PRIÍSTAS EN BUSCA DE UN PARTIDO, NO SÓLO DE UN DIRIGENTE EN TABASCO

Miércoles, 23 de Octubre de 2013 00:47 Editor
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Escala Crítica/Columna diaria
*Anotan cuatro por la dirigencia; dictamen hasta el 7
*Una crisis de liderazgo, de estructura y de militancia
*En Tabasco, los premios nacionales de periodismo

Víctor M. Sámano Labastida

EL PARTIDO Revolucionario Institucional en Tabasco requiere más que un (nuevo) dirigente. Necesita una reestructuración a fondo y quizá una refundación, entendida esta última como un retorno a sus bases. Los propios priístas reconocen que su militancia y sus dirigentes deben asumir que están en un  partido, no en una agencia de colocaciones.  Quizá les convendría volver la vista a su antiguo oponente PRD, ahora en el gobierno, y al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para distinguir en lo que sí y lo que no debe hacer un partido. Lo mismo que a estas dos organizaciones les sirvió mirar en el espejo priísta.

El Partido Acción Nacional tiene otra historia, aunque no falta quienes señalen que el PRI se “empanizó” y los blanquiazules adquirieron tonos tricolores. En este juego de cambio de casacas y calificativos no faltan quienes señalan que el PAN se “perredizó”.

CRISIS QUE VIENE DE LEJOS

AYER cuatro aspirantes a la dirigencia del PRI tabasqueño se registraron para contender en un proceso en el que votarán unos 5 mil 800 consejeros: Erubiel Alonso, diputado con licencia; Evaristo Hernández, ex alcalde de Villahermosa; Félix Eladio Sarracino, ex dirigente de la CNOP. El cuarto es Felipe López  Ortega, ex director del Indestab, quien sustituyó a José del Carmen Escayola cuando éste apostó a la aventura de buscar competir en las elecciones del 2012.
El PRI tabasqueño pasa actualmente por un momento de definiciones, de búsqueda de identidad. No es lo mismo ser partido en el gobierno (y del gobierno), que partido de oposición. Además de que el PRI –con sus antecesores PNR y PRM-, es en realidad una coalición de partidos y grupos de interés a los que el poder convirtió formalmente en partido.
Lo que podríamos denominar la crisis del PRI se remonta en la etapa contemporánea a 1988, cuando ocurre el mayor desprendimiento de ese partido tanto a nivel nacional como local. En Tabasco se complica para el tricolor por la confrontación de dos bloques: el que apoyó a Salvador Neme Castillo y el que integró Roberto Madrazo para obtener el control del PRI, buscar nuevamente la candidatura gubernamental y luego proyectarse a la Presidencia de la República.
El PRI en Tabasco entró desde entonces en un creciente conflicto de grupos, intereses y liderazgos. El impacto más notorio lo recibió en el 2006 cuando Madrazo Pintado no sólo perdió como candidato a la Presidencia sino que su partido fue enviado al tercer sitio nacional de preferencias. En Tabasco perdió las seis diputaciones federales y las dos senadurías.
Fue entonces, en julio del 2006 a sólo unos días de aquella derrota, cuando Tomás Yánez Burelo renunció a la dirigencia estatal del PRI. Llegó en su relevo Georgina Trujillo, a quien le correspondió encabezar al tricolor en las votaciones de octubre de ese mismo año y cuando su partido logró una sorpresiva recuperación con Andrés Granier como candidato a la gubernatura.
Sin embargo, me parece que esa victoria formal de octubre de 2006 le impidió al PRI revisar lo que ya estaba ocurriendo en sus estructuras, en su militancia y en la sociedad. La dirigencia en mano de Trujillo Zentella transcurrió más o menos sin sobresaltos, lo que le permitió a la presidente partidista ser a la vez coordinadora de la bancada de su partido en el Congreso.
En el 2009 los problemas se hicieron evidentes –para quien quisiera detenerse a observar: Adrián Hernández Balboa dejó el gabinete de Granier en la Secretaría de Comunicaciones (¿qué tendrá esa secretaría?) para asumir la dirigencia del tricolor. Asumió el cargo junto a Selene Mollinedo como secretaria general.
Su designación la hicieron 3 mil 36 consejeros, en una competencia contra otras dos planillas: la de Luis Alberto May López y Carmita Orueta, que obtuvo 37 votos, en tanto que por la de Pedro Gutiérrez y Candelaria Hidalgo sufragaron sólo 16.
A la renuncia de Hernández Balboa, en mayo de 2011 asumió la dirigencia por unos minutos Selene Mollinedo y el mismo día hubo otro cambio polémico: el ex consejero jurídico del Gobierno del estado, Miguel Romero, fue nombrado dirigente del partido en el poder sólo por 420 integrantes del consejo político de ese partido, pero con la bendición del gobernador en turno. Se dijo entonces que Romero Pérez sería presidente del tricolor hasta junio de 2013.
Apareció entonces otra de las grandes debilidades del tricolor: si no existía la costumbre de un ejercicio democrático con sus bases, tampoco había la experiencia de aplicar estrictamente sus estatutos. Le pasó lo que al PRD y al PAN: olvidó que los tribunales federales pueden resolver en estos litigios.
Como es sabido, Pedro Gutiérrez impugnó, el Tribunal Electoral (TEPJF), anuló la designación de Miguel Romero, pero el PRI se concretó a cubrir la formalidad...y Gutiérrez fue designado poco después secretario general adjunto.
Parecería que el “cerebro” de las estructuras priístas no estaba dispuesto a aprender. Así, como resultado de las negociaciones por la candidatura al gobierno estatal, Francisco Herrera -uno de los aspirantes- Francisco Herrera fue designado dirigente interino en sustitución de Romero Pérez en marzo del 2012.
La militancia seguía y sigue alejada de estos ajustes y reajustes que ocurren sólo en la cúpula. El PRI no logró resolver la contienda interna por candidatura al gobierno, sino que fue a la batalla electoral como un cuerpo desarticulado…y parece que aún  sigue así.
No se trata sólo de elegir a un dirigente, es sobre todo qué tipo de liderazgo y de partido tendrán en Tabasco como oposición y frente a la competencia para el 2015 que ya comenzó.

COIMUNICAR PARA GANAR

DESAPARECIDO el Premio Nacional de Periodismo que era otorgado por la Presidencia de la República, ahora esta presea es entregada por un Comité Ciudadano e institucional que para el 2013 decidió reconocer la trayectoria periodística de Rogelio Naranjo, destacado caricaturista y colaborador permanente de la revista Proceso.
El galardón nacional es también para trabajos específicos enviados al concurso. Entre otros ganadores de este año se cuentan Humberto Padgett, en Crónica; Sergio Ferrer, en Noticia; Uriel López en Reportaje y Luis Felipe Cortés en Fotografía.
Como el presidente del Consejo Ciudadano de Premiación es en esta ocasión el rector de la UJAT José Manuel Piña Gutiérrez, la ceremonia de entrega será en el Centro Internacional de Vinculación y Enseñanza (CIVE), en Villahermosa, el 21 de noviembre. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )