En Tabasco, no sólo ganar la gubernatura sino asegurar el Congreso; otro Plan C

Sábado, 09 de Diciembre de 2023 19:45 Editor
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 Escala Crítica/ Diario Presente, Ventanasur, Horay20Noticias, Avance

 
*Javier May tiene el desafío de hacerse acompañar por el legislativo
*Gobiernos divididos pueden ser de contrapeso productivo o parálisis
*Tabasco y el sureste, estratégicos para la continuidad de la 4T
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
COMENTAMOS en una anterior colaboración la crisis que se vivió –y todavía se vive- en Nuevo León ante la confrontación entre el titular del Poder Ejecutivo (Samuel García) y la mayoría en el Poder Legislativo que es opositora. Hay diversas interpretaciones, desde la calificación de la actuación irresponsable del gobernador surgido del Movimiento Ciudadano, hasta la actitud revanchista de los diputados del PRI y PAN que tienen más de la mitad del Congreso local frente a una minoría del partido gobernante.
En teoría, la existencia de un Legislativo independiente del Ejecutivo permite contrapesos y sobre todo que los diputados ejerzan su función de vigilancia y contención frente a los acostumbrados excesos de un sistema centralista. Lamentablemente la realidad ha mostrado que se puede propiciar la parálisis o las negociaciones de beneficio partidista (o individual y grupal), más que el interés común.
 
MAYORÍAS Y MINORÍAS
 
DESDE 1997 a nivel federal se estableció en México lo que los estudiosos
 denominan “gobierno dividido”: el partido o la coalición gobernante perdió la mayoría…hasta el 2018 que los votantes entregaron a Morena y sus aliados el casi control del Legislativo, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados. Un control que mermó, pero no desapareció, en 2021.
 
Algo similar ocurrió en la mayoría de los estados. Significativamente en Tabasco donde Morena obtuvo en 2018 y 2021 las 21 diputaciones de mayoría. La fuerza mermada de la oposición se dividió en las 14 posiciones plurinominales.
 
Sin embargo, la bancada de Morena en el Congreso tabasqueño se dividió en dos bloques, sobre todo en el contexto de la contienda por la candidatura presidencial y para la gubernatura del 2024: visiblemente unos diputados a favor de Adán Augusto López –fueron enviados a diversos estados a coordinar su campaña- y otros diputados hicieron  campaña en Tabasco a favor de Claudia Sheinbaum y Javier May Rodríguez. La tensión llegó a tal grado que funcionarios y empleados estatales fueron despedidos por manifestarse en favor de Sheinbaum.
 
Finalmente pasó el proceso de selección, pero la identificación de dos bloques no parece superada. Esto último importa porque habiendo ganado May Rodríguez la encuesta, y teniendo actualmente las mayores intenciones del voto, su desafío no es sólo ganar las votaciones para la gubernatura sino lograr un Congreso que acompañe sus iniciativas…que al final de cuentas estarán en sintonía con AMLO y Sheinbaum.
 
Esto sin descuidar la importancia de un gabinete acorde a los planes y programas de trabajo. 
 
UN PLAN C, LOCAL
 
PODRÍA DECIRSE que al igual que en el plano nacional AMLO y Claudia Sheinbaum enarbolan la estrategia de un “Plan C”, en el Legislativo, lo mismo tendrá que suceder con May Rodríguez: su propio Plan C para gobernar no sólo sin sobresaltos, sino para poder concretar sus propuestas de gobierno. Me dirán que es muy pronto para ocuparse de estos asuntos, pero Morena está en el proceso de seleccionar a quienes aspiren a las alcaldías y a las diputaciones.
 
En este mismo espacio le comenté hace algunas semanas con respecto al “Plan C” del presidente López Obrador que no bastaba ganar la mayoría de las diputaciones federales, sino que esos diputados representaran el proyecto definido por AMLO como la Cuarta Transformación. Porque un triunfo de Morena no es en automático un triunfo del obradorismo. La reciente contienda por la candidatura nacional puso en evidencia el contraste de intereses.
 
Cuando se habló de gobiernos divididos se pensaba en la integración de coaliciones que favorecieran la aprobación de las iniciativas de reformas propuestas por el Ejecutivo. En el plano nacional se observa la polarización ideológica, sobre todo por los bloques partidistas opuestos; en el plano local desde Morena todo indica que existen dos proyectos. Una pugna que viene desde que los actores políticos relevantes estaban en el PRD. Ya no se diga quienes antes estaban en el PRI o en el PAN y ahora encontraron en Morena la vía para continuar en el poder. 
 
Se afirma que están en camino acuerdos para garantizar la gobernabilidad de Tabasco. Que así sea, porque lo que está en juego no sólo es el futuro gobierno sino las posibilidades de desarrollo de la entidad que ahora ha tenido notable crecimiento por la extraordinaria inyección de recursos federales. Ha sucedido prácticamente en todo el sureste.
AL MARGEN
EL PROPIO López Obrador ha dicho que su objetivo no es reportar altos índices de aumento en el Producto Interno Bruto (PIB, crecimiento), sino en una mejor y más justa distribución del ingreso (desarrollo). Nos comentó en una entrevista el doctor Firdaus Jhabvala que mientras el crecimiento económico se reflejaba en un incremento continuo de la producción agregada, el desarrollo económico es el aumento del bienestar de una nación o una comunidad.
 
Para quienes se proponen obstaculizar o condicionar al futuro gobierno en Tabasco, me argumentaba –y con razón- un profesor universitario, deberían tomar en cuenta que el sureste es en el proyecto de Claudia Sheinbaum un área estratégica. Y Tabasco es clave por la potencial inversión productiva que se derivará de la operación de la Refinería Olmeca (Dos Bocas) y por el impacto del Tren Maya en la movilidad y el turismo; a lo que hay que agregar el corredor transístmico que traerá aparejado parques industriales y ramales de transportes. “No es contra May, sería contra Claudia…y contra AMLO”, sentencia mi interlocutor. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )