EL COCHUPO, UN DEPORTE (CASI) NACIONAL; INEGI Y LAS MORDIDAS

Sábado, 20 de Octubre de 2012 00:00 Editor
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Escala Crítica/Columna diaria
*Quince trámites acaparan esa otra “economía informal”
*Corrupción, pobreza, violencia, elementos comunes
*El Cártel Negro, premio Leipziger y Ana Lilia Pérez

Víctor M. Sámano Labastida

“PASE LA VENTANILLA tal o cual”, “sáquele equis copias”, “venga mañana”, frases y más frases que escucha el ciudadano o simple usuario cuando debe cubrir un requisito. Pareciera que el número de trámites califican la importancia del servicio o la adquisición. Un exceso de trámites requiere de una excesiva burocracia, un exceso de trámites resulta terreno propicio para la corrupción. Un exceso es la medida del poder.

Una reciente encuesta del INEGI indica que en México 15 son los trámites que acaparan el cochupo, la mordida, el cohecho, el “pago bajo el agua”. Encabezan la lista en el país las faltas administrativas, infracciones de tránsito, la verificación vehicular y el uso del suelo. Prácticamente no hay trámite alguno que esté exento de estos “arreglos” extraoficiales. Es la economía informal de un gobierno formal.

ESTRUCTURA DE LA TRAMPA

TODOS LOS días tenemos noticias de trampas, movidas, “ejercicios indebidos”. Vaya, hasta los dirigentes del SNTE que trasladaron un congreso magisterial nacional de Rosarito, Baja California, a Cancún, Quintana Roo, para no ser molestados por la disidencia. De punta a punta de la República. Así, para evitar “ser molestados” por las autoridades, servidores públicos y pueblo común candidato a ser sancionado, acuden a un “acuerdo”.
El fallecido y siempre recordado Germán Dehesa encontró en esta informalidad, en este gobierno o realidad paralela, tema para un libro: “¿Cómo nos arreglamos?”. Ahí recoge frases y conductas que algunos observan como parte del folclor mexicano. 
A este columnista le vienen a la mente frases como: “Ahí se lo dejo a su criterio”, “Nomás pa´ los chescos”, “lo que usted quiera, patroncito”, “ayúdame a ayudarte”, “hay que aceitarle la mano”, “tenemos que ponermos a mano”, “no me des, sólo pónme donde hay”, “haz obras, y sobras”.
Leo el reporte del INEGI:
Seleccionados 31 trámites y servicios, en 15 están concentrados los actos de corrupción, aunque en casi todos –salvo en  la solicitud de servicios de salud- hay alguna forma de “arreglo” extraoficial. La Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental revela que el estado de Sonora fue el mejor calificado en relación a la calidad de los trámites y servicios, en tanto que Oaxaca se coloca en último lugar en la percepción de los encuestados.
Pero no sólo se evaluaron los trámites estatales, sino también los federales y municipales.
Debo anotar, por si hiciera falta que la corrupción no sólo está en el servicio público: cuando un particular le vende a sabiendas un producto o servicio en mal estado, le cobra de más, etcétera, también está haciendo su cochupo, trácala, transa.
Es un hecho que la calidad de vida está relacionada con la calidad de gobierno, de productos y servicios. Para la población consultada la corrupción ocupa el tercer sitio entre los problemas a solucionar; el primer lugar lo ocupa la inseguridad y la delincuencia, en tanto que el segundo sería el desempleo. De lejos le sigue la pobreza.
Recientemente le comentamos que la burocracia mexicana es una de las más grandes y más costosas del mundo. Históricamente el poder público, la estructura de gobierno, se convirtió en el gran empleador en el país. Los asalariados con recursos públicos -directos e indirectos- superan las cinco millones de personas.
Sin duda que hay empleados públicos honestos y eficientes, pero una pesada burocracia es un indicador que el ciudadano debe enfrentar numerosos trámites. Hay, entonces, una enorme oportunidad para la corrupción, para la trampa.
No resulta casual que en aquellos países, estados, municipios, donde predomina la corrupción hay más pobreza, más delincuencia y más violencia. Más ineficiencia. Son factores o elementos que por lo general van juntos, y así debes ser combatidos.

EL CARTEL NEGRO

EN EL YACIMIENTO de gas y condensados más grande del país, el de la Cuenca de Burgos, en Tamaulipas, en 2007 el 40 por ciento de todo el hidrocarburo se extraía de manera ilegal, documentó entre otras cosas la periodista Ana Lilia Pérez, autora del libro “El Cártel Negro”. La extensa investigación fue presentada en Villahermosa en marzo pasado, en un acto promovido por el ya fallecido ingeniero petrolero Alfredo Hernández Peñaloza.
Las afirmaciones de “El Cártel Negro”, así como de otras investigaciones de Ana Lilia sobre la corrupción desde y en Pemex, el entramado de negocios turbios, se han venido corroborando en estos últimos años.
Ana Lilia recibió el Premio Leipziger Medienpreis que otorga la Fundación de Medios en Alemania. El reconocimiento no fue sólo por esa valiente y documentada investigación sino también por trabajos como “Camisas Azules, Manos Negras”, donde también denuncia la corrupción en el manejo de la paraestatal petrolera durante los recientes doce años.
El premio Leipziger fue otorgado antes al periodista italiano a Roberto Saviano por su libro “Gomorra” y a la rusa Anna Stepanovna Politkovskayarata, brutalmente asesinada, en 2006, después de revelar la corrupción en el régimen de Vladimir Putin.
Le comento sobre el trabajo de Ana Lilia porque ahora, me informa la autora, su obra “El Cártel Negro” fue publicada en una edición especial económica de sólo 79 pesos para una mayor difusión y se puede conseguir en los puestos de revistas. Un libro que hay que leer y analizar.

AL MARGEN

UN AJUSTE en la facturación, no en las tarifas, es lo que acaba de anunciar el presidente Felipe Calderón. Según el mandatario “los brincos” en los cobros de luz hacían que 15 millones de usuarios pagaran siete por ciento más. Con la nueva adecuación, se ahorrarán unos 530 millones de pesos.
Mientras esto sucede, servicios y edificios públicos de Nacajuca, Tabasco, fueron cerrados al público porque la compañía de luz suspendió el fluido al ayuntamiento deudor. Es casi un hecho que entre los débitos que dejarán las alcaldías está el del pago a la electricidad. Algunos ediles se habían sumado en su momento a la “resistencia civil”.
LOS TAXISTAS de Villahermosa anuncian una “adecuación” de tarifas por sector. La Secretaría de transportes rechaza cualquier alza. Nuevamente se nos recuerda que hace falta un plan integral de movilidad pública. Deberá ser parte incluir la planeación urbana.
AGRADEZCO sus lecturas a esta columna de lunes a sábado y su diaria compañía en nuestros breves comentarios en Radio Fórmula Tabasco.
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