La democracia no es un peligro, pero tiene que extenderse a la vida cotidiana

Lunes, 31 de Mayo de 2021 00:38 Editor
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 Escala Crítica/Columna diaria

*De Antonio Solá a The Economist; el peligro es no participar
*2006: una contra campaña que catapultó a AMLO, misma historia
*Tercera ola de COVID en México; poblaciones que resistieron un año
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
HEMOS llegado al final de las campañas por el control de las diputaciones federales –y en estados como Tabasco por el Congreso local y las alcaldías-, en un ambiente muy especial. Hay quienes consideran que en estos comicios se juega el futuro del país, para otros es simplemente en reacomodo de las fuerzas rumbo a la sucesión del 2024. Tampoco hay que ignorar el juego de poder de los grupos fácticos –caciques políticos, corporaciones económicas o criminales. Se impondrá, como en elecciones recientes, la civilidad de la mayoría de la población.
Claro que debemos insistir en que es necesario que la participación democrática no se agote en acudir a las urnas y el relevo en el poder, o la ratificación. Desde hace más de medio siglo se viene insistiendo en la necesidad de una participación democrática de la economía. No hacerlo nos lleva a la tragedia que se vive desde hace décadas: la violencia de la pobreza y el caldo de cultivo para la violencia homicida. 
De alguna forma debemos evitar “comprar” el discurso catastrofista, como aquel que diseñó en 2006 el publicista contratado por Felipe Calderón, Antonio Solá, y que ahora retoma un sector del capital extranjero: que López Obrador es un peligro para México. Con otras palabras pero en un sentido similar la revista británica The Economist, publicó que AMLO “es un peligro para la democracia”.
Pero la publicación fue más allá que Solá quien estaba contratado precisamente para atacar a AMLO. Ahora The Economist publicó que “los votantes deben frenar al presidente hambriento de poder de México”.
En febrero de 2018, el creador de la campaña “AMLO es un peligro para México”, Antonio Solá, afirmó que no sólo ya no era un peligro sino que estaba en condiciones de ganar las elecciones al PRI y al PAN, lo que finalmente sucedió. Ahora, The Economist, subraya: “En su favor (de AMLO), él no es corrupto. Sin embargo, es un peligro para la democracia mexicana”.
 
LA MISMA HISTORIA
ESTE 31 DE MAYO se cumplen nueve años que participé en la presentación del libro “AMLO: LA VIDA PRIVADA DE UN HOMBRE PÚBLICO”, escrito por Jaime Avilés. Hace nueve años, el 31 cayó en jueves. Escribió Jaime: “Este libro empieza con una comida y un decreto. La comida fue en casa de Bernardo Gómez Martínez, el brazo derecho de Emilio Azcárraga Jean en Televisa. El decreto lo llevó Emilio Azcárraga. En pocas palabras, ordenaba la requisa de los canales 2, 4, 5 y 9, de televisión, y de “todas las instalaciones, inmuebles y equipo técnico destinados a la operación del servicio de televisión abierta…”
Prosiguió más adelante con su muy personal estilo: 
“Había algo fascinante e incomprensible en ese escrito. Ahí estaban, ordenadas como en un catálogo, las peores pesadillas de Azcárraga y, al mismo tiempo, la posibilidad  de evitarlas. El “decreto” estaba “fechado” el 2 de diciembre de 2006.
“Sin embargo, en casa de Bernardo Gómez, en todo el país y en buena parte del mundo era, todavía, apenas el sábado 1º de julio. Faltaban algunas horas para las elecciones presidenciales en México…”
El libro fue presentado cuando Andrés Manuel estaba en su segunda campaña por la Presidencia. La tercera, fue la vencida.
Doña Gabriela Gutiérrez Lomasto, comentarista del libro, falleció el 9 de noviembre de 2013.
El autor, Jaime Avilés Iturbe, falleció el 8 de agosto de 2017.
Los recuerdo con afecto y agradezco haber compartido esa mesa, y mucho más. 
 
POBLACIONES RESPONSABLES
 
EL VIRUS de COVID-19 sigue latente. Tabasco entró en la lista de siete entidades donde se registra un rebrote, de acuerdo a los reportes de la Secretaría de Salud federal. En esta misma situación están Quintana Roo, Campeche, Yucatán, en el sureste, y Colima, Baja California Norte y Baja California Sur, en la zona norte. Seguramente se modificarán las previsiones de colocar a la mitad de la República en el semáforo verde, que significa la apertura de todas las actividades. No es tiempo aún.
Conforme a los planes del gobierno federal, 16 entidades deben estar en verde, 15 en amarillo y una en naranja. Mientras los casos acumulados rebasaron los 2 millones 400 mil y las muertes más de 221 mil. Esto no es un asunto menor, porque se habla ya de una “tercera ola” y cada etapa significa una tragedia por las vidas perdidas.
Esto me lleva a mencionar una resistencia que he seguido desde que inició la pandemia y que llegó a ser ejemplo de respuesta y organización comunitaria: el de la Sierra Norte de Oaxaca, en especial de San Miguel Talea, cuyos habitantes establecieron un cerco sanitario –muy rudimentario pero eficaz- que les permitió evitar durante más de un año la entrada del virus. Con sus muy escasos recursos, llevaron a cabo lo que los especialistas denominan “bioseguridad”.
Con trabajo colectivo y voluntario, se turnaron para vigilar las entradas y salidas, también crearon brigadas para orientar a la población, recabar medicinas y alimentos, procurar los servicios básicos. Más de un año en el que las autoridades pudieron y debieron socorrer a estos poblados para reforzar las medidas, evitar el contagio, algo que era posible.
El 25 de mayo, dos personas dieron positivo de COVID en San Miguel Talea; la cifra subió a siete el 28 de mayo. Sin embargo, a pesar del aislamiento y la dificultad para hacer llegar los servicios médicos, las autoridades oaxaqueñas decidieron establecer el semáforo verde. Las consecuencias de una falta de coordinación y sensibilidad son conocidas…y en una epidemia, trágicas.
Esta pandemia nos ha mostrado la importancia del autocuidado, de la responsabilidad personal y de la necesaria responsabilidad institucional. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )