* Calderón sin martes: México, “democracia a punto de caer” 

* Zedillo sin errores: a la presidencia “alguien que no mienta”          

*Catástrofe, coyuntura electoral y la desmemoria política

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

UNA EXTRAORDINARIA novela contemporánea, “El hombre del toque mágico” (1994), de Stephen Vizinczey (Hungría), plantea ideas que aclaran el recorrido ético que intenta esta Escala, a propósito de los expresidentes Felipe Calderón y Ernesto Zedillo que hablaron sobre México. Hablar es un decir: ambos expresidentes, desde fuera del país, raudos se suman al nado sincronizado que presenta la versión de que ‘con AMLO y la 4T se vive en el peor de los mundos posibles’. Hay motivo de crítica, pero no de catastrofismo.

La primera idea es ética: “no soy libre, porque valoré más la comodidad que la verdad”. Esto recuerda otra anotación del húngaro respecto a un personaje de Balzac. En nuestro caso,  Calderón y Zedillo hablan desde la holgura de lo acumulado y trabajos bien pagados en el extranjero. Vidas resueltas al amparo del poder, que teje prosperidad y complicidad. 

La segunda idea es operativa y de política cínica: “es asombroso comprobar la cantidad de gente perezosa que está ansiosa por sentarse detrás de una mesa y decir a los demás lo que tienen que hacer: es el motor de la historia contemporánea”. 

Sin más comentarios, pasamos a las palabras de los expresidentes perezosos que hablaron detrás de una mesa con amnesia política.               

 

MARTES CONDECORADO

 

CALDERÓN, desde República Dominicana, en un foro de políticas públicas para América Latina, declaró: “México está en peligro y es una democracia a punto de caer, y eso es importante repetirlo una y otra vez”. Reciclado el “peligro para México”. Se agradece, faltaba más, que Calderón le otorgue todavía estatus democrático a México. Habrá que preguntarse por qué no habló del peligro democrático que representa para México la condena judicial en Estados Unidos a su exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, por narcotráfico y falsedad en declaraciones a la autoridad. Dos días antes de que se iniciara el juicio a García Luna en Nueva York, Calderón desde el Real Club de Regatas de Alicante, España, entonó una canción ranchera que aludía al hecho judicial: “me fusilan el martes”. El juicio a García Luna iniciaba un martes, 17 de enero de 2023.      

Calderón, históricamente atado al fraude electoral de 2006, abundó sin rubores sobre México: “sus instituciones están bajo el constante ataque del presidente de la República, un aparato de poder, una maquinaria electoral que usa recursos públicos para construir y apoyar descaradamente y con dinero público, la campaña de la candidata oficial al próximo Gobierno de México.” La versión calderonista se nutre de amnesia política y deviene tergiversación porque anticipa escenarios y hechos. Revela, en cambio, un cinismo que poco abona a la situación delicada de México luego del huracán Otis que devastó Guerrero y el puerto de Acapulco.       

 

EL HURACÁN FOBAPROA

 

EL EXPRESIDENTE Ernesto Zedillo, sin recordar errores de diciembre, no cantó mal las rancheras en sus reproches al gobierno de AMLO y la 4T. Desde el cargo de director del Centro para el Estudio de la Globalización, en la Universidad de Yale, expresó sus humildes deseos: “Me gustaría que llegue [a la presidencia] alguien que escuche a la gente y reconozca lo complejo que son nuestros problemas.” Esto en principio suena bien y se invitaría a don Ernesto a recorrer el país con Ricardo Anaya, aunque quizás es complejo poner manos a la obra, puesto que uno vive en New Haven, Coneccticut, y otro en Atlanta. De cualquier modo, Zedillo se explayó en sus deseos: “pero también alguien que no explote esas necesidades creando un discurso demagogo, prometiendo cosas que no serán cumplidas, que no divida a la sociedad, que impulse las reformas que nuestros países necesitan y que no mienta”. Habría que darle la oportunidad a Zedillo de recomponer el país que gobernó y que no habita desde hace 23 años. Detrás de la mesa, que está disertando, mientras en México se paga la deuda del rescate bancario FOBAPROA: 1 billón 40 mil 507 millones de pesos pagados con dinero de los contribuyentes, datos de diciembre/2021. Ésta fue la grata herencia nacional que aprobó el gobierno de Zedillo, con el PRI y el PAN en el Congreso (1998/1999). 

 

OFERTAS DE TEMPORADA

 

HE AQUÍ OTRA IDEA de Vizinczey, para comprender el funcionamiento social: “¿En qué mundo vive? ¿Es de los que piensan que estamos gobernados por el gobierno? ¿O por la gran empresa? ¿O por los medios de comunicación? Ahora la clase dirigente es la de los burócratas. Antes tuvimos la monarquía absoluta y ahora tenemos la burocracia absoluta”. Esta versión implacable del elefante reumático fue lo que heredó de otros gobiernos AMLO y la 4T. En 5 años, con la pandemia COVID-19 en medio, remontar la burocracia y sus modos lentos de servicio público es tarea de titanes. ¿El bastón de mando alcanzará para la purga en la burocracia? Eso ya no lo verá López Obrador en Palacio Nacional.      

¿Qué dijo AMLO sobre los expresidentes que aparecieron en la lejanía?: “ya sabemos qué es lo que quieren, quieren regresar”. Que regresen neoliberales al poder, se entiende. Es el enfoque presidencial para explicar la lucha política en México. En este sentido, la coyuntura que junta desastre natural (Acapulco devastado) y temporada electoral anuncia más vientos y amnesias. Olvidan quienes ya gobernaron. Lamentable  tiempo de intriga. 

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