Rosario Ibarra de Piedra, un ejemplo de lucha patriótica y ciudadana; faltan los desaparecidos

Lunes, 18 de Abril de 2022 00:37 Editor
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 Escala Crítica/Diario Presente, Ventanasur, Horay20noticias, Avance

*Dos veces candidata presidencial, sin más recursos que su valor
*Sigue el reclamo contra las desapariciones forzadas y la impunidad
*En 2013, la aplanadora del PRI y PAN votó la reforma de EPN
 
Víctor M. Sámano Labastida
EN EL PRIMER semestre de 1988 Rosario Ibarra de Piedra era, por segunda ocasión, candidata a la Presidencia de la República; antes, en 1982, lo había sido también convirtiéndose en la primera mujer en México registrada para competir por el mandato nacional. Lo hacía en desventaja, como fue toda su lucha; pero sin duda con el heroísmo que la caracterizó. Postulada por el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) su campaña de escasos, muy escasos recursos materiales, pero de carácter simbólico para un sector de la izquierda.
Fueron sus recursos la ética y el compromiso. 
Recuerdo que en la campaña de 1988, Doña Rosario era esperada en Villahermosa pero por cuestiones de salud no pudo acudir; en su representación estuvo el dirigente del PRT, Edgard Sánchez Ramírez, un antiguo militante comunista y ex dirigente estudiantil. 
A la cabina de Radio Tabasco de la CORAT fue Edgard Sánchez para hablar de la trayectoria de Doña Rosario; en esa cabina estuvieron en su momento ese año los aspirantes a la Presidencia Cuauhtémoc Cárdenas (Frente Democrático Nacional), Heberto Castillo Martínez (fundador del Partido Mexicano de los Trabajadores y candidato del Partido Mexicano Socialista) y  Manuel J. Clouthier (Partido Acción Nacional). El abanderado del partido oficial, Carlos Salinas de Gortari del Revolucionario Institucional, no requería de ese espacio puesto que tenía todo el aparato a su favor.
 
UNA VICTORIA MORAL
 
EN LAS VOTACIONES de 1982, a Doña Rosario le habían reconocido sólo el 1.77 por ciento de la votación total, pero significaban 416 mil 448 votos. Toda una hazaña en el México de entonces, cuando la izquierda apenas salía de la clandestinidad para competir por los cargos de elección popular y seguía viviendo su histórica dispersión. El PRT había logrado su registro en 1979, apenas tres años antes de esos comicios.
Las dificultades de la campaña y los obstáculos de la división de las izquierdas no desanimó a Doña Rosario quien por el contrario aceptó ser nuevamente abanderada del PRT en 1988. La novedad del FDN con Cuauhtémoc Cárdenas a la cabeza –y que logró jalar hacia su candidatura a los partidos Comunista Mexicano y Mexicano de los Trabajadores (ya sumados en el Partido Mexicano Socialista), así como al Popular Socialista- hizo que la abanderada del PRT sólo consiguiera el reconocimiento de 74 mil 857 votos (el 0.93 por ciento). 
Como se sabe, las elecciones presidenciales de aquel año, con Carlos Salinas como candidato del partido oficial, pasó a la historia como el mayor fraude en unos comicios en el país. Doña Rosario Ibarra se sumó de inmediato a la denuncia del fraude; esto la acercó a Cárdenas Solórzano y posteriormente a Andrés Manuel López Obrador, pero siguió militando en la llamada izquierda social.
Ya se ha dicho que el secuestro y desaparición de su hijo Jesús Piedra Ibarra, en 1975 cuando éste tenía apenas 21 años de edad, impulsó a esta madre de cuatro hijos a la lucha social. En 1977 fundó el Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos conocido como Comité ¡Eureka!  Fue nominada al Premio Nobel de la Paz en 1986, 1987, 1989 y 2006.
Por su carácter simbólico, fue Doña Rosario Ibarra quien  en 2006 le colocó la banda tricolor de “presidente legítimo” a Andrés Manuel López Obrador. Desde finales de los años setenta y las décadas que siguieron, la recordamos encabezando varias huelgas de hambre en reclamo de la aparición de miles de activistas en México. Esto sin duda mermó su salud, aunque fue tal su fortaleza que falleció a los 95 años de edad.
Hasta marzo de este año, la cifra oficial de desapariciones forzadas de personas en México llegaba a la dramática cifra de 90 mil 885 (de 1964 a la fecha). Muchas de estos casos son resultado del secuestro de activistas sociales, así como de víctimas del llamado crimen organizado. Para efectos concretos, también las desapariciones en las que participan autoridades serían otra expresión del crimen organizado desde las instituciones.
El subsecretario Alejandro Encinas, político proveniente de las filas de la izquierda histórica, se ha comprometido a una acción eficaz para combatir la impunidad, frenar las desapariciones forzadas (secuestros) y hallar al mayor número de víctimas. Es una deuda que tenemos con activistas como Doña Rosario Ibarra de Piedra.
 
AL MARGEN
UN TOTAL de 354 diputados del PRI, PAN, PVEM y Nueva Alianza le dieron la mayoría a Enrique Peña Nieto para aprobar su reforma energética en diciembre de 2019. Se opusieron 95 legisladores de PRD, 13 del PT y 19 de Movimiento Ciudadano. Fueron en total 131 en contra de la reforma. El PRI usó su mayoría de 209 diputados (uno votó en contra, 3 se ausentaron); que sumó a los 107 del PAN (3 votaron en contra y 4 se ausentaron). Toda la bancada del PVEM (28, apoyó a EPN). Del PRD de entonces 95 votaron en contra (6 no acudieron). El MC dio 19 de sus votos en contra (uno se ausentó). Para acallar las protestas de la oposición la asamblea se realizó en un recinto alterno. Cambian las circunstancias. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )