*A unas horas de concluir las campañas: Morena, 40 por ciento

*Tendrá que buscar la oposición nuevas coaliciones legislativas

*Alianza PRI, PAN y PRD, evitar confusiones en las urnas

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

 

MAÑANA concluyen las campañas de la calificada como la elección más grande de la historia en el país. Sobre todo porque aparte de los 500 diputados del Congreso federal se eligen gobernadores en 15 estados  -casi la mitad del país-, casi dos mil presidentes municipales y 30 congresos locales. Pero para los dos bloques en pugna estamos ante unas elecciones definitorias para el futuro del país. Me parece que López Obrador logró colocar en la agenda su plan estratégico: continuidad del nuevo régimen o retorno al pasado.

Es muy complicado separar las pasiones y simpatías partidistas o políticas en este proceso. Por una u otra razón, aunque no aparece su nombre en la boleta, AMLO ha estado presente en las campañas y lo estará en el llamado imaginario colectivo a la hora de la votación.

No es casual que en Tabasco los candidatos adversarios se hayan cuidado de criticar directamente a López Obrador, aunque en la campaña nacional sí lo hagan. En tanto que los y las aspirantes de Morena no necesitaron mencionarlo, por lo menos no abiertamente. 

 

LA SOMBRA DEL PRESIDENTE 

 

A UNAS HORAS de que inicie la veda electoral, esta especie de dieta de proselitismo público, las encuestas nacionales registran como promedio una “aprobación presidencial” del 63 por ciento. Claro que es menor que el promedio del 79 por ciento de enero de 2019, pero es un rango muy alto para un mandatario en circunstancias de atender diversas crisis. Recordemos que la votación de AMLO en 2018 fue de un 53.19 por ciento, contra el 22 por ciento del segundo lugar, Ricardo Anaya.

Está claro que el “Factor AMLO” está jugando en estos comicios.  Así lo quiso el Presidente…y así lo quisieron también sus adversarios. Si usted ha seguido la trayectoria del político tabasqueño sabe que su estrategia es los establecer dos bloques en una contienda, lo que algunos de sus críticos han denominado como “polarización” y lo que para López Obrador es “definiciones”. No hay puntos medios.

De acuerdo al concentrado de la consultora Oraculus, que ha dado seguimiento permanente a las encuestas que se publican en el país, la posición más ambicionada que es el control del Congreso Federal (Cámara de Diputados), le da a Morena el 40 por ciento de las intenciones del voto en su más reciente actualización. Los aliados morenistas en el PVEM y PT obtienen el 5 y 4 por ciento respectivamente, lo que daría un total de 49 por ciento. Sin contar el 3 por ciento posible de Redes Sociales Progresistas (RSP) que deberá primero ratificar su registro.

 

MÁS EN TABASCO

 

EN LA TRINCHERA de enfrente, para la alianza “Va por México” se reportaba en Oraculus un promedio de 17 por ciento para el PRI, 16 por ciento para el PAN y sólo un 5 por ciento para el PRD. En total estos tres partidos sumarían 38 por ciento. Movimiento Ciudadano, que se aventuró a ir por su cuenta y riesgo, apenas alcanza el 6 por ciento. Es posible que ya en la Cámara, los discípulos de Dante Delgado se sumen al bloque PRI-PAN…pero también es posible que algunos de ese frente crucen el puente morenista. 

Partidos de reciente creación como Fuerza por México y Encuentro Solidario estaría en riesgo de no alcanzar el mínimo 3 por ciento para conservar su registro.

El periódico madrileño El País, caracterizado por una oposición y crítica permanente a López Obrador, tituló una nota de ayer lunes firmada por Javier Galindo: “Encuestas: Morena domina la elección a la Cámara sin lograr la mayoría absoluta”. Esta presentación podría hacer creer que la coalición gobernante tiene dificultades serias. El texto de arranque expone: “A una semana de unas elecciones que pondrán a prueba el dominio del partido de López Obrador sobre la política mexicana, Morena se asienta como probable vencedor a considerable distancia de sus rivales inmediatos, pero no logra la mayoría absoluta ni la calificada, para lo que necesitará de acuerdos con partidos aliados. La media ponderada de las encuestas le pronostica alrededor del 42% de los votos, frente al 17% o 18% que esperan las formaciones de oposición (PRI, PAN) mejor colocadas. A más distancia aún se ubican las plataformas más pequeñas”.

La lógica nos indica que en Tabasco el promedio de intención del voto para Morena tiene que estar por arriba del 40 por ciento. Esto es así porque el movimiento fue fundado por López Obrador en esta entidad, de forma que son factores determinantes el paisanaje y los antecedentes político-organizativos.

Cierto que en la entidad no se reproduce el esquema nacional de una oposición dominada por el PRI y el PAN, partido que si bien van en alianza local, la presencia blanquiazul es simbólica y muy regionalizada; en cambio un partido como el PRD que en por lo menos diez estados perdió su registro en 2018, en Tabasco todavía aparece competitivo en una decena de municipios. De hecho, en términos cuantitativos y por los resultados de hace tres años, es la primera fuerza opositora en la entidad…y no está en la alianza local.

 

AL MARGEN

 

AL EXISTIR una alianza parcial nacional (Va por México), donde concurren PRI-PAN y PRD, pero al mismo tiempo una alianza parcial estatal de sólo PRI-PAN no con el PRD, obliga a estos partidos a orientar a sus simpatizantes para cruzar un solo logotipo, ante el riesgo de anular su voto. De ahí que la consigna opositora es marcar un solo logotipo. Morena no tiene ese problema porque en Tabasco tanto para la elección federal como la local va sin alianza…¿SE ATREVERÍA el IEPCT dejar sin representante partidista al PRD a unos días de las elecciones? ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )