El humor en política: arte no replicable, sarcasmos a la carta con ideas en extinción

Viernes, 13 de Mayo de 2022 00:35 Editor
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Víctor M. Sámano Labastida                     
* Humor presidencial y el mal humor opositor, sin réplicas
* Excesos: insultos sustituyen análisis; descalificar, califica               
* Sarcasmos: perfilan competencia de agravios y retrocesos
 
 
 “VAMOS a necesitar la sección ‘quién es quién en las mentiras’ dos veces por semana”, dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador (11/05/2022), que en su gestión comunicativa propone tonos de humor no replicados por sus interlocutores públicos. Le gusta la provocación y no hay respuesta inteligente. La amargura no rinde.  
A reserva de continuar el análisis de las próximas elecciones estatales que inició en mi entrega anterior, hoy quiero ofrecer esta pausa a los pacientes lectores con el tema del humor en la política. A veces un humor involuntario.
Quizás por esos tonos de humor de AMLO, la ciudadanía le refrenda confianza en percepciones: 62% de aprobación presidencial, en la reciente encuesta del diario Reforma (09/5/2022). Quizás por ello la oposición no está para tonos de humor. Es sombría y catastrofista, en su mayor parte, la presencia pública opositora. Aunque hay excepciones, pero el horno opositor no parece estar para bollos.  Hablan del vaso vacío de la república a todas horas, mientras la ciudadanía mira otra cosa; o por lo menos ocurre con quienes ven los positivos y no los negativos del habitante de Palacio Nacional.    
¿Es inoperante el humor de actores políticos, en tiempo de polarización y elecciones? La polarización, por otra parte, está en las condiciones sociales que hay que revertir.
Por un lado, resulta claro que no se necesita atiborrar de humor la arena pública. Nadie quiere convertir la discusión política en reality show y competencia de ingenio (¿o sí los hay?). Por otro lado, se necesitan tonos de distensión para el lenguaje feroz que domina en los actores públicos. Ahí, como factor de madurez civil, el humor ayuda. En otra colaboración citamos la novela “El hombre del toque mágico” (Stephen Vizinczey/1994), donde se planteaba “una sociedad en la que sólo tenían derecho al voto los ciudadanos que no se tomaban en serio y podían reírse de sí mismos”.
       
INCERTIDUMBRE Y HUMOR        
 
EL ITALIANO Leonardo Sciascia escribió: “detesto hacer un pronóstico negativo contra la realidad. No quiero correr el riesgo de ganar”. 
El humor aparece como respuesta social para atenuar el miedo ante la incertidumbre. Ante una tragedia, por ejemplo, el humor negro se multiplica (burlarse de la desgracia ajena). Desde otro ángulo, hay pensadores ilustres que perfilan el humor y la ironía como formas argumentativas legítimas ante la realidad que no puede cambiarse de un tirón.  El mexicano se ríe de su tragedia, afirman algunos estudiosos.
Pero es importante el humor como perseverancia analítica, no simple evasión. 
Nombres e ideas: Henry Bergson, la risa como vacuna de ánimo ante la desgracia; Sigmund Freud, el chiste como procesador de cultura; Johan Huizinga, el juego y el hombre lúdico como catalizador social; Norbert Elías, el juego y el deporte como proceso civilizatorio; André Glucksman, la problemática social con prismáticos falibles: “Dios ha muerto, Marx ha muerto, y yo mismo no me siento muy bien”. El humor advierte que no somos infalibles. 
Qué decir de la lapidaria y burlona frase de Woddy Allen: “La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema”.
 
EN ALBURES NO COMPITO 
 
EL HUMOR tiene credenciales racionales para la interpretación de una realidad política determinada. Es componente saludable de las culturas nacionales. Otra cosa son el insulto y las groserías. Lo mostró Hernán Gómez (La octava, 27/04/2022) que planteó desde un prisma negativo algunos insultos a López Obrador en redes sociales y medios de comunicación que antes se subordinaron al poder. Insultar es fácil, analizar no.                           
La grosería y el insulto denigran a quien los pronuncia. Puede haber palabras con sentido alburero/creativo, pero la degradación discursiva permanece. Hay voluntad de conflicto. “Groserías: palabras malditas, que sólo pronunciamos en voz alta cuando no somos dueños de nosotros mismos”. (Octavio Paz)  
En conferencia universitaria (1983), Carlos Monsiváis cuestionó el uso a destajo de groserías en textos periodísticos. “Son válidas como búsqueda selectiva de veracidad, pero no las recomiendo como sistema expresivo”, sostuvo, y apostó –como en su obra- por el humor y la ironía como rutas expresivas.  Algo que requiere una inteligencia despierta.     
Aunque, claro, estamos también en tiempos en que hace falta recuperar el humor como un alimento al optimismo. No es el fin de la historia...tampoco de este tema. Volveremos.
 
AL MARGEN
 
NUESTRO más sentido pésame a los familiares y amigos del arquitecto Andrés Pérez Flores, más conocido como MAC, así como a la comunidad cultural. Nacido en febrero de 1942, participó en la fundación del Colegio de Arquitectos de Tabasco y se destacó como maestro de figura humana en la Casa de Artes José Gorostiza, de Villahermosa. Dejó un gran legado en la plástica. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )