Construir ciudades, como espacios de paz, convivencia y desarrollo; atraso histórico

Viernes, 07 de Mayo de 2021 00:44 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*Razones de la diferencia entre Villahermosa, Mérida, Campeche 
*Los dueños del dinero y las urbes hostiles; población excluida
*AMLO en Tabasco, las giras por las refinerías y complejos
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
LOS GOBERNANTES “no han querido construir una ciudad” en Villahermosa. Por lo menos no una urbe que sea incluyente, en la que existan verdaderos espacios públicos, escribe el investigador y profesor universitario Rodolfo Uribe, en referencia a mi columna “Espacios abandonados, sitios generadores de riesgo; urgente, prevenir la violencia”, publicada ayer. En el texto mencionaba cómo la ausencia de vida comunitaria y de la propia autoridad hizo que grupos hostiles o abiertamente delincuenciales ocuparan los espacios públicos.
La reflexión de Uribe Iniesta, sociólogo y escritor, ofrece una perspectiva histórica y más amplia. Tal es la razón por la que comparto con los lectores el texto del también profesor de la UNAM, de quien seguramente tendremos otras aportaciones sobre un tema que me parece pertinente para poder construir una verdadera cultura de la convivencia pacífica.
Una cuestión que debe estar en la agenda de los futuros gobiernos municipales, en especial de la mayor ciudad de Tabasco, Villahermosa, la tercera más poblado del sureste. Como le decía, lamentablemente, la capital tabasqueña llegó a estar en el primer sitio de percepción de inseguridad. Ha disminuido, para colocarse con 86.8 puntos fuera de las diez más peligrosas, pero todavía estamos lejos de Mérida que tiene 24.6 puntos, siendo una de las urbes menos inseguras.
 
LAS NUEVAS “ENCOMIENDAS”
 
ESCRIBIÓ Rodolfo Uribe: “En regiones como Tabasco hay que recordar que por razones culturales, a diferencia de San Cristóbal, Mérida y Campeche, desde los 500 terratenientes originales que "contaban" al momento de la independencia y que fueron consultados para hacer el llamado "contrato colonial" (reglamento que le daba en propiedad con la tierra a sus habitantes en forma de "neoencomiendas") los gobernantes no han querido "construir" una ciudad”.
Hubo un esfuerzo por “construir una ciudad” en la capital tabasqueña, señala Uribe Iniesta, con las obras de los años 50 de la Comisión Grijalva y el urbanismo de Carlos Madrazo, pero –destaca- “aun así Villahermosa es una ciudad hostil para quien no sea propietario de lugares privados. Por ejemplo, por eso se destruyeron los portales que tendrían que ser obligatorios donde hace un sol asesino o llueve brutalmente”.  Tampoco hay banquetas y zonas arboladas, agregaríamos.
Nos dice el sociólogo universitario y caminante de la ciudad: “Los autodenominados "bien nacidos" explícitamente te dicen que "no quieren gente en la calle". Y hay muchos detalles en los años recientes de la falta de sentido cívico de los gobernantes como la poda total de árboles (eliminar la sombra) y abandono de instalaciones (…), porque eran lugares de acceso popular”. 
Agrega: “Sigue privando la idea de diseñar la ciudad para que la gente que presta servicios domésticos y urbanos, los trabajadores, y los que vienen a comprar ropa y alimentos, sólo lleguen de su comunidad o colonia al otro lado del río o en zona inundable y no puedan tener una verdadera vida cívica”. Una ciudad de paso, en efecto.
 
NADIE SE QUIERE QUEDAR
 
OTRO ASPECTO importante y que debe ser considerado seriamente cuando hablamos de Villahermosa y su zona conurbada (casi 700 mil habitantes, sin contar la población flotante), es la que nos refiere Rodolfo Uribe. Veamos: “La idea ha sido tan extrema que incluso la resiente el turismo. A diferencia de Mérida o San Cristóbal donde los turistas se quieren quedar a vivir, en Villahermosa llegan a ver el Parque Museo de la Venta y huyen tan pronto como pueden a Palenque (a veces el pretexto es el clima, pero la verdad en Mérida hace más calor). Y a pesar de eso, en cada reunión sobre turismo, los mismos que impulsan el modelo de ciudad hostil se quejan de que no logran su objetivo de retener a los turistas una segunda noche. ¿Para qué? no hay vida, cultura o actividades o lugares públicos habitables en Villahermosa, y los que se han intentado, desde el CICOM en adelante son abandonados”. 
Concluye su comentario a nuestra columna el también literato y fotógrafo: “están los proyectos en realidad excluyentes como Tabasco 2000 (por eso el miedo que da que el mismo personaje sea el promotor del Tren Maya). Esta problemática se vive directamente con los niños, por eso en su momento la Deportiva de C. Madrazo, el Zoológico y museo de la Venta con Enrique González Pedrero, etc.”, que buscaron ser incluyentes. En realidad son muy contados, y riesgosos, los sitios de convivencia familiar.
Es un tema, destaca el investigador, del que nunca hay oportunidad de hablar en Tabasco. Rodolfo Uribe no sólo ha investigado a la ciudad de Villahermosa y su pobladores, también la ha vivido. De ahí lo pertinente de sus reflexiones. Seguramente los lectores estarán de acuerdo en la urgencia de recuperar una ciudad –muchas ciudades- expropiadas por los “poderes fácticos”, y por los poderes delincuenciales. O, como diría Firdaus Jhabvala, por la especulación inmobiliaria.
 
AL MARGEN
 
EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador continúa su recorrido por las refinerías de Pemex para evaluar las condiciones de estos complejos y dialogar con los responsables del mantenimiento y la operación. Como lo anunció a finales de abril, para respetar la llamada “veda electoral” estas reuniones de trabajo serán al interior de las plantas, no como eventos públicos. 
Sin embargo, esta “veda” no evita que trascienda alguna información sobre estas visitas. Ya estuvo en Tula, Salamanca, Madero y Cadereyta. Hoy estará en Dos Bocas, Tabasco (en construcción); luego viajará a Minatitlán y Salina Cruz. Las plantas habían sido prácticamente abandonadas por anteriores administraciones. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla