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*Políticos, empresarios, administradores, al frente de la empresa

*Será distinto, afirma Romero Oropeza en relación con Tabasco

*Los morenistas y la batalla de los nombres; se alargan plazos

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

EN OCASIÓN de la conmemoración del aniversario 83 de la Expropiación Petrolera, el 18 de marzo reciente, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, después del acto realizado esta vez en Tabasco, tuve oportunidad de entrevistar y conversar con el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza. Una versión del contenido del diálogo fue publicado en tres partes en el diario Presente. El funcionario abordó los más diversos temas, aunque en atención a los lectores decidí dejar a un lado los aspectos técnicos, cifras financieras, y asuntos más especializados.

Aunque es ingeniero agrónomo de profesión, Romero Oropeza tiene una amplia experiencia en materia administrativa y de organización. Si bien sus críticos subrayan el hecho de que carece de experiencia en materia petrolera, desde antes de la primera campaña presidencial del 2006 el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador le encargó coordinar a un equipo encargado de la propuesta energética en el Proyecto de Nación. 

Antes había trabajado con AMLO en la Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito Federal, la segunda entidad de la República con mayor presupuesto, apenas superado por el Estado de México.

Aunque me parece que ya está rebasada la discusión sobre si al frente de Pemex debería estar un ingeniero petrolero, vale señalar que la empresa petrolera ha tenido directivos como Carlos Alberto Treviño, que fue ingeniero en alimentos; Emilio Lozoya Austin, licenciado en derecho y economía –con los resultados que estamos conociendo -, y una larga de lista de políticos como Rogelio Montemayor, Francisco Rojas, Carlos Ruiz Sacristán, o Raúl Muñoz Leos, de la Compañía Dupont.

Hubo políticos-políticos, como Jesús Reyes Heroles (padre), que marcó una época en un Pemex nacionalista, como lo hicieron en su momento Vicente Cortés Herrera, Efraín Buenrostro y Antonio J. Bermúdez, por sólo citar algunos. En el caso de Romero Oropeza, no es nuevo decir que un factor fundamental de su presencia en Pemex es la cercanía que mantiene con el Presidente.

 

DESAFÍOS INTERNOS Y EXTERNOS

 

PERMÍTAME destacar que pude apreciar un gran optimismo en Romero Oropeza y una convicción de que será posible alcanzar las metas –muy complejas-, propuestas por López Obrador, sobre todo en un contexto de grandes desafíos internos (de la empresa y del país) y externos, así como por la propia naturaleza de la actividad petrolera. 

Hablamos del impacto que para Tabasco tendrá lo que se anuncia como un nuevo auge petrolero: la atención a los daños ambientales y cambios socio-demográficos, la incorporación de pequeñas y medianas empresas no sólo a la cadena de suministros de Pemex sino para el desarrollo de una inversión post petrolera, así como de aspectos más específicos y coyunturales como la pandemia del COVID-19.

Mucho hay todavía por decir en torno a Pemex y los hidrocarburos, pero el eje del futuro del sector está vinculado estrechamente con el proyecto de cambio de modelo que propone López Obrador para el país. He recabado la opinión de diversos actores de este proceso que coinciden en señalar que el futuro inmediato de las metas de AMLO, en especial los programas sociales y las obras de infraestructura, depende en gran medida de lo que suceda con Pemex. 

Tanto López Obrador como Romero Oropeza vivieron de cerca el proceso de “petrolización” de Tabasco en los años ochenta y principios de los noventa. Recordemos que después de la intensa, dramática y trágica lucha del Pacto Ribereño, siguieron todavía las movilizaciones de campesinos afectados; al tiempo que aparecieron signos de descomposición y desarticulación de esa batalla por la tierra.

En este sentido, tanto al actual director de Pemex como AMLO tienen el compromiso que el nuevo auge sea totalmente diferente. Es lo que espera y reclama la población. Sin exagerar podría decirse que es la última oportunidad real para el estado. Hay que estar pendientes, más allá de filias y fobias.

 

AL MARGEN

LOS ASPIRANTES a las diputaciones federales por la coalición de Morena que aprobaron el proceso fueron notificados por su dirigencia nacional. De acuerdo a la información conocida públicamente, pero que fue calificada de extraoficial por la propia dirigencia estatal, en el distrito Uno iría, Marcos Rosendo Medina Filigrana; en el II, Karla Rabelo; en el III, Lorena Méndez Denis; en el IV, Manuel Rodríguez; en el V, Janicie Contreras y en el VI, Mario Llergo. Como puede observar no hay ninguna novedad sobre lo que se conocía previamente. Sin embargo, todavía falta una reunión del Consejo Nacional de Morena para discutir (apenas) la aplicación de la paridad de género, que será este 25 de marzo; además que amplió el plazo límite para dar a conocer su lista oficial para el Congreso dela Unión hasta el 29 de marzo. Según trascendió, en la asamblea de los consejeros morenistas aprobarán las modificaciones a un reglamento interno por mandato del TEPJF. Como le decía, dejar para lo último las decisiones puede llevar a litigios en plena campaña. 

FUE ATENDIDO el reclamo de la madre de una pequeña de tan solo dos años de edad que requiere varias intervenciones quirúrgicas ya que nació con cardiopatía congénita. El doctor Humberto Azuara, a nombre del ISSET, informó que de manera puntual especialistas médicos de la institución siguen de cerca este delicado caso. El doctor Juan Antonio Nemer explicó que este tipo de situaciones no son nuevas en Tabasco. Actualmente se identifican cerca de setecientos casos nuevos de cardiopatías en el estado. Destacó que por su naturaleza, no es recomendable subrogar a hospitales de la capital del país este tipo de intervenciones. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )