*Regímenes de Venezuela y Brasil, crisis con la caída del crudo

*Las presiones externas, un factor que no debe ignorarse

*Leer y comprender la historia; los modelos fracasados

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

EL PETRÓLEO está y seguirá como prioridad en la agenda del gobierno y de los gobernados en México. De manera extensa diremos que esto ocurre con toda la energía. Hasta los alimentos son energía. En mi entrega anterior me referí al dilema entre la explotación de los recursos para exportar y obtener divisas que permitan financiar el desarrollo, o  emprender un nuevo camino que permita el equilibrio entre la economía, el consumo y el entorno ambiental. Es imposible lo segundo, afirman los defensores del llamado extractivismo.

A propósito del proyecto que encabeza Andrés Manuel López Obrador  y en referencia a la serie de crónicas del periodista Andy Robinson contenidas en el libro “Oro, petróleo y aguacates”, hoy quisiera abundar un poco sobre lo que con relación a los hidrocarburos plantea el autor de una obra con el provocador subtítulo de “Las nuevas venas abiertas de América Latina”. 

Esto de las venas abiertas en referencia obviamente al polémico e influyente texto del uruguayo Eduardo Galeano que marcó el pensamiento de varias generaciones y motivó airadas respuestas, como la del escritor Álvaro Vargas Llosa con su “Manual del perfecto idiota latinoamericano”.

 

PROGRESO EFÍMERO

MUCHO hay que hurgar en la obra de Andy Robinson. Ya le mencioné en una colaboración anterior el repaso que hace de la explotación del litio, los aguacates, la quinoa, la soya, etcétera, tomando como ejemplo alguno de los países en los que mayor impacto ha tenido esa mono explotación, casi siempre vinculada al acaparamiento y afectación de enormes extensiones de territorio y a la expulsión de miles, millones, de pobladores. El libro del corresponsal de La Vanguardia (España) seguramente desatará críticas, como también adhesiones.

Comparto con los pacientes lectores algunas ideas, datos, referencias, del apartado sobre energía, del volumen de Robinson, y en el que incluye ejemplo de lo que sucedió y sucede en Venezuela, Brasil y México.

Dice de Venezuela: “La utopía del socialismo del Siglo XXI se esfumó en un par de años. El precio del petróleo se desplomó en 2014 de ciento veinte a treinta dólares el barril (…) La producción petrolera se desplomó de 3.3 millones de barriles diarios a medio millón (una caída del 75%) y desencadenó una depresión que aniquiló el 60% del PIB en seis años”. En la crisis venezolana hay otros factores, es cierto, pero la dependencia del petróleo para exportación fue determinante.

El caso de Brasil también habrá que revisarlo a detalle. Pero ahí también, “el milagro de Lula”, muy pronto chocaría con la realidad circundante. Un gobierno de los trabajadores, que entre 2003 y 2013 logró sacar de la pobreza a 37.5 millones de personas (mientras que en ese periodo en México sólo ocurrió con 2.9 millones), de acuerdo a cifras de Naciones Unidas, sufrió también el embate de la crisis en los precios del petróleo y otras materias primas. Fue en esas circunstancias que se levantaron sus adversarios que primer destituyeron a la heredera de Lula, a Dilma Roussef, y luego llevaron al poder a la extrema derecha.

 

¿NUEVO NACIONALISMO?

 

ANDY Robinson observa el proceso encabezado por López Obrador en México con mesura y diría que con esperanza. Reseña lo que califica como la “racionalidad” neoliberal que significó una pobreza creciente y el “destripamiento” de Pemex, a la que opone “la irracionalidad” de AMLO con un “nuevo nacionalismo” que pretende “recuperar el vigor del desarrollismo nacional de los años sesenta y setenta, cuando México alcanzaba tasas de crecimiento del 6% o 7%”.

Apunta: “el nacionalismo de AMLO resultaba mucho más atractivo para la mayoría de los mexicanos integrantes de ese 99% de trabajadores que ganaban menos de 1,400 euros al mes y del 50% que ganaba menos de 280…”

Cita el periodista británico a Luis Guillermo Luigui Pérez. “un viejo amigo de AMLO que cortaba el bacalao en el partido Morena en Tabasco”, quien no sólo le explica el cambio de modelo propuesto por AMLO, sino que en una referencia histórica le comenta cómo en 1519 los invasores españoles “sólo vencen cuando regresan montados a caballo y los chontales piensan que caballo y hombre son uno solo, y se imaginan que los españoles son como dioses”. Esto le sirve a Robinson para rematar su texto con la frase: “la racionalidad no sirve para ganar batallas”. Una manera de dejar abierto el anhelo que el idealismo de AMLO gane esta batalla...Contra la racionalidad tecnocrática que produjo monstruos.

Mucho, sin embargo, hay que aprender de lo sucedido en Ecuador, Venezuela, Brasil, Bolivia, Chile, Perú…Otro, aunque estrechamente vinculado, es la cuestión de la electricidad.

AL MARGEN

HACE un año, los habitantes de Tabasco sufrían ya el impacto de las inundaciones. Fueron tres oleadas entre octubre y noviembre para un desastre que impactó a por lo menos unos 500 mil pobladores. No todos en los censos oficiales. Este año se anuncian y observan acciones preventivas. Sigue pendiente un plan de mediano y largo plazos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )