AMLO, historia y retiro político: democracia, en el jardín de senderos que se bifurcan

Martes, 24 de Octubre de 2023 14:20 Editor
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 Escala Crítica/Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

* Reelección, apuesta opositora sin indicios; AMLO: retiro y notario    
* Viñetas del pasado tabasqueño: decisiones que marcaron una vida   
 * Otros retiros: inquietud por participar a trasmano y excesos
  
Víctor M. Sámano Labastida
 
CON FRECUENCIA que refleja cierta melancolía, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anuncia que en 2024 se retira definitivamente de la política. El adverbio no es gratuito: AMLO enfatiza que no participará en eventos públicos y que no dará entrevistas. Sus adversarios juraban que iba por la reelección. La estancia que imagina AMLO en su finca de Palenque pasa por la escritura de un libro sobre el pensamiento de la derecha en México.  
Curioso, que el líder social más reconocible de la izquierda nacional reconstruya ideas de sus adversarios. Esto deberían tomarlo en cuenta políticos de todos los signos: para proponer algo significativo a la ciudadanía, hay que comprender diversas ideas en un contexto histórico determinado, sin olvidar a quienes piensan diferente. Los opositores de AMLO, empeñados en descalificarlo, se niegan a analizarlo. Quizás por ello les sacó ventaja doble: popular y de proyecto.
               
TRAYECTO Y DECISIONES DE PESO
 
LEJOS ESTÁN los días en que AMLO, con recursos precarios, circulaba por las calles de Villahermosa en Volkswagen blanco o Tsuru desgastado, sin ningún tipo de protección. “El pueblo me cuida”, comentaba a correligionarios y periodistas. Frente al aparato estatal que lo vigilaba, años 80s y 90s, las palabras de AMLO sonaban temerarias o ingenuas. Esta naturalidad ante el peligro se mantuvo con el paso del tiempo y se reafirmó por sus convicciones de lucha pacífica, mientras su figura política cobraba relevancia nacional. Sin el énfasis pacífico (‘ganar sin romper un cristal’) la historia de AMLO sería otra.
También, quizás otra sería la historia de AMLO si hubiese aceptado el 16 de agosto de 1983 el cargo de Oficial Mayor que le ofreció el Gobernador Enrique González Pedrero, luego de que sus intentos democratizadores en la dirigencia estatal del PRI provocaron reacciones cupulares. Pedrero, ante esa presión, quiso recolocarlo en posición estratégica: el manejo operativo presupuestal del gobierno de Tabasco. López Obrador no aceptó. En su carta de renuncia al Gobernador, apuntó: “desde hace tiempo he dedicado mi trabajo al servicio de los intereses de la mayoría del pueblo. Hoy usted me brinda la oportunidad de ocupar el honroso cargo de Oficial Mayor que, siento, me aleja de ese propósito fundamental”. 
López Obrador pasó sin ver las entrañas del sistema y evitó historias de tentación. Todo esto lo cuenta Jaime Avilés en el libro “AMLO: vida privada de un hombre público” (2011), que tuve oportunidad de presentar junto al autor y a doña Gabriela Gutiérrez. Elegir el jardín ciudadano lo bifurcó de la corrupción y lo reafirmó en posturas democráticas. No es casualidad que AMLO sostenga que “nada ha dañado más a México que la corrupción”.           
CARTAS DEL PASADO
EL PASADO OFRECE perspectivas sobre el presente y el futuro de nuestras vidas. Hay líneas de coherencia ética -y de carácter- que atraviesan el tiempo si la voluntad resiste. Es el caso de AMLO, que a los 26 años de edad trabajaba en la región de la Chontalpa como parte del Instituto Nacional Indigenista (INI). La investigadora polaca, Irena Majchzark, captó en el libro Cartas a Salomón (1988) una imagen lopezobradorista clave, fechada el 10 de junio de 1982: “La persona del director del INI se hizo un poco mítica en la región. Todos saben que se le puede encontrar en su oficina sólo entre las siete y las ocho de la mañana. Después sale para supervisar las actividades en el campo”. Esta disposición para el trabajo ya pintaba como enemiga de la burocracia: “Tuve la oportunidad de observar el ritmo de su trabajo. (…) los diálogos entre el director y la persona interesada eran muy breves y muy eficaces. (…) Nada de burocracia, nada de pedir requisitos”. 
Es probable que ese ritmo de trabajo que lo acompaña por décadas, sea lo que más extrañe López Obrador en su retiro político. Como jefe de gobierno del DF (2000-2005) la conferencia matutina comenzaba a las 6 de la mañana. ‘Menos mal -exclaman periodistas desvelados- que ahora comienza su conferencia a las 7 pasaditas’.              
¿PERMANECER SIN ESTAR?
LÁZARO CÁRDENAS dejó la presidencia en 1940 y en varias ocasiones fue requerida su opinión y habilidades políticas para solucionar problemas de la república. Luis Echeverría quiso un papel mayor al de Cárdenas y no lo logró. No es un secreto que Carlos Salinas busca intervenir, de diferentes maneras, en el plano económico y político del país, a través de terceras personas. Hay testimonios significativos. Vicente Fox y Felipe Calderón, de extracción panista, desde hace varios años hacen de su opinión una tragicomedia. En esos espejos no quiere mirarse López Obrador, si hacemos caso a su anuncio de retiro definitivo. ¿Qué pasará si le piden su parecer, desde el bastón de mando de la 4T?
“Cómo reconstruir el paraíso” se titula un capítulo del libro “El poder en el Trópico” de AMLO (2015). Ahí se encuentran estas líneas: “El que tiene la conciencia tranquila duerme bien, vive contento”. Con su retiro anunciado, aunque muchos no le creen, López Obrador tendrá que trabajar mucho en 2024, para después vivir contento y escribir. Sus memorias serán esperadas como una referencia necesaria para debatir, oponer o afirmar.
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