La selección de Morena para 2024, entre las encuestas y las asambleas de militantes

Lunes, 12 de Julio de 2021 00:53 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Sostiene Mario Delgado que tienen el método más democrático
*El dilema de los partidos: más centralización o más participación
*Lo popular no debe quitar lo comprometido; la solidez organizativa
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LA CANDIDATURA presidencial de Morena para el 2024 será definida mediante encuestas, adelantó el dirigente nacional de esa organización Mario Delgado Carrillo. Con esta afirmación agregó un poco más de combustible al acelerado proceso de la sucesión. Aunque no sería novedad que ese partido-movimiento acudiera a tal método, me parece que es un poco adelantado el anuncio. Por lo menos la formalidad indicaría que tal decisión se anunciara a partir de una asamblea nacional. Claro, las encuestas ya están en los estatutos de ese instituto.
Para los comicios del 2018, Andrés Manuel López Obrador fue el candidato natural de Morena, como lo había sido en 2006 y 2012 por la coalición encabezada por el PRD. Sin embargo, se cumplieron ciertas formalidades: en noviembre de 2017 fue dada a conocer la convocatoria aprobada por el Consejo Nacional de esa organización, y en la que se estableció que en caso de haber más de cuatro aspirantes se aplicarían sondeos y estudios de opinión.
Morena en sus primeros procesos de selección de candidatos acudió a las asambleas municipales, distritales, estatales y nacionales. 
 
DOS BLOQUES, MISMA META
 
POSTERIORMENTE ajustó sus estatutos para definir el método de la encuesta, particularmente a la vista de su compleja selección de dirigente nacional en 2020. Los candidatos a las gubernaturas, alcaldías y otros puestos en 2021 fueron respaldados con el argumento de las encuestas.
Para Delgado Carrillo, los resultados del reciente proceso electoral demostraron la eficacia de los sondeos.
Sostuvo: “Como siempre lo ha manifestado el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en Morena a los candidatos los elige el pueblo; así es y así seguirá siendo. El pasado proceso electoral se comprobó que el mejor instrumento para conocer la opinión de la gente es la encuesta; pusimos la decisión de elegir a los candidatos en sus manos y obtuvimos grandes resultados”. Hay, como se sabe, opiniones contrapuestas y no sólo entre los opositores a Morena sino también en un segmento de sus militantes.
Es posible, como lo refirió un dirigente morenista, que en una próxima asamblea ese partido-movimiento realice una evaluación de los resultados no sólo en términos electorales (porcentaje de votos y posiciones obtenidas), sino en el más sutil terreno de la representatividad: ¿está el proyecto de López Obrador suficientemente respaldado en quienes ganaron los comicios?
 
DIFERENCIAS: UNIR O DIVIDIR
 
HAY EN MORENA, como en todos los partidos, diferencia de enfoques: mientras un sector privilegia las encuestas y sondeos de opinión, otro sector reclama la realización de asambleas deliberativas y debates. El punto medio se coloca en la combinación de los dos métodos, una vez superado el riesgo de que el debate conduzca a la confrontación y a la división…pero es también un aprendizaje de la democracia.
Como le decía, este choque de opiniones se pudo apreciar en la discusión para el relevo en la dirigencia nacional entre 2019 y 2020: mientras el grupo de Yeidckol Polevnski (CEN) impulsaba la encuesta, el de Bertha Luján (Consejo Político), Leonel Godoy y Héctor Díaz Polanco (los duros) defendían las asambleas. Fue el propio López Obrador quien inclinó la balanza a favor de los sondeos.
Insistió Delgado Carrillo en el adelanto del anuncio de la encuesta para definir posible sucesor de AMLO (hombre o mujer): “En Morena no se lucha por puestos o por privilegios, si no por el proyecto de transformación y por regenerar la vida pública del país, en consecuencia en el proceso electoral de 2024 será la gente quien decida al candidato presidencial. Morena le pertenece al pueblo y el pueblo decidirá quién será el candidato”.
Para el ex coordinador de los diputados de Morena, las encuestas son el instrumento democrático de más peso, por tal motivo “seguir haciendo uso de ellas es la única manera de que Morena continúe siendo el instrumento de lucha del pueblo”.
Es posible que los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) sean más rigurosos en la calificación de las encuestas partidistas, como ya lo fueron con otros procedimientos…si es que antes no los alcanza una reforma destinada a acotar su poder. Existe una propuesta de reforma al INE y otros órganos de regulación electoral.
POPULARIDAD Y PRINCIPIOS
UN TEMA presente en toda esta circunstancia es cómo construir ciudadanía desde un partido, y cómo construir un partido desde la ciudadanía. Por esto padecen los partidos históricos (PRI, PAN y PRD) que pierden bases y liderazgos; un déficit de verdadera participación puede poner en riesgo la continuidad de cualquier proyecto.
Anteponer las encuestas a cualquier otro tipo de evaluación puede dejar fuera militantes y activistas poco afectos a los reflectores y más centrados en la labor a ras de tierra. López Obrador logró evitar estos riesgos para él como líder con una actividad permanente, diaria, desde el inicio de sus tareas políticas. Se puede asegurar sin temor a equivocar que ningún otro dirigente ha recorrido todo el país –y más de dos veces-, realizando al mismo tiempo labores organizativas.
Algunos partidos resolvieron el dilema de la masificación y la dirección con dos ejercicios de participación: la elección de delegados (democracia indirecta) y las asambleas electivas o de decisión (democracia directa). Conforme se fue diluyendo la ideología o sustento político filosófico de los partidos, las asambleas se convirtieron en campos de batalla campal. 
AL MARGEN
LAS ORGANIZACIONES al parecer tienen que optar entra la popularidad (ganancia inmediata)  y los principios (permanencia). ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla