Escala Crítica/Columna diaria
*Comprarse los unos a los otros, la posibilidad del comercio regional
*Propone la Cepal acciones de desarrollo; necesitan 44 mil millones de dls
*Sólo con empleo y sin pobreza puede frenarse la migración masiva
Víctor M. Sámano Labastida
ALGUNAS fórmulas pueden ser muy sencillas y se vuelven obvias cuando otros las exponen. Por ejemplo, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena planteó la importancia que México le compre más productos a Centroamérica; el presidente López Obrador retomó la propuesta de la unión latinoamericana y los gobiernos del sur sureste mexicano pretenden reunirse para hablar de un pacto regional. El objetivo es el mismo: salir de la marginación.
Aunque pasó casi desapercibida, quizá porque no hubo escándalos, la semana pasada la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) entregó el Plan de Desarrollo Integral (PDI) para el norte de Centroamérica y el sur-sureste de México.
En esa ocasión fue cuando Bárcena sugirió que México “le debe comprar más cosas a Centroamérica” para establecer gran mercado.
La observación en muy simple: hay poco comercio entre El Salvador, Honduras y Guatemala con México, al igual que con Belice, Nicaragua y Costa Rica,
Si hablamos sólo del norte de Centroamérica y los tres países incluidos en el plan (PDI), hay “70 millones de habitantes, es un gran mercado y una zona geográfica privilegiada, con una gran diversidad natural y cultural y una gran vocación integracionista”, en palabras de Bárcena.
LA TRAMPA DEL GLOBO
LE DECÍA que las fórmulas pueden ser relativamente sencillas pero no se aplican. O se hacen sólo un tiempo porque chocan con intereses de un mercado global pero monopolizado. El comercio, el intercambio de productos, tránsito de personas y aprovechamiento de conocimientos, son un gran motor de desarrollo.
Lo hemos visto con la pandemia actual: los países y las regiones resistieron porque produjeron lo que necesitaban para su consumo diario. En términos generales no han faltado alimentos. Poco antes de esta crisis, se habló también de la necesidad de la producción para el consumo local.
En los años cincuenta del siglo pasado la consigna fue “sembrar petróleo”, ahora se tiene que sembrar empleos. Es el objetivo de las propuestas para invertir en los países centroamericanos y del sur sureste que expulsan mano de obra. Es la manera, dicen los estudiosos con visión progresista, de frenar la migración y no con muros y represión.
El Plan de la Cepal –dijo Bárcena- aborda las “causas estructurales” más importantes de la migración en la región y en primer lugar es que hay “un crecimiento insuficiente (…) el cual es moderado o mediocre”.
Por supuesto que la pobreza y la desigualdad, seguida de un alto crecimiento demográfico en ciudades y un gran rezago rural, la vulnerabilidad y riesgos crecientes frente al cambio climático como huracanes sequías e inundaciones, reunificación familiar y violencia, son otros aspectos.
De acuerdo al estudio de la Cepal pesa sobre la región el desempleo juvenil, entre los 15 y 24 años, la falta de trabajo para las mujeres y las brechas de salario mínimo. Estos y otros factores llevan a la inseguridad alimentaria y una “doble malnutrición”: la obesidad con desnutrición.
Aseguró: “El plan que traemos es una respuesta innovadora para construir una región de desarrollo sostenible, los nueves estados del sur- sureste de México con El Salvador, Guatemala y Honduras y se trata de cambiar el paradigma dominante para que la movilidad humana sea una opción y no una obligación”.
Cambiar el paradigma dominante. En otras palabras estaría diciendo lo mismo que AMLO respecto al modelo neoliberal. Lo que sí puede constatarse es que la Cepal ha tenido, desde su fundación, una perspectiva progresista, social.
¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?
ESTE ambicioso plan involucra a 20 agencias, fondos y programas de las Naciones Unidas que operan en América Latina y el Caribe, cuenta con 15 programas y 114 proyectos “listos para ser puestos en marcha”…pero se requieren 44 mil 735 millones de dólares en cinco años.
Mientras, se puede iniciar con lo más sencillo: mejorar el intercambio comercial.
En la reciente cumbre de la Celac, el presidente López Obrador planteó construir un bloque latinoamericano y del Caribe similar al de la Unión Europea. De inmediato hubo voces que refutaron al mandatario mexicano ante la diversidad de regímenes en el continente…y los intereses de Estados Unidos.
Por supuesto que la integración de la UE no fue fácil y todavía no termina. Es producto de un largo proceso que inició formalmente con el establecimiento de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) y la Comunidad Económica Europea (CEE/CE). En 1957 se había establecido la Comunidad Económica Europea (CEE).
Fue hasta 1993 que entró en vigor el Tratado de la Unión Europea (TUE) y en 2009 el llamado Tratado de Lisboa que estableció mecanismos jurídicos comunes. En 2020 el Reino Unido decidió salirse de este pacto. En la Unión Europea habitan 448 millones de personas, una superficie de 4 millones de kilómetros cuadrados y tienen una moneda común.
América Latina y el Caribe consta de 33 países, tienen 650 mil habitantes en una 19,2 millones kilómetros cuadrados.
AL MARGEN
HOY INICIAN las Jornadas de Promoción y Fortalecimiento de la Democracia y la Cultura Cívica, organizadas por el IPECT en la entidad y que se difundirán en vivo por las plataformas virtuales. Comienza este ciclo que abarcará hasta el 24 de septiembre con la ponencia de Fernando Vallespín Oña, profesor universitario y politólogo español. Hablará sobre “Democracia, ¿crisis o transformación”? Moderará el consejero electoral Juan Correa López, coordinador de estas jornadas y los comentarios estarán a cargo del también consejero Víctor Alarcón. La transmisión será a las 12:00 horas. Mañana corresponderá a Rosa María Mirón Lince y Francisco Javier Aparicio Castillo, a las 18:00 horas. (
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