SIN FRONTERAS/El futuro de la prensa: seis propuestas

Miércoles, 16 de Febrero de 2022 12:13 Editor
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 Pablo del Ángel Vidal          

 
El futuro de la prensa: seis propuestas 
para el impreso menguante 
y la obstinación por los hechos 
 
En Diario Presente y Ventanasur
 
El tiempo no espera a la prensa escrita. Antes, como parte del paisaje urbano, era común ver a personas leer el periódico en sitios públicos y frente a sus casas en sillas, sillones o balcones/ventanas. Ahora, en el paisaje dominan personas con dispositivos (celulares, tablets) que se leen en cualquier parte. El siglo XXI debería tener por lema: “luz en el rostro”.     
 
A la manera de Ítalo Calvino, que en 1985 escribió “Seis propuestas para el próximo milenio” (de la literatura), me gustaría trazar seis sugerencias sobre el futuro de la prensa, con un ingrediente esencial: la obstinación por los hechos. 
Las sugerencias que aquí se desarrollan no tienen la ambición milenaria y espléndida de Calvino. El periodismo, dijo don Renato Leduc, es “la historia de lo inmediato”. El tiempo apremia la edición y no se esperan reflexiones filosóficas en titulares de prensa. La comunidad se mueve en tiempo presente, lo que representa un reto de equilibrio en la cobertura: los problemas de corto plazo eclipsan los problemas estructurales y de largo plazo. Lamentable y real.
 
CONTEXTO
 
Siguiendo a Leduc,
: verdad rentable, autonomía, claridad. nombraré al periodismo de investigación “el contexto de lo inmediato”. Ésa es la primera sugerencia: añadir contexto al seguimiento de los hechos. Esto se logra con investigación, de campo o documental. La propuesta es sencilla, aunque laboriosa. Antaño, el periodista sacudía polvo de bibliotecas; ahora, la navegación por Google es la principal herramienta. De todos modos, la lección es la misma: sin investigación no hay verdadero periodismo.
Diferencia importante todavía, entre impresos y sitios virtuales de información, es la calidad de la investigación. En las redes sociales domina la opinión y el comentario, quizás porque en la transmisión en vivo la investigación resulta pérdida de tiempo. La velocidad de transmisión es refractaria a la investigación clásica del periodismo escrito. Otro asunto (más grave) sería que los actuales youtubers no conozcan los pasos básicos de una investigación: planeación, recopilación de datos, selección, borrador revisable y redacción definitiva con datos verificados. La ética periodística es ética de verificación, o no es nada.                 
 
CONVERGENCIA
 
La segunda sugerencia es tecnológica: convergencia mediática. La prensa en su versión clásica (diarios, revistas y semanarios impresos) es fenómeno menguante y estamos a años luz del ambiente cultural que describe “El ciudadano Kane” (1941, Orson Welles, considerada la mejor película de todos los tiempos), donde la influencia social de los medios impresos se nota por todas partes y la trama -en sí misma- es reflejo de la grandeza/decadencia de la prensa. En el siglo XXI, la diversidad de dispositivos electrónicos ofrece a los usuarios posibilidades voraces de información/comunicación/retroalimentación. En este sentido, aunque no sustituye el trabajo periodístico, la tecnología se convierte en el auxiliar del impreso menguante y la convergencia de plataformas virtuales (como sistema de comunicación abierto) es presencia social del medio.   
   
PERSIANAS
 
La tercera sugerencia viene de Julio Scherer: “las ventanas al poder deben tener persianas”. Las persianas generan entrada moderada de luz a una habitación. Entre los extremos de “lo oscurito” (autoritarismo político de pocos que deciden por millones) y “la casa de cristal” (exhibicionismo mediático que rompe fronteras de privacidad), la metáfora de las persianas para vigilar el ejercicio del poder representa una postura periodística equilibrada. Y es que el periodismo se mueve en la órbita del poder. Como satélites sin voluntad, hay periodistas y directivos engullidos por la densa gravedad del poder. 
El periodista de vocación autónoma, tiene que conocer las danzas palaciegas y las antesalas con políticos de siete suelas. ¿Por qué la cercanía con el poder, sin dejarse arrastrar por su brillo? Significa no quedarse fuera de ‘la cosa pública’ y surtir de información valiosa a la comunidad que la necesita como relato verificado, no como rumor tras bambalinas. Por ello, una parte muy delicada del periodismo es la difícil relación con los políticos. En los años dorados del sistema político mexicano, decenas de medios de comunicación (dueños, directivos, periodistas) ganaban más ocultando lo que sabían. 
VERDAD RENTABLE
 
La cuarta sugerencia es un recordatorio, porque otros abrieron brecha: hacer de los hechos y de la veracidad un negocio rentable y de utilidad social. En lugar del periodismo obsequioso (“la verdad se oculta”) buscar la ruptura inteligente del periodista obstinado por los hechos: “la verdad vende”. La aventura de Julio Scherer con su equipo, emboscados por el poder en Excélsior (1967-1976) y resucitados en Proceso (1977-2015), marcó la historia contemporánea del periodismo nacional. Se pudo hacer de la veracidad un componente comercial.
Hoy es curioso lo que sucede con Julio Hernández Astillero en su sitio de Youtube: lo desmonetizan con frecuencia (le quitan ingresos) por “comentarios que violan las políticas editoriales de la plataforma”. Julio Astillero explica que nunca le han dado a conocer esas políticas editoriales, y él se queja porque otros sitios de noticias en Youtube tienen “más especulaciones, imprudencias, groserías y rumores”, y no los desmonetizan. En Youtube, y otras redes virtuales de información, la verdad debería ser rentable –no el escándalo, no la censura anónima, no la opinión sin fundamentos.
                 
 
AUTONOMÍA
Quinta sugerencia, de corte ético: mantener la autonomía al eludir regalos, componendas y otras tentaciones. El poder busca, halaga y trata de quemar. En varias ocasiones, incluso don Julio Scherer recibió obsequios caros. Él mismo (autocrítica y mea culpa) confesó esos regalos en sus libros: una docena de sedosas guayaberas con sus iniciales y  mancuernillas de oro, cortesía de Gustavo Díaz Ordaz; una camioneta (que finalmente devolvió) cortesía de Carlos Hank González; un equipo completo de uniformes, bates, guantes, pelotas, para él y redactores, articulistas y reporteros que jugaban beis en sus ratos libres, cortesía del gobierno del DF; cenas suntuosas con Carlos Salinas; apoyo médico de primera calidad, cortesía de Luis Echeverría. Se sabe -por hechos públicos- que nada hizo mella en su labor periodística. La ética de Scherer seguramente tuvo otras tentaciones para abandonar el periodismo obstinado. Le ayudó que no era ‘lobo solitario’, como Manuel Buendía que murió ejecutado en la vía pública. El sello de equipo quizás salvó a Scherer de atentados y lo protegió del descarrilamiento ético. Si no se tiene equipo de trabajo: ¿Por qué acercarse al fuego del poder y pensar que no habrá incendio?   
                 
CLARIDAD
 
Sexta sugerencia: claridad y sencillez en el estilo. Los grandes del periodismo, incluso quienes habitan terrenos literarios en sus textos, son transparentes en la sintaxis: la estructura/composición de oraciones y párrafos. El periodista Víctor Sámano (compañero de ruta) decía en la mesa de trabajo que “el primer compromiso del periodista es con la sintaxis”. Lleva razón, más allá de ideologías y preferencias culturales y políticas (que es legítimo tener, en tanto ciudadanos). Quien quiera verificarlo acérquese a libros del polaco Riszard Kapuszinski, el alemán Günther Wallraff, el norteamericano Guy Talese o el mexicano Scherer. Prosa que deslumbra por su brevedad y exactitud en la descripción de detalles y atmósferas. “Tener ojos en la yema de los dedos y querer observar todo” (Elías Canetti), es el periodismo que vale la pena. Si eres periodista o quieres ejercer como tal, hay que leer a los grandes periodistas, obstinados con los hechos que describen y recrean. El futuro comienza al revisar el pasado desde el presente.