista otra a Tabasco a mediados de mes- se destacó que la entidad no sólo será “la capital energética del país”, sino de la seguridad en la materia. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )