AMLO: ambiciones del cambio, un proyecto, la credibilidad y las dificultades operativas

Lunes, 08 de Agosto de 2022 00:22 Editor
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 Escala Crítica/ Diario Presente, Ventanasur, Horay20noticias, Avance                                                                            

     
* Batalla por la continuidad; falta institucionalizar Morena
* Se debaten el qué y el cómo; falta atención al porqué      
* Clave en años 23-24: resultados y sucesión sin fracturas

Víctor Manuel Sámano Labastida
      
LOS CUATRO AÑOS de gobierno de AMLO han sido vertiginosos por las ambiciones del cambio propuesto. Se dijo que en seis se haría lo que en doce años.  Hay que distinguir las ambiciones históricas de la Cuarta Transformación –como la de cualquier cambio- frente a los ambiciosos de siempre. Ante un modelo agotado (neoliberalismo), México necesitaba una sacudida por el flanco izquierdo que a la vez rescatara del olvido a millones de mexicanos. Esa ha sido, por lo menos, la inquietud del ala progresista en nuestro país desde la Independencia. 
Sobre todo en los tiempos de la tecnocracia y el neoliberalismo, los ciudadanos miraban como planetas lejanos a los gobernantes. “A mí me acompañó el pueblo y le respondo al pueblo, no a élites que piensan que los extranjeros sí saben cómo hacerlo”, afirmó el presidente López Obrador (conferencia 2/08/2022). Ha sido el eje de su discurso.
En la tarea de acercar el gobierno a la ciudadanía, el mandatario federal mantiene la estrategia de conferencias mañaneras y, con ello, retiene un activo político esencial: persuasión para la credibilidad. Sus adversarios lo acusan de abusar de la propaganda para conservar o ampliar su hegemonía; todo poder busca consolidarse.

ENERGÍA SOCIAL Y ELECCIONES
LAS ENCUESTAS de aprobación marcan 68% en promedio para AMLO, el segundo mandatario de mayor popularidad mundial (Morning Consult). No es el único parámetro que mide la imagen del líder mexicano. Véase la energía social en las elecciones internas de Morena, con todo y asegunes de prácticas mañosas y accidentadas (algo que debe corregir si busca permanecer). Según reportes partidistas, entre el sábado 30 y el domingo 31 de julio se movilizaron dos millones y medio de personas para elegir delegados a la Convención Nacional de esa organización. 
Con todas las objeciones a lo sucedido, es claro que Morena en las calles muestra el músculo como movimiento. Una oposición prácticamente ausente en la disputa por los de abajo. No es la primera vez. Fue el sello de López Obrador en más de tres décadas y su figura fomenta adhesiones populares. Sabe cómo hacerlo. Falta, en cambio, que Morena muestre unidad e identidad como partido político. 
En el proceso hacia las votaciones internas no se discutió cuestión programática alguna; ni proyecto, que erróneamente se da por hecho. Más bien se asignaron posiciones de influencia rumbo al 2024. El simple reparto del poder no siembra futuro. La institucionalización de un partido es indispensable para no repetir errores de la izquierda política -que ahora es gobierno. Como se ha documentado: las izquierdas tienen una larga historia de dispersión, que es además alimentada por la infiltración de sus adversarios y sus debilidades organizativas. 
          
BATALLAS DE OPINIÓN

HAN SIDO cuatro años de batallas en la opinión pública desde el gobierno. Los adversarios hacen lo propio. El qué y el cómo de las políticas gubernamentales se debaten, mientras se olvida el porqué. El cambio de régimen necesita recordar el porqué. El ayuno histórico de justicia social y la avalancha neoliberal que terminó en catástrofe económica son motivos claros. Hay razones que se discutirán en 2023 y 2024, con la disputa por la nación representada en dos bloques políticos. No homogéneos, pero si reagrupados.    
AMLO, que llegó a la Presidencia con sólida legitimidad, une mediante el qué y polariza mediante el cómo. No ignoremos por otra parte que existe una polarización en los hechos que tiene siglos anclada en la creciente desigualdad y marginación. 
El quinto año de gobierno arranca el 2 de diciembre de 2022 y tendrá la reafirmación del Qué. No es seguro que presente un reajuste en los Cómos, vistas -por ejemplo- las (in)acciones de la Fiscalía General de la República y su titular, Alejandro Gertz Manero. Con todo y autonomía, en los casos jurídicos empantanados hay razones para cuestionar a un gobierno que muestra paciencia franciscana con el fiscal incómodo. Por sólo mencionar al más evidente. Otras áreas dan cuentas positivas.     
López Obrador, hábil estratega de comunicación política, sitúa la agenda/diagnóstico de la 4T en el centro de la discusión pública y la narrativa mediática. Detectó los problemas centrales de México a través de una lectura crítica de la época contemporánea, que luego ‘tradujo’ a lenguaje popular.  Sus opositores no han logrado hasta ahora articular un discurso que cale entre los ciudadanos…esperan que Morena se desagarre por dentro.    
AL MARGEN
A ESO le apuestan ahora en el Estado de México, último bastión imbatible del PRI. En 2011 el PRI todavía obtuvo 3 millones de votos frente a un millón del obradorista Alejandro Encinas; en 2017 bajó a 2 millones contra el millón 871 de la obradorista Delfina Gómez, quien ahora repite y va por remontar esa diferencia mínima…si Morena mantiene la unidad. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )